Internacional - Política

Los problemas de Merkel podrían traer dificultades para toda Europa 

2017-11-23

Macron ha sido claro respecto de que el bloque tiene un tiempo limitado para enderezar las cosas o...

Steven Erlanger, The New York Times


BRUSELAS – La Unión Europea ha tenido que lidiar desde hace mucho tiempo con el reto de ser dirigida por una Alemania dominante. Sin embargo, de pronto se ha dado cuenta de algo: lo único peor que una Alemania fuerte podría ser una débil.

No es que Alemania esté cayendo, pero el que la canciller Angela Merkel no pudiera formar un gobierno de coalición representa una profunda crisis de liderazgo para Europa y un prolongado periodo de incertidumbre en el momento en que menos puede permitírselo.

Las importantes decisiones sobre la eurozona, la migración, el asilo, la defensa y otras cuestiones —por no mencionar negociar la salida del Reino Unido del bloque— ya estaban en pausa hasta que pasaran las elecciones en Francia y Alemania este año.

Ahora seguirán aplazándose, en espera de que la lenta Alemania resuelva este nuevo dilema político.

El amenazante sentido de parálisis es un reconocimiento a la estatura que Merkel se ha ganado en sus doce años como canciller. Ella definió la respuesta de Europa a la crisis de la deuda europea. En el camino, ha despertado críticas sobre la altivez alemana. Sin embargo, también se ha ganado un respeto por su capacidad de forjar compromisos.

Ha sido fundamental para imponer estrictas sanciones a Rusia a causa de Ucrania y se ha ganado halagos en Europa por enfrentar tanto al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como al de Rusia, Vladimir Putin.

En pocas palabras, Merkel ha brindado un liderazgo indispensable en Europa. Cualquier debilitamiento de su posición política en casa, o preocupación nacional, constituye un serio golpe a un bloque que aún batalla por salvaguardar su futuro.

El dolor quizá sea más agudo para el ambicioso presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien ha presentado una impactante agenda para la reforma europea. Los planes de Macron siempre han dependido del apoyo de Alemania.

Macron es audaz, pero también es demasiado nuevo y otros líderes lo ven con escepticismo, incluyendo a algunos de Europa central, sobre que realmente pudiera “dirigir Europa”, si es que este continente de hecho puede ser dirigido.

“Aun debilitada interiormente, Merkel tenía gran autoridad fuera de Alemania y un estilo que se prestaba para la creación de coaliciones”, dijo Mark Leonard, director del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. “Tiene la capacidad de reunir a otros países para tomar acciones esenciales. Macron no puede hacer eso solo”.

Ahora que Merkel está debilitada y Alemania enfrenta la posibilidad de un gobierno provisional antes de las nuevas elecciones en la primavera, la reforma de la Unión Europea encarará otra vez un prolongado retraso.

Igual de importante es que los países clave de Europa —los Países Bajos, Francia y Alemania— bordearon muy de cerca la arremetida de las fuerzas populistas en las elecciones de este año. Italia y ahora Alemania, de nuevo, podrían enfrentar una prueba a principios del próximo año.

Macron ha sido claro respecto de que el bloque tiene un tiempo limitado para enderezar las cosas o enfrentará un peor resultado la próxima vez que haya elecciones.

“Es muy difícil para Macron”, dijo Leonard. “Tiene una ventana de un año, antes de que haya elecciones europeas, durante la cual sigue teniendo poder para intentar que se hagan las cosas”.

 

Macron ha puesto su destino político, y el de Europa, en la esperanza de una fuerte maquinaria francogermana para impulsar las reformas. Ese prospecto se ve más en duda en casi cualquier situación.

“Alemania sigue siendo bastante estable y un gobierno provisional puede tomar decisiones”, dijo Christoph von Marschall, de Der Tagesspiegel, un periódico. “Pero lo que esperábamos —una nueva dinámica porque Macron por fin tendría un socio para revitalizar la locomotora europea o la pareja francogermana— se ha pospuesto y eso es grave”.

Josef Janning, jefe de la oficina de Berlín del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, dijo que “Macron se está arriesgando a perder el ímpetu de su presidencia”.

Sus controvertidas reformas nacionales fueron justificadas en su país porque supuestamente generarían confianza en Alemania y más dinamismo en Europa. “Pero este discurso se está derrumbando porque Berlín no está respondiendo”, dijo Janning.

Los partidarios devotos de la salida del Reino Unido de la Unión Europea ven los problemas de Merkel como algo que ayuda a su causa: “La debilidad política del Estado más fuerte de la Unión Europea fortalece nuestra posición para negociar”, dijo Jacob Rees-Mogg, un miembro conservador del parlamento.

Sin embargo, el consenso europeo sobre las negociaciones del brexit sigue sin cambiar y es más probable que el Reino Unido padezca de una Merkel debilitada, menos capaz de argumentar ante sus colegas europeos, por lo que todos se benefician de otorgar concesiones para mantener una buena relación con Londres.

“No creo que haga mucha diferencia para el brexit a corto plazo, pues las posturas de varios partidos en Berlín tienen una línea bastante dura respecto de esos asuntos”, dijo Charles Grant, director del Centro para la Reforma Europea.

“Pero quizá sería importante a la larga, porque si las negociaciones se atoran, Merkel y Macron podrían intervenir para llegar a un acuerdo”, dijo. “Puede que eso no suceda si Merkel desaparece, porque la Unión Europea se acostumbró a que ella regañara a los demás para que hicieran las cosas”.

El dominio de Alemania sobre Europa continuaría, dijo Grant, “pero la credibilidad que Merkel construyó a lo largo de doce años, como alguien respetada por todos, eso sí podría desaparecer”.


 



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