La policía indica que el ataque en Manhattan fue planeado desde hace semanas

Benjamin Mueller y Michael Schwirtz, The New York Times

NUEVA YORK – El conductor que embistió a quienes iban sobre una ciclovía en la parte baja de Manhattan el martes, lo que dejó ocho muertos y once heridos, planeó el ataque durante semanas, y parece que tenía vínculos con personas investigadas por terrorismo, dijeron el miércoles las autoridades.

Mientras los investigadores antiterroristas analizan si el atacante, identificado como Sayfullo Saipov, tenía vínculos importantes con organizaciones terroristas, se volvió evidente que algunas de las personas cercanas al atacante temieron durante años que este estaba radicalizándose.

Saipov, de 29 años, alquiló una camioneta de un Home Depot de Nueva Jersey a las 14:06 del martes, después de lo cual cruzó hacia Manhattan por el puente George Washington, según la línea del tiempo que maneja la policía. A las 15:04, fue avistado por una cámara de tránsito manejando el vehículo hacia el carril de bicicletas cercano al río Hudson, donde las autoridades creen que quería herir a los ciclistas y transeúntes que iban por la vía.

Unas cuadras después chocó contra un autobús escolar cerca del colegio Stuyvesant, salió del vehículo con una pistola de perdigones y otra de paintball y gritó “Allahu akbar” (“Dios es grande” en árabe), según dijeron las autoridades. De acuerdo con estas encontraron cerca de la camioneta una nota escrita a mano con unas pocas líneas en árabe en las que Saipov habría indicado su lealtad al Estado Islámico.

“La nota básicamente decía que el Estado Islámico perduraría para siempre”, dijo John J. Miller, el vicecomisionado para inteligencia y antiterrorismo del Departamento de Policía de Nueva York, en una conferencia de prensa.

Es un mensaje que parece hacer eco de las instrucciones dadas por el Estado Islámico en la edición de noviembre de Rumiyah, su revista, en la que pedía a sus seguidores que perpetraran ataques con camiones y dejaran una nota en la que se declaraban leales al grupo extremista. “Parece que siguió al pie de la letra esas instrucciones”, dijo Miller.

El viceomisionado añadió que Saipov nunca había sido investigado por la policía neoyorquina, pero que parece ser que sí tenía vínculos con personas que habían sido indagados.

Otras fuentes de la investigación dijeron que las autoridades federales lo tenían en su radar. Los funcionarios dijeron que Saipov, quien es de Uzbekistán, llamó la atención de las autoridades federales luego de entrar en contacto con un uzbeko que era investigado por funcionarios que combaten el terrorismo en Nueva York.

Para la tarde del miércoles, tres de las personas heridas habían sido dadas de alta de los hospitales y cuatro seguían hospitalizados con heridas graves pero en condición estable, según Daniel A. Nigro, comisionado del departamento de bomberos de la ciudad. Dijo que las heridas iban desde amputaciones de extremidades a traumas severos en cabeza, cuello y espalda.

Saipov fue cuestionado por los investigadores en un hospital en Manhattan en el que recibió tratamiento por un disparo al estómago que recibió de un policía que lo persiguió cuando intentó moverse entre el tráfico después del ataque. Llegó a Estados Unidos en 2010 y era un residente legal.

Antes de mudarse a Nueva Jersey, en marzo pasado, acudía a una mezquita de Tampa, en la que llamó la atención. Un predicador de esa mezquita, Abdula, quien aceptó hablar bajo la condición de anonimato, dijo que trató de alejar a Saipov del camino del extremismo.

“Solía decirle: ‘Oye, eres demasiado emocional'”, dijo Abdula. “‘Lee más libros. Primero aprende tu religión’, pero no aprendió la religión correctamente. Esa es la principal enfermedad en la comunidad musulmana”.

“Nunca pensé que llegaría a estos extremos”, añadió el predicador.

Abdula dijo que se encontró con Saipov en una visita a Ohio, donde el atacante vivió poco después de su llegada a Estados Unidos. Asistió a la boda de Saipov y dijo que incluso trabajó durante un tiempo como despachador en una empresa de transporte por carretera del que Saipov era dueño.

El hombre identificado como el atacante se mudó a Florida en el verano de 2015, dijo Abdula. Batalló para encontrar un trabajo regular allí y llegó a estar desempleado por uno o dos meses. Cuando las cosas iban bien, era una persona amable, señaló el predicador, pero en otros momentos era propenso a estallar de ira.

“Tenía un problema de carácter”, dijo.

Abdula recordó que Saipov se emocionaba por cuestiones relacionadas con la comunidad musulmana. Dijo que estaba dedicado a las observancias externas del Islam, como dejarse la barba, pero que no necesariamente se adhería a las cuestiones sustanciales de la religión.

Abdula dijo que nunca habló de cometer actos violentos. “No lo escuché referirse a matar gente”, dijo.

Saipov se mudó a Nueva Jersey para estar más cerca de la familia de su esposa. Ella tuvo su tercer bebé, el primero varón, en algún momento del verano, posiblemente en julio, dijo Abdula.

“Por mucho tiempo tuvo la esperanza de tener un hijo”, dijo Abdula. “Nunca pensé que haría este tipo de cosas”.

Mirrakhmat Muminov, un conductor de camiones en Sotw, Ohio –donde Saipov tenía la empresa de transporte y que alberga una considerable población uzbeka–, dijo que no parecía haber nada extraño ni especial sobre el presunto atacante.

Sin embargo, en los tres años que lo conoció, notó varios cambios. Se volvió alguien más agresivo y se dejó la barba. Muminov describió a Saipov como alguien “con monstruos internos”. Aún así, según el conductor, no parecía haber señal de que se estuviera volviendo más religioso; por ejemplo, un musulmán tradicional nunca dice malas palabras, pero Saipov maldecía seguido. Llegaba tarde al rezo vespertino de los viernes en la Sociedad Islámica de Akron y Kent, a la que acude la comunidad uzkeba en Ohio, y su conocimiento del Corán era muy básico, añadió Muminov.

Notas Relacionadas

No hay notas relacionadas ...