Nacional - Población

Buscan frenar hundimiento de capital

2017-10-30

El ambicioso plan consiste en inyectar agua tratada para compensar la sobreexplotación de...

Por Marcos Romero

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 29 OCT - El alarmante proceso de hundimiento de la capital, que avanza en forma inexorable a un ritmo de 40 centímetros por año, fue afrontado por primera vez por el gobierno mexicano tras los dos terremotos de septiembre pasado.
    
El ambicioso plan consiste en inyectar agua tratada para compensar la sobreexplotación de acuíferos que se realiza actualmente a una velocidad que ya había llevado a los especialistas a encender las alertas.
    
"Es algo que nunca se había hecho a la escala que habrá de hacerse", afirmó el presidente Enrique Peña, quien firmó un decreto para que -a partir del próximo año y bajo una nueva normativa- la Comisión Nacional del Agua inicie la recarga de los mantos acuíferos.
    
El proyecto planea expandirse a otros estados donde también se sobreexplota el agua del subsuelo a fin de evitar los hundimientos, que en la capital han provocado el descenso de nivel del suelo al menos de 12 metros en el último siglo.
    
La Ciudad de México fue fundada por las Siete Tribus Nahuatlacas, que llegaron de un lugar mítico llamado Aztlán, cuya verdadera ubicación todavía es motivo de controversia, en un islote sobre una laguna.
    
Así se cumplió la señal de su deidad principal, Huiztlilopochtli (una águila devorando a una serpiente sobre un cactus), según narran las crónicas antiguas.
    
De este modo nació Tenochtitlan, el nombre antiguo que las tribus dieron a la antigua capital del imperio. Luego, esas mismas tribus se constituyeron en una sola, los Mexicas y posteriormente Aztecas.
    
Cuando los españoles conquistaron la metrópoli, decidieron desecar la laguna y extender las zonas pobladas para crear la Nueva España, el nombre anterior de la Ciudad de México.
    
Para los expertos fue uno de los peores errores urbanísticos de la historia, que empeoró cuando en el siglo XX el gobierno decidió entubar los ríos y canales.
    
Todo esto hizo del subsuelo arcilloso de lo que el naturalista y aventurero alemán Alexander Von Humboldt, considerado el "padre de la geografía moderna universal", que visitó la Nueva España en 1803, "la región más transparente" una especie de gelatina, cuyo movimiento se magnifica cuando ocurren sismos en sus cercanías.
    
Para colmo, la capital se ubica cerca de algunas de las principales fallas del llamado "Cinturón de Fuego". Fue precisamente la ruptura de la Placa de Cocos, al chocar con la de Norteamérica, la que ocasionó más daño tras el terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter, del 19 de septiembre pasado, que arrojó 369 muertos.
    
En días pasados, se inauguraron dos pozos "mega profundos" de dos kilómetros de profundidad, en la zona de Santa Catarina y de Iztapalapa, al sur y oriente de la capital, contra el promedio de 500 metros de los actuales, y se planea construir un tercero en el Cerro de la Estrella, también al oriente.
    
Los tres pozos permitirán aliviar las necesidades del líquido en una región tradicionalmente sedienta donde la escasez de agua es permanente y es necesaria llevarla a través de carros cisterna.
    
Tras el terremoto de septiembre, inclusive se presentaron ataques armados para apoderarse de los camiones.
    
La urbe ha venido sufriendo pequeños sismos de 2 o 3 grados Richter con epicentro en la propia capital, atribuidos por los expertos justamente a reacomodos derivados de la sobreexplotación de agua.
    
El 30% del agua que se consume en la zona metropolitana de la capital mexicana, un conglomerado de unos 20 millones de personas, proviene del Sistema Cutzamala, una red de embalses ubicados a 150 kilómetros de distancia al este de la capital, pero el resto se obtiene del subsuelo.
    
La ventaja de los "megapozos" es que permitirán obtener 125 litros por segundo, el doble de los ordinarios y además frenarán el hundimiento preocupante de la urbe. 


 



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