Internacional - Seguridad y Justicia

Al Rauda, una masacre contra el talón de Aquiles de la seguridad del Sinaí 

2017-11-24

Asimismo, el 26 de julio de 2014 una mezquita sufí de la ciudad de Al Arish -capital de la...

Jorge Fuentelsaz

El Cairo, 24 nov (EFE).- La masacre perpetrada contra la mezquita sufí de Al Rauda, en la que han muerto 270 personas, ha golpeado el talón de Aquiles de la seguridad egipcia en el norte del Sinaí, Bear Al Abd, un pueblo poco protegido, a tan solo 50 kilómetros de una zona de exclusión militar.

"Han elegido un objetivo fácil", dijo hoy a Efe el analista del Centro de Estudios Políticos y Estratégicos Al Ahram, Mohamed Gomaa, en referencia a que los terroristas planearon su ataque en una población ubicada fuera del cinturón de seguridad impuesto por el Ejército egipcio en la región del Norte del Sinaí desde el 24 de octubre de 2014.

Además, Gomaa hizo hincapié en que las mezquitas en Egipto no están vigiladas por las fuerzas de seguridad, como sí ocurre con las iglesias, porque, hasta ahora, no habían sido blanco de atentados como el ocurrido hoy.

Precisamente, esta excepción es la que le lleva a pensar que ha sido el grupo terrorista Estado Islámico (EI), el que ha perpetrado este ataque, cuya autoría, no obstante, no ha sido asumida aún por ninguna agrupación.

Ello se explica, por un lado, porque en otros países el EI sí ha atentado contra templos musulmanes y, por otro, porque este grupo "considera infieles a los sufíes", una corriente del islam de carácter ascético y muy popular en Egipto, contra la que los yihadistas ya han actuado.

El 19 de noviembre de 2016 el grupo terrorista "Wilaya Sina" (Provincia del Sinaí en árabe), la filial egipcia del EI, publicó un vídeo de la decapitación de un destacado líder sufí del Sinaí, Abu Haraz, al que acusó de "practicar la magia".

Asimismo, el 26 de julio de 2014 una mezquita sufí de la ciudad de Al Arish -capital de la provincia del Norte del Sinaí- fue atacada con seis proyectiles RPG, sin que hubiera víctimas.

Precisamente, un asalto de este grupo en octubre de 2014 contra un puesto militar, en el que murieron 25 soldados, llevó al presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, a declarar el estado de emergencia en la zona que se extiende desde la ciudad de Al Arish -capital de la provincia Norte del Sinaí- hasta la ciudad de Rafah, en la frontera con Gaza.

Desde entonces, el Ejército y los militantes armados del EI han mantenido una guerra sin cuartel en esta franja de 50 kilómetros de largo, en la que han muerto cientos de personas, la mayoría de ellos supuestos terroristas y miembros de los aparatos de seguridad.

Las autoridades impusieron el toque de queda y un bloqueo informativo total en esta región del norte del Sinaí, e impiden el acceso a los medios de comunicación locales e internacionales.

Incluso las comunicaciones telefónicas con el resto del país han sido interrumpidas en numerosas ocasiones, como ahora, aludiendo motivos de seguridad.

El ataque de hoy fue perpetrado por un grupo de hombres armados que primero lanzó granadas de mano contra la mezquita Al Rauda, coincidiendo con la hora del rezo del viernes, día sagrado para los musulmanes y, posteriormente, tiroteó a los fieles.

"Es una zona débil en materia de seguridad", opinó también Ayman Samir, jefe de redacción del diario egipcio "Al Siyasa Masría", quien defendió la tesis del presidente egipcio, Adelfatah Al Sisi, de que el atentado es una represalia de los terroristas por las campañas de seguridad lanzadas por las fuerzas de seguridad.

En este sentido, Gomaa declaró que el éxito de la lucha contra el terrorismo "necesita tiempo" e insistió en que los "éxitos" logrados por las fuerzas de seguridad en las localidades de Al Arish, Sheij Zued y Rafah, situadas en la zona donde está vigente el estado de emergencia, había empujado a los terroristas a buscar este objetivo.

El analista del centro Al Ahram también opinó que el ataque se inscribe dentro de la campaña de propaganda del EI, como parte de la "competencia" que mantiene con otros grupos extremistas para atraer nuevos adeptos, y como un intento de mostrar que a pesar de las derrotas sufridas en Siria, Irak y Egipto el grupo sigue activo. 

ue "aproximadamente hay 270 muertos y 90 heridos", dijo el alcalde de la localidad, Nasrala Mohamed, en declaraciones a la televisión estatal egipcia, mientras que la Fiscalía General y medios oficiales cifran en 235 las víctimas personas y en 109 los heridos en el atentado, el más mortífero de la historia reciente de Egipto.

Según imágenes y vídeos difundidos en las redes sociales, se muestra una hilera de cuerpos alineados y ensangrentados en el interior de la mezquita.

La página de Facebook de la Unión de las Tribus del Sinaí (UTS) ublicó fotos del funeral, que comenzó recientemente, de las víctimas del ataque, y cifró, hasta el momento, en 300 los "mártires" del atentado, que todavía no ha sido reivindicado por ningún grupo extremista.

Según la fuente, entre los fallecidos hay al menos 25 niños, así como seis miembros de una misma familia, y por otro lado, tres hermanos.

Esta agrupación indicó a varios medios, entre ellos Efe, que los terroristas "han elegido este momento (para el ataque) por los preparativos del cumpleaños del profeta Mahoma, que será el próximo 30 de noviembre, y eligieron este lugar porque es un centro de educación en contra de la ideología extremista".

En un comunicado, la UTS adujo que los terroristas cerraron "las puertas de la mezquita y mataron a todos los que rezaban", y aseveró además que tras la llegada de las ambulancias a la zona, "un grupo escondido de terroristas dispararon y huyeron".

Los heridos han sido trasladados a diferentes hospitales en Al Arish, y otros a El Cairo, según dijo una fuente de seguridad a Efe.

La presidencia egipcia ha declarado tres días de luto nacional por las víctimas del ataque en la mezquita, y decenas de líderes mundiales han condenado este acto, como afirmó en un comunicado el presidente estadounidense, Donald Trump, que lo ha tildado de "cobarde".

Pocas horas después del atentado, el presidente egipcio, Abdelfatah Al Sisi, prometió en una alocución transmitida por la televisión estatal que las Fuerzas Armadas y la Policía "se van a vengar por nuestros hijos para recuperar la estabilidad, y vamos a responder a este acto con una fuerza brutal".

Una fuente de seguridad indicó a Efe que ya han comenzando las operaciones militares contra posiciones terroristas, pero no hay información por el momento sobre los lugares específicos donde se están llevando a cabo dichas operaciones.

Por otro lado, Mohamed Gomaa, analista del Centro de Estudios Políticos y Estratégicos Al Ahram, dijo a Efe que "el discurso de Al Sisi está pensando para los egipcios y no para el exterior, con el fin de levantar la moral", y para hacer ver a los egipcios que "la fuerzas de seguridad tienen la situación controlada".

De acuerdo con la televisión oficial egipcia, Al Sisi ha ordenado el pago de 200,000 libras egipcias (unos 11,300 dólares) a las familias de las víctimas mortales, mientras que 50,000 libras (unos 2.826 dólares) irán para las familias de los heridos.

En la provincia del Norte del Sinaí, donde está vigente desde 2014 el estado de emergencia, opera la rama egipcia del grupo yihadista Estado Islámico (EI), llamada Wilayat Sina, que se ha atribuido la mayoría de los atentados ocurridos en los últimos años en el país.

Las autoridades impusieron el toque de queda y un bloqueo informativo total en esta región del norte del Sinaí, e impiden a los medios de comunicación locales e internacionales acceder a esta zona.

Desde diciembre de 2016, Egipto ha vivido una serie de atentados contra los cristianos coptos y el país se encuentra en estado de emergencia desde abril por los atentados contra dos iglesias coptas en el delta del Nilo. 



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