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Los talibanes sacan la artillería pesada contra la nueva estrategia de Estados Unidos

2017-10-19

Estados Unidos aumentó en septiembre pasado en 3,000 efectivos los 8,400 que ya...

Baber Khan Sahel

Kabul, 19 oct (EFE).- Los talibanes volvieron a infligir hoy decenas de bajas a las fuerzas afganas con un nuevo ataque coordinado a una base militar, el tercero en lo que va de semana como parte de su plan de respuesta a la nueva estrategia de EU en el país.

Al igual que ocurrió el martes en las occidentales Paktia y Ghazni, cuando los talibanes causaron más de 70 muertos en dos cuarteles policiales, hoy volvieron a emplear la táctica de abrir paso con un coche bomba para enzarzarse luego en un enfrentamiento armado.

En esta ocasión, el ataque, ocurrido de madrugada sobre las 2.50, hora local (22.20 GMT), arrasó con la práctica totalidad de los soldados desplegados en el Campamento Chashmo y acabó con la vida de 43 de los 60 militares presentes.

Según los datos difundidos por el Ministerio de Defensa afgano en un comunicado, solo dos salieron ilesos, pues hubo otros nueve heridos y seis desaparecidos tras la acción en el remoto y volátil distrito de Maiwand.

Tras dar por finalizada la acción y ya recuperado el control de la base, las autoridades afganas han enviado una delegación para investigar los detalles de los sucedido, indicó el departamento de Defensa.

Los talibanes reclamaron la autoría en un comunicado en el que confirmaron que se trató de un ataque coordinado y aseguraron que habían destruido varios vehículos blindados de las tropas afganas.

Si bien los insurgentes tienden a ofrecer información sesgada sobre el alcance de sus acciones, su portavoz Yusuf Ahmadi, que firma la nota, cifró en 60 el número de bajas infligidas a las fuerzas de seguridad.

Este es el tercer ataque de gran magnitud perpetrado esta semana por los insurgentes en bases de las fuerzas de seguridad, después de que el martes muriesen 48 personas y 161 resultasen heridas en un cuartel policial de Paktia y otras 25 perdieran la vida en Ghazni.

Ambas acciones siguieron el mismo patrón, con explosiones de coche bomba seguidas de enfrentamientos armados.

Según explicó a Efe el portavoz talibán Zabihullah Mujahid, "esta es una respuesta a la estrategia de (Donald) Trump y a los esclavos internos que dieron la bienvenida a la estrategia e incluso pidieron más tropas extranjeras".

La utilización de vehículos militares blindados Humvee como coches bomba, detalló, es más "efectiva" al permitir aproximarse al objetivo, por lo que optaron por ellos para sus últimas acciones.

Mujahid rechazó que esta oleada de ataques tenga relación con la reciente resurrección del denominado Grupo a Cuatro (G4), que forman Afganistán, Pakistán, EU y China, y que fue creado como mecanismo para buscar una negociación de paz con los talibanes.

"Las reuniones no tienen nada que ver con nosotros, nunca fuimos invitados ni estamos interesados en ellas", remarcó el portavoz talibán, al cerrar de nuevo la puerta al diálogo.

Desde el fin de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015, Kabul ha ido perdiendo terreno ante los talibanes hasta controlar apenas un 57 % del país, según el inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de Estados Unidos

Estados Unidos aumentó en septiembre pasado en 3,000 efectivos los 8,400 que ya mantenía en Afganistán como parte del operativo de entrenamiento de la OTAN y en tareas antiterroristas, en el marco de la nueva estrategia de Trump para sus tropas en el país.

Además, se han intensificado los bombardeos y ataques con drones contra los insurgentes.

Según datos del Comando Central de las Fuerzas Aéreas de EU, el mes pasado se produjeron 751 ataques aéreos en Afganistán, superando a agosto de 2012, con 589. 



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