Internacional - Población

Patriotismo y solidaridad en Puerto Rico tras el azote del huracán María

2017-10-24

El gran lema es el de "Puerto Rico se levanta", como dice un enorme cartel pintado con...

 

San Juan, 23 oct (EFE).- Una ola de patriotismo y solidaridad se ha apoderado de Puerto Rico en medio de los esfuerzos que hace su Gobierno por recuperar a la "Isla del Encanto" arrasada hace más de un mes por el huracán María.

El gran lema es el de "Puerto Rico se levanta", como dice un enorme cartel pintado con letras negras en la ladera de una colina en San Juan, la capital de Puerto Rico, que como virtualmente todo el país sobrevive sin energía eléctrica, caminos cortados y sin comunicación con muchos pueblos aislados desde hace más de un mes.

Otro cartel con la bandera del país en un edificio de la capital dice simplemente "Fuerza", mientras una empresa de telecomunicaciones sugiere en un aviso de prensa a toda página que "Por Puerto Rico no vamos a parar".

Al mismo tiempo, señala que continúa suministrando sus servicios pese a los problemas planteados por la falta de energía eléctrica que ahora es suministrada por plantas generadoras que son virtualmente la única fuente de energía en todo el país.

"Nuestro compromiso es y seguirá siendo comunicar a la isla y a nuestro pueblo", añade otra empresa en avisos a toda página mientras otra de alimentos publica la bandera azul, blanca y roja de la isla para afirmar que "se levanta por Puerto Rico".

"Caminando juntos levantaremos a Puerto Rico", asegura otra compañía mientras una de telecomunicaciones promete que aun con las dificultades seguirá trabajando para restaurar su red "a la mayor brevedad".

"Juntos nos levantaremos", según afirma en una promesa similar a la de una cadena de productos domésticos que asegura que con sus acciones "levantamos a nuestro pueblo" y pide a los puertorriqueños que "continuemos todos dándonos la mano como hermanos".

Para el ciudadano de a pie lo que haga el gobierno nunca será suficiente y será la población de 3,4 millones de habitantes la que tendrá que hacer su contribución para un fin que se vislumbra a largo plazo.

"Todos tenemos que unirnos para levantar a Puerto Rico. Si no nos unimos no tendremos éxito. No es solo cosa del gobierno. Es difícil, pero se puede", señaló a Efe Liliana Galarza, en el Comando Central del Gobierno, donde los periodistas cuentan con los medios de comunicación, cortados en otros lugares desde que el ojo de la tormenta se abatió sobre la isla.

"No nos podemos sentar a esperar lo que haga el gobierno. Todos podemos acelerar el proceso. En la unión está la fuerza", manifiesta Carmen Gloria Zamudio, que hace guardia frente a un banco que montó conexiones eléctricas y acceso a internet afuera de su edificio no solo para sus clientes sino para cualquiera que las precise.

"PRselevanta" también se ha convertido en el lema de las redes sociales y desde que pasara el ciclón es habitual ver camiones y vehículos con banderas y banderillas, respectivamente.

Numerosos puestos ambulantes a los lados de las carreteras también venden banderas y es común escuchar a los menos patriotas decir que Puerto Rico ya no es la "isla del encanto", sino la "isla del espanto" o "del desencanto".

A ese patriotismo se ha sumado una campaña de solidaridad que en los últimos días contó con la aportación de altos funcionarios internacionales, artistas de todos los ámbitos, así como deportistas de alto nivel.

A ella se unieron este lunes las tenistas María Sharapova y la campeona olímpica puertorriqueña Mónica Puig, quienes visitaron Loiza, un pueblo cercano a San Juan, para entregar hornillos y gas, además de alimentos a los damnificados.

Ambas fueron recibidas en el aeropuerto Luis Muñoz Marín de San Juan por el gobernador Ricardo Rosselló, quien repitió ante ellas la consigna de que "Puerto Rico se levantará" tras la tormenta.

"Vamos a salir de esto", dijo Puig en la localidad de Loiza donde acudió con Sharapova para entregar la ayuda que recolectó tras acudir a los medios de información para revelar la grave situación en que se encuentra la isla y solicitar ayuda para los damnificados.

Pero esos deseos están condicionados por la bancarrota declarada por la isla que carece de recursos para pagar una deuda de más de 73,000 millones de dólares que mucho antes del huracán había sumido a la isla en una crisis financiera que parecía insoluble.

El lema de levantarse tras la tormenta será difícil de hacer realidad pues el mismo gobierno de Puerto Rico ha reconocido que no será fácil volver a lo que era la isla donde casi el 80 por ciento de la población carece de luz, muchas carreteras y caminos están cortados, los hospitales funcionan en las tinieblas y son muy pocas las escuelas que abrirán hoy sus puertas a los estudiantes. 



yoselin