Nacional - Seguridad y Justicia

Conmoción en México por el asesinato de un directivo de Televisa en un robo

2017-11-20

La primera declaración realizada por uno de los guardias asegura que pudo haber herido a uno...

Luis Pablo Beauregard, El País


El asesinato de Adolfo Lagos Espinosa, vicepresidente corporativo de telecomunicaciones de Televisa, ha conmocionado a México. El ejecutivo murió la tarde del domingo después de que dos sujetos armados lo asaltaron en un paseo en bicicleta por las carreteras cercanas a la zona arqueológica de Teotihuacán, en el Estado de México. El crimen fue condenado por buena parte del empresariado local, un influyente sector que desde la noche del domingo ha repudiado el acto y ha presionado al Gobierno federal para que no quede impune. “Lamento y condeno los hechos en los que perdió la vida Adolfo Lagos Espinosa”, escribió la tarde del domingo el presidente Enrique Peña Nieto en Twitter. El mandatario dijo que la Procuraduría General de la República (PGR), la Fiscalía general, auxiliará a las autoridades locales en “la investigación y detención de los responsables”. Gustavo de Hoyos, líder de Coparmex, la patronal mexicana, fue uno de los empresarios que repudió el homicidio y exigió al Gobierno acciones “contra la ola de inseguridad”.

La pronta condena del presidente y la intervención de la PGR en las pesquisas de la Fiscalía del Estado de México, una región gobernada por el PRI, deja clara la urgencia e importancia que este asesinato tiene para el Gobierno de Peña Nieto, una Administración que podría cerrar 2017 con su peor registro de homicidios. México ha sufrido en los primeros diez meses del año un agudo aumento de 23% en este tipo de delitos. Hasta octubre, las autoridades locales han contado 21,200 víctimas, 4,000 más que todo 2016.

Lagos Espinosa engrosa esta terrible estadística. El empresario era director general de Izzy, la compañía de televisión privada de Televisa, uno de los gigantes económicos mexicanos. El ingeniero egresado del MIT y estudios de posgrado en Stanford era un reputado hombre de negocios con 40 años de experiencia en instituciones bancarias como Santander y BBVA Bancomer, donde laboró 23 años. Era sobrino de Manuel Espinosa Yglesias, un reconocido banquero y empresario que fue director de Bancomer por más de dos décadas hasta que el Gobierno nacionalizó la banca, en 1982.

Alejandro Gómez, el fiscal general del Estado de México, una entidad de 17 millones de personas, asegura que el robo es la principal línea de investigación seguida por las autoridades. La Fiscalía ha basado la reconstrucción de los hechos en el relato que han dado los dos guardaespaldas que acompañaban a Lagos Espinosa en el paseo ciclista por la carretera Tulancingo-Pirámides, en los límites entre los Estados de México e Hidalgo. “En algún punto de la carretera, a un lado de la nopalera, de la terracería, salieron dos individuos que empiezan a forcejear con el señor Lagos y con su acompañante, un colaborador de él”, narró el fiscal a los medios mexicanos la mañana del lunes. Los sospechosos eran hombres de entre 30 y 35 años y llevaban gorra y capucha.

Los guardaespaldas viajaban en una camioneta detrás de los ciclistas, por lo que no pudieron oír el diálogo entre los presuntos asaltantes y sus víctimas. El guardia que iba sentado en el asiento del copiloto se dio cuenta de que uno de los sujetos estaba armado y abrió la puerta de la camioneta. “Se baja y acciona en un primer momento su arma de fuego. Después lo hace igualmente el otro escolta, el piloto, una vez que detiene la camioneta”, dijo el fiscal en el recuento de los hechos.
  
Gómez asegura que los guardias “escuchan una primera detonación” cuando se bajan de la camioneta. Ese impacto, suponen las autoridades, es el que hiere a Lagos en la zona del abdomen. Los escoltas del empresario repelen la agresión y huyen de nuevo hacia la terracería. Los asaltantes responden a los tiros de los guardaespaldas.

Lagos, herido y sangrando abundantemente, es subido a la camioneta. Los guardaespaldas pisan el acelerador rumbo al hospital de Villa de las Flores, en Coacalco, a 30 kilómetros de distancia del sitio donde se registró el enfrentamiento. Pero una llanta del vehículo comienza a perder aire y se ven obligados a parar. Cerca de una caseta encuentran una patrulla de la Policía Federal. Una ambulancia completa el traslado al hospital. Pero es demasiado tarde. Lagos perdió la vida cuando habían comenzado los trabajos en el quirófano. El ejecutivo tenía 69 años.

La primera declaración realizada por uno de los guardias asegura que pudo haber herido a uno de los presuntos ladrones. Este dato es importante para las autoridades. “Estamos haciendo un peinado completo de la zona para poder encontrar el rastro hemático y verificar si con eso podemos encontrar a esta persona lesionada”, afirmó el fiscal del Estado de México. La noche del domingo la policía hizo una búsqueda en hospitales de Pachuca, la capital de Hidalgo, la región colindante con el lugar de los hechos. Un hombre parecía cumplir con la descripción de los escoltas, pero el sujeto resultó no estar relacionado con el crimen. Autoridades de la Fiscalía han entrevistado a pobladores y han recuperado teléfonos celulares que han sido robados por algunos criminales que operan en esta zona de la carretera cercana a Teotihuacán. Las autoridades trabajan bajo mucha presión para resolver un crimen que podría convertirse en muchos dolores de cabeza para el PRI rumbo a las elecciones presidenciales de 2018.


 



regina

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