Ciencia y Tecnología

Conozca las claves de la arquitectura sismorresistente

2017-11-26

No se trata de estructuras indestructibles, siempre está latente la posibilidad de que los...

Laura Virga

Una construcción resistente a los sismos es aquella que se diseña bajo ciertos parámetros estructurales: forma, dimensiones y materiales sólidos. La idea principal de este tipo de edificaciones es lograr que éstas soporten la acción de las fuerzas sísmicas, no sólo para preservar la construcción sino para proteger la vida humana.

No se trata de estructuras indestructibles, siempre está latente la posibilidad de que los terremotos o sismos sean más fuertes que lo previsto. Pero extremar los recaudos desde la arquitectura y la construcción contribuye a salvar vidas: las estructuras creadas bajo estos parámetros no son propensas a colapsar y pueden evitar que haya víctimas en una catástrofe.

A continuación se detallan cuáles son los principios de la sismorresistencia y las características que deben tener las construcciones para afrontar el impacto de los movimientos tectónicos.

1.- Formas regulares

Las formas asimétricas o demasiado complejas tienden a deformarse ante sacudidas o temblores. Las formas irregulares provocan que la estructura se mueva de manera desordenada y sea más difícil anticipar su comportamiento. En cambio, las estructuras simples tendrán tendencia a ser más resistentes ya que las fuerzas sísmicas se distribuirán de manera mucho más pareja.

2.- Cimientos adecuados y suelos sólidos

Los cimientos deben estar correctamente construidos para aportar seguridad y firmeza a toda la estructura. También es necesario analizar el tipo de suelo que se encuentra presente en el terreno a edificar, ya que los suelos blandos facilitan el tránsito de las ondas sísmicas y pueden amplificar su efecto.

La manera de contrarrestar terrenos demasiado blandos es construyendo muros de contención en las márgenes de la edificación para aportar sostén y evitar derrumbes  ante sismos o terremotos. Si se desea aportar aún más seguridad, se puede reforzar la tierra mediante la instalación de geosintéticos que distribuyen mejor el peso y tienen bajo nivel de deformación.

3.- Edificaciones livianas

Mientras menor sea el peso de la construcción, disminuye la fuerza que debe tolerar al momento de un sismo.  Las masas de gran tamaño se mueven de forma brusca al ser sacudidas y por ende actúan con mayor fuerza contra los materiales usados en la construcción. Si ésta es demasiado pesada tenderá a moverse como un péndulo invertido, provocando grandes tensiones y posibles fracturas en los muros.

4.- Estructuras rígidas

Ante la acción de un terremoto es necesario que la construcción se modifique lo menos posible. Las estructuras que sean demasiado flexibles pueden llegar a deformarse de manera pronunciada y por consiguiente, favorecer que se produzcan daños en muros o columnas.

5.- Construcciones estables

Además de ser firmes, los edificios necesitan conservar el equilibrio para soportar las vibraciones. Las estructuras inestables no sólo se pueden derrumbar; también pueden ocasionar daños contra edificaciones aledañas si éstas se encuentran demasiado cerca.

Si bien las catástrofes naturales son impredecibles, teniendo en cuenta estos conceptos se puede previsualizar lo que las edificaciones requieren para estar preparadas cuando sea necesario.



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