Nacional - Seguridad y Justicia

Policías cada vez más viejos y enfermos 

2017-10-30

De un universo de casi 380,000 agentes, 125.00 tienen esa edad o más y ello dificulta sus...

 

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 30 OCT - Los policías mexicanos cada vez están más viejos y enfermos, y se encuentran bajo el acoso de problemas como el estrés, el sobrepeso y males degenerativos como la diabetes y la hipertensión.
    
Justo cuando la ola criminal registra una tendencia alcista, y actualmente se registra un récord histórico en la cifra de homicidios intencionales, los guardias del orden están cada vez menos preparados físicamente para enfrentar este problema.
    
De acuerdo con un informe del Sistema Nacional de Seguridad Pública del ministerio de Gobernación, uno de cada tres miembros de cuerpos provinciales y municipales tienen más de 45 años.
    
De un universo de casi 380,000 agentes, 125.00 tienen esa edad o más y ello dificulta sus labores de vigilancia, patrullaje, inhibición y atención de eventos delictivos.
    
"Al paso de los años, los elementos podrían ver disminuidas sus capacidades sicomotrices y de reacción ante una eventualidad o situación de riesgo contra su integridad", de acuerdo con el diagnóstico.
    
Según las proyecciones del gobierno plasmadas en el reporte, el promedio de edad del personal que labora en algunas de las 32 secretarías de Seguridad Pública de los estados o en los más de 2,400 municipios indica que, en menos de una década, será de más de 50 años.
    
En cambio, hay cada vez más una notoria ausencia de "sangre nueva" en las corporaciones de seguridad de estados y municipios pues sólo el 5 % del personal policial en el país tiene entre 18 y 24 años.
    
En los últimos años, algunos gobiernos de los estados han intentado planes para mejorar los cuerpos de seguridad a través de academias y centros de capacitación, pero los proyectos han fracasado porque además no se les otorgan mejores beneficios, buenos salarios y horarios de trabajo "dignos".
    
"Debido a las limitaciones físicas propias de la edad, los agentes están más expuestos a ser víctimas del crimen", pues "pierden capacidades sicomotrices y de reacción" durante un ataque directo o en el curso de una intervención" a favor de las víctimas de un delito.
    
Un reporte difundido en 2013 en la Ciudad de México, indicó que al menos un tercio de la fuerza policial de la urbe estuvo fuera de combate en 2012 a causa de 30,000 padecimientos diferentes.
   
 Aunque la mayoría de los agentes sufre estrés, también enfrenta problemas como diabetes, esguinces, fracturas o lesiones causadas por armas de fuego, agresiones o golpes en la cabeza, cuya atención suele ser "urgente", según dieron a conocer las autoridades locales. Entre otras cosas, hubo 126 trastornos depresivos graves, 22 trastornos de ansiedad, cinco episodios depresivos graves (pérdida de interés en casi cualquier actividad), dos episodios psicóticos agudos (delirios, alucinaciones, depresión, paranoia y episodios de agresividad) y un trastorno bipolar.
    
El secretario de Salud de la capital, Armando Ahued, afirmó que la incidencia de estos males entre los policías "podría desplazar a enfermedades como diabetes, hipertensión y cáncer en el futuro". "Para quienes trabajan en la policía no hay días de descanso, hay problemas continuos y eso genera estrés adicional. Se juegan la vida, eso provoca mayor estrés, ansiedad y puede llevarlos a la depresión, que si no es manejada, diagnosticada y controlada a tiempo, puede llevar al intento suicida", expuso.
    
La policía de la urbe tiene un equipo de 56 psicólogos y atiende unas 6,000 consultas anuales tanto a los uniformados como a sus familias.
    
Por su parte, el rector del Colegio Jurista, Jorge Manrique, señala que los casi 400,000 policías que hay en el país están expuestos a "altos grados de estrés", asociados a las principales causas de muerte como cáncer, enfermedades cardiacas, cirrosis del hígado, enfermedades pulmonares, accidentes e incluso suicidios. "Al estar en permanente contacto con factores estresantes, ser policía se ubica como la profesión más peligrosa en el país, seguida de guardias de seguridad privada, trabajadores de la industria química, de construcción y periodistas", consideró el experto.



regina