Migración

Mano dura contra la inmigración en Estados Unidos 

2017-11-02

El presidente, como suele ser habitual en él, presentó su tesis en píldoras de...

PABLO PARDO | El Mundo

Cuando habían pasado 23 horas del atentado islamista llevado a cabo en Nueva York en el que murieron 8 transeúntes, Donald Trump todavía no había llamado a Bill De Blasio - el alcalde de esa ciudad, en la que nació y pasó toda su vida hasta que se mudó a la Casa Blanca en enero -, ni al gobernador del estado - y posible rival en las elecciones de 2020 - Mario Cuomo, para expresar sus condolencias y su apoyo. Pero sí había tenido tiempo para culpar del ataque a la oposición demócrata y al sistema legal estadounidense.

El presidente, como suele ser habitual en él, presentó su tesis en píldoras de 140 caracteres en la red social Twitter. A las 7 y 24 de la mañana de Washington, tuiteó: "El terrorista vino a nuestro país por medio de lo que se llama 'Programa de Lotería de la Diversidad', una preciosidad de Chuck Schumer. Quiero un sistema basado en méritos", dijo, en referencia al jefe de la oposición demócrata en el Senado, el senador por Nueva York Chuck Schumer. Trece minutos después repitió el mismo esquema. "Estamos luchando duro por inmigración Basada en Mérito [sic]. Tenemos que ser MUCHO [sic] más duros".

Al mediodía dirigió su retórica al sistema legal del país. "Tenemos que crear castigos que sean más rápidos y más grandes que el castigo que estos animales están recibiendo ahora", dijo, al inicio de una reunión de su gabinete. Trump recurrió a las más puras esencias del populismo frente a las cámaras de televisión, al declarar que los sospechosos de terrorismo "van a juicio durante años y después sabe Dios qué pasa. Necesitamos justicia rápida y dura, más rápida y más dura que lo que tenemos ahora, porque lo que tenemos ahora es un chiste, da risa". Horas después, el presidente publicó un nuevo tuit en el que aseguraba desear la pena de muerte para autor del atentado.

Las palabras de Trump, más propias de una barra de bar que de una reunión de gabinete del líder del mundo libre, avanzan que el presidente va a usar el atentado en un momento en el que, según la consultora Gallup, sólo el 35% de los ciudadanos respaldan su gestión.

Y, para ello, vale todo. Porque lo único cierto en las afirmaciones de Trump es que Sayfullo Habibullaevich Saipov llegó a EU con el Programa de Lotería de Diversidad, o, como se la conoce popularmente en EU, la Lotería de Inmigración. El resto, es mentira. Un ejemplo: ese programa fue creado en tres pasos: 1987, 1989 y 1990, o sea, con los presidentes republicanos Ronald Reagan y George Bush 'padre'.

El sorteo de la 'green card'

En virtud de ese programa, cada año se sortean 50,000 visados de trabajo y residencia en EU a través de Internet en una lotería en la que participan 14 millones de personas en todo el mundo, lo que da una posibilidad de acertar del 0,3%. La Lotería fue creada con el objetivo teórico de diversificar la inmigración, pero en la práctica perseguía que los católicos norirlandeses pudieran escapar del Ulster en la época en la que esa región británica vivía una cuasi guerra civil. De hecho, sus promotores fueron senadores del Noreste de EU, donde se concentra esa comunidad. En aquella época, Schumer era un miembro de la Cámara de Representantes sin apenas poder.

Claro que en abril de 2013 Schumer sí trató, sin éxito, de legislar en relación a la Lotería de Inmigración. Literalmente, quiso acabar con ella, con un proyecto de Ley que nunca salió adelante. Tres meses más tarde, Schumer volvió a la carga. Unió sus fuerzas a las de otros 7 senadores - 3 de ellos demócratas, como él, y los otros 4 republicanos - para proponer una reforma total del sistema inmigratorio que incluía el cierre de la Lotería de Inmigración y la creación de un nuevo modelo, que daría primacía a la capacitación profesional de los solicitantes. O sea, la inmigración basada "en méritos" de la que habla Trump.

El plan fue aprobado con el voto de todos los senadores demócratas, y de varios republicanos. Pero no todos. Uno de los que se opuso fue el senador Jeff Sessions, al que Trump ha puesto, en su cargo de fiscal general, al frente del Departamento de Justicia Así que si el presidente quiere culpables del modelo de inmigración de EU, solo tiene que buscar en su propio gabinete. Tras ser aprobado por el Senado, el proyecto de ley pasó a la Cámara de Representantes. Nunca salió de allí. ¿La razón? Los republicanos se negaron incluso a considerarlo.

Lo mismo sucede con otras acusaciones de Trump, como la de la lentitud de la Justicia. Un ejemplo: el terrorista checheno Dzokhar Tsarnaev que puso una bomba en el maratón de Boston en 2013 fue condenado a muerte dos años después. El mayor Nidal Hasan, que asesinó a tiros a 13 compañeros de armas en 2009, fue condenado también a la pena capital cuatro años. Ningún terrorista está en "sabe Dios" dónde. Justo al contrario que las condolencias de Trump a su ciudad, que ayer seguían sin llegar.



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