Internacional - Población

El humo tiñe de negro el horizonte del centro y el norte de Portugal 

2017-10-16

Es el caso de Folgosinho, un pueblo de Gouveia, en pleno Parque Natural Sierra de Estrela (centro...

Carlos García

Almeidinha (Portugal), 16 oct (EFE).- El horizonte del centro y el norte de Portugal sigue hoy cubierto por un sinfín de columnas de humo, a causa de los cientos de incendios forestales que en las últimas horas han quemado miles de hectáreas, dejando tras de sí más de 30 muertos y medio centenar de heridos.

Son decenas las aldeas que han quedado totalmente arrasadas por las llamas y teñidas literalmente de negro.

Es el caso de Folgosinho, un pueblo de Gouveia, en pleno Parque Natural Sierra de Estrela (centro de Portugal), que hasta ahora sobresalía por su población de robles y castaños.

Una de las vecinas de la localidad, Rita Brazete, explicó a Efe que toda la jornada de hoy y la pasada madrugada fueron terroríficas.

"La aldea estaba totalmente rodeada por las llamas", por lo que nadie podía salir del pueblo, aseguró.

Los bomberos voluntarios de Folgosinho, que estaban intentando controlar otro incendio en Gouveia (comarca a la que pertenece esta población), se apresuraron a regresar a la localidad para ayudar a sus vecinos.

Los habitantes de Folgosinho estaban totalmente aislados e incluso incomunicados, sin teléfono, y todos permanecieron unidos para que el fuego no entrara en las casas.

Avanzada la madrugada, entre todos lograron controlar las llamas que, a su paso por el pueblo, devastaron numerosos establos y zonas agrícolas.

Ahora, se mire hacia donde se mire en esta aldea de la Sierra de Estrela, todo está cubierto de ceniza.

Más al norte, en la aldea de Almeidinha, ubicada en el distrito central de Guarda, la madrugada también fue de nervios y mucho miedo, como explicaba hoy a Efe Manuel Cairrão, que se encontraba en la travesía del pueblo ayudando a voluntarios y efectivos de la Guardia Nacional Republicana (GNR) a sofocar las llamas, que aún amenazan el casco urbano de esta localidad.

"Aquí nadie ha dormido y todos los tractores del pueblo estuvieron trabajando durante la noche", indicó Cairrão.

Los vecinos, mujeres y hombres, con ramas en la mano o con alguna pala, seguían esta tarde intentando sofocar el fuego, que, debido a las elevadas temperaturas y a la fuerza del viento, avanzaba a gran velocidad.

A pesar de que en Portugal hay más de 60,000 bomberos voluntarios, esta oleada de fuegos que afecta a los distritos de Castelo Branco, Guarda, Coimbra, Leiria o Viseu, entre otros, hace que no sean suficientes para llegar a todos.

Por ello, algunos grupos de bomberos del centro del país han hecho llamamientos a la población para que se sume a las labores de extinción y ayude a atajar una tragedia que deja decenas de muertos y heridos, además de cuantiosos daños materiales, y que revive la pesadilla de Pedrógao Grande.

Allí, hace apenas cuatro meses, el pasado 17 de junio, murieron 64 personas a causa del fuego, en la que se ha considerado una de las mayores tragedias de Portugal.

A medida que pasan las horas, comienzan a conocerse los nombres de esta nueva tragedia, como el de una joven de 19 años embarazada que falleció tras sufrir un accidente con su coche cuando trataba de huir de las llamas que envolvían la autovía A-25 entre Viseu y Aveiro.

Los medios locales también recogen la heroicidad de una mujer de 35 años de Gouveia, que la pasada noche lograba salvar la vida de 80 animales que estaban en el interior de una perrera rodeada por las llamas. 



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