Internacional - Economía

El TLCAN golpeó duro a El Paso, pero el fin del acuerdo por parte de Trump podría doler aún más

2017-11-13

En todo Estados Unidos, las empresas y comunidades que se ajustaron -a veces con dificultad- a los...

Por Ann Saphir

EL PASO, Texas, 13 nov (Reuters) - Los jeans que viste Estela Ortiz en los viernes informales son el último vestigio el trabajo que desempeñó durante 24 años en Levi Strauss, uno de los mayores empleadores de El Paso antes de que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) aplastara la industria textil de la ciudad.

El pacto comercial de 1994 ayudó a eliminar empleos como los de Ortiz y miles más en esta localidad fronteriza del oeste de Texas, ya que las plantas manufactureras de la zona partieron a México y otras partes, y las firmas impulsaron sus importaciones.

Pero Ortiz, al igual que muchos otros en El Paso, se ha acostumbrado ya a los cambios y ahora que el gobierno del republicano Donald Trump busca renegociar o acabar con el acuerdo comercial, lo que preocupa a muchos es si la eliminación del TLCAN puede generar un caos.

En todo Estados Unidos, las empresas y comunidades que se ajustaron -a veces con dificultad- a los cambios que introdujo el TLCAN se enfrentan a la posibilidad de nuevos problemas.

"Ya sufrimos algunos de los dolores de la globalización. Creo que, como país y como estado, ahora estamos en disposición de recoger las recompensas", dijo el presidente de la Reserva Federal de Dallas, Robert Kaplan, en una visita realizada el mes pasado a El Paso.

Kaplan afirmó que, en general, el comercio con México ha impulsado la competitividad y los empleos en Estados Unidos. "Si no tuviéramos esta relación comercial (... ) es probable que perdiéramos algunos de estos empleos en este hemisferio", dijo.

El acuerdo comercial, negociado por el gobierno del republicano H.W. Bush y concluido por el demócrata Bill Clinton, reformó la economía de El Paso para bien y para mal.

Pese a la fuga inicial de empleos, la ciudad de unos 680,000 habitantes tiene muchos más trabajos que antes de la firma del pacto entre Estados Unidos, Canadá y México, y el desempleo ha bajado.

Los nuevos trabajos son distintos a los anteriores, y los salarios en la zona no han subido tan rápidamente como en otras partes de Estados Unidos.

Después de que Levi Strauss cerró sus últimas plantas en Estados Unidos en 2002, Ortiz aceptó otro empleo en la industria textil. Despedida algunos años después, cambió de rumbo y terminó encontrando un trabajo temporal reclutando estudiantes para El Paso Community College.

Ortiz, de 61 años, tiene ahora un puesto a tiempo completo allí. Comparado con sus días en Levi Strauss, cuando era gestora de recursos humanos, la paga es "mucho menor", asegura. "Pero al menos (...) al ser una institución educativa, no puede verse tan afectada por el TLCAN".

EL EFECTO TLCAN

El Paso, una de las ciudades más pobres de Estados Unidos antes incluso del TLCAN, perdió 29,000 empleos manufactureros entre 1994 y 2016, según datos del Departamento del Trabajo. No obstante, no todos son atribuibles al pacto, ya que hubo otros factores, como diferentes acuerdos comerciales y un aumento de la automatización.

En los seis primeros años del TLCAN, el Departamento del Trabajo certificó que más de 22,000 trabajadores en El Paso perdieron su empleo por los adversos efectos del comercio. Desde entonces, se ha certificado la pérdida de unos 11,000 trabajos más. Al menos 17,000 de las pérdidas totales de empleo estuvieron relacionadas con cambios de la producción hacia México o por el aumento de importaciones desde México.

Un análisis de Reuters sugiere que el TLCAN también ralentizó el crecimiento de los salarios en El Paso, dejando el salario promedio de sus habitantes muy por debajo del resto de Estados Unidos. Los sueldos semanales promedio son el 69 por ciento del promedio nacional. En 1993, un año antes de la firma del TLCAN, eran del 75 por ciento.

"En el panorama más amplio posible, el TLCAN aportó probablemente un aumento muy menor de los sueldos reales en Estados Unidos", comentó John McLaren, de la Universidad de Virginia y coautor de un estudio en 2016 que documentó el efecto del TLCAN en los sueldos estadounidenses. "Pero para una importante minoría de obreros que ya tenían salarios más bajos, fue muy negativo (...) El Paso fue uno de los (lugares) más afectados", agregó.

El Paso, una ciudad situada a las orillas del río Bravo junto a la frontera con la localidad mexicana de Ciudad Juárez, se ha recuperado en cierta medida desde los primeros años del TLCAN. De hecho, de acuerdo a algunas medidas está incluso mejor de lo que estaba.

El desempleo ya era alto en El Paso antes del TLCAN y siguió así durante años, a veces en dobles dígitos, incluso aunque la mayor parte del resto del país se mantuvo en un rango de entre el 4 y el 5 por ciento.

Sin embargo, para 1999, eso estaba cambiando y el desempleo en El Paso se mantuvo de forma consistente por debajo del 10 por ciento, estrechando lentamente la brecha con el resto de Estados Unidos en los años siguientes. Desde la crisis financiera de 2008, el desempleo en El Paso se ha mantenido en general en el rango de un punto porcentual del promedio nacional y en los últimos meses ha estado por debajo.

"Este desarrollo es bueno", dijo Tom Fullerton, economista de la Universidad de Texas El Paso. "Cancelar el TLCAN no solo arruinaría perspectivas de ganancias económicas, sino que podría afectar mucho a prácticas empresariales existentes".

EMPRENDIMIENTOS TRANSFRONTERIZOS

Para algunos en El Paso, el TLCAN significó tener que cruzar la frontera para trabajar. Todos los días, Sergio Balderrama lleva su camioneta roja a Juárez para desempeñar su trabajo de gestor de materias primas en una planta que ensambla partes electrónicas para autos de GM, Audi, Hyundai y otros.

El empleador de Balderrama, la firma Firstronic LLC, con sede en Grand Rapids, Michigan, está avanzando en sus planes para expandir su producción en Juárez, que provee sobre todo a fábricas en México.

El presidente ejecutivo de Firstronic, John Sammut, indicó que está siguiendo al detalle las negociaciones del acuerdo.

"Si hay alteraciones económicas por el fin del TLCAN, podría afectar a muchos de nuestros clientes", comentó Sammut.

McLaren, que elaboró el estudio sobre los salarios tras el TLCAN, se mostró de acuerdo.

"Toda esta inversión se realizó con la idea de que el TLCAN sería permanente", señaló McLaren, sobre todo en referencia a la industria automotriz.

Una contracción de la inversión al sur de la frontera podría afectar a los residentes al norte de la misma, y no solo a los que, como Balderrama, trabajan en México.

Humberto Alcázar, de 51 años, que dejó su empleo de ingeniería en una fábrica en 1995 cuando trasladó su producción al extranjero, trabaja ahora en el sector inmobiliario, vendiendo grandes casas en un vecindario de El Paso poblado por los dueños de factorías en Juárez.

"Tengo una casa y un estándar de vida mejor", dijo Alcázar, pero le preocupa que si Trump cumple su amenaza de acabar con el TLCAN, los precios de los bienes suban y negocios como el suyo acaben sufriendo.



yoselin

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