Pan y Circo

La niña Frida Sofía simboliza tanto la mentira que nos sofoca como la esperanza que nos motiva

2017-09-29

Como aves de rapiña, el Gobierno y las empresas monopólicas se lucran con la tragedia...

John M. Ackerman / RT


A pesar de los constantes engaños de los poderosos, todos los mexicanos tenemos un profundo anhelo de salir de los escombros, de respirar de nuevo y de reconstruir el país.

¡Todos somos Frida Sofía!

Como aves de rapiña, el Gobierno y las empresas monopólicas se lucran con la tragedia generada por los terremotos de los pasados 7 y 19 de septiembre.

Los políticos se sacan fotos, dan discursos grandilocuentes y reetiquetan el apoyo ciudadano con logotipos gubernamentales.

Los anaqueles de los supermercados se vacían, engrosando los bolsillos de empresas monopólicas como Walmart, Homemart, Soriana y Bonafont.

Y los medios electrónicos dominantes, como siempre, le apuestan al espectáculo y a lavar las irresponsabilidades gubernamentales.

Los desastres naturales nunca generan por sí solas la muerte o la destrucción.  Siempre hay responsabilidades políticas, institucionales, económicas y legales.

La caridad debe transformarse pronto en organización, en transformación, en un gran movimiento ciudadano.

Aparte de reconstruir las casas y las vidas de los damnificados, también tenemos que rescatar todo el país de los corruptos que han derrumbado desde hace décadas la institucionalidad democrática y el bienestar social.

Frida Sofía nunca existió, pero la enorme esperanza del pueblo mexicano se mantiene incólume.

No sirve de nada abrir el corazón si no abrimos también los ojos. 

FTRTMX



regina

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