Internacional - Economía

Construcción de carreteras debe limitarse por costes y problemas ambientales

2017-10-27

Para el año 2050, están proyectada la pavimentación de 25 millones de...

Noel Caballero

Bangkok, 27 oct (EFE).- La construcción de miles de kilómetros de carreteras en Latinoamérica, África y la región de Asia-Pacífico debería limitarse debido al peligro de costes escondidos y los problemas ambientales que conllevan, apunta un estudio australiano.

Para el año 2050, están proyectada la pavimentación de 25 millones de kilómetros de vías para vehículos en todo el planeta, una distancia con la que se podría rodear la Tierra más de 600 veces, apunta la universidad James Cook, con sede en el nororiental estado australiano de Queensland, en un comunicado publicado hoy.

"Hemos estudiado los principales proyectos de carreteras e infraestructuras en todo el mundo (...) y es notable cómo muchos tienen graves costes y riesgos ocultos", señaló el profesor William Laurance, del citado centro universitario.

El experto urge a establecer como prioridad la revisión de los carriles previstos en las zonas tropicales, donde gobiernos, inversores y prestamistas hacen la vista gorda frente a los riesgos de expansión vial.

"Aquí es donde la ambición de ganancias rápidas se encuentra con una ingeniería casi imposible", asegura Laurance.

En los países ubicados entre los trópicos, donde se encuentran los ecosistemas biológicamente más ricos del mundo, las precipitaciones estacionales por el monzón pueden suponer un importante reto.

"Las carreteras inundadas por las lluvias desarrollan baches, grietas gigantes y deslizamientos de tierra tan rápido que es casi increíble (...) Pueden convertirse rápidamente en gigantescas perdidas de dinero", comenta el investigador.

En los próximos tres años, los caminos pavimentados doblarán su extensión actual en las naciones en desarrollo de Asia, en parte gracias a la política impulsada por Pekín y conocida como "Nueva Ruta de la Seda".

"Muchos caminos que están planeados para regiones húmedas, pantanosas o montañosas no deberían construirse, y eso solo basándonos en criterios económicos ", apunta el experto de la James Cook.

En el estudio también participa la economista Irene Burgués Arrea, de la costarriqueña Alianza de Investigadores y Pensadores Ambientales Líderes (ALERT).

"Si se agregan los costes ambientales y sociales, entonces el péndulo oscila aún más fuerte contra nuevas carreteras, especialmente en áreas boscosas con altos valores ambientales", remarca Burgués, coautora del trabajo publicado en la revista "Science".

Ambos analistas piden un mayor entendimiento del impacto de las nuevas construcciones en la sociedad, además de los factores económicos y ambientales, para que los beneficios superen a los costes.

Los gobiernos ven en las carreteras un factor para acelerar el crecimiento económico y lograr una mayor integración social; sin embargo, estos principios deben ser estudiados dentro de cada contexto local.

"El público a menudo termina con grandes deudas de carreteras fallidas. Algunos ingenieros de caminos y políticos pueden hacerse ricos, pero las oportunidades de desarrollo vitales se desperdician fácilmente ", zanja Laurance.

Los expertos ponen como ejemplo de impacto negativo la deforestación de la provincia indonesia de Aceh, que cuesta al erario público alrededor de 15 millones de dólares anuales debido a las frecuentes inundaciones.

Y recuerdan que mejorar el acceso a hábitats amenazados puede asestar un golpe mortal al medioambiente por la apropiación ilegal de tierras, la caza furtiva, la invasión de especies y la minería ilegal, entre otros peligros en manos del hombre como la corrupción, la especulación o los conflictos políticos.



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