Migración
La trata en Libia, una de las prioridades para la cumbre euro-africana
Isaac J. Martín
El Cairo, 27 nov (EFE).- La trata de migrantes en Libia será una de las prioridades que tratará la Unión Europea (UE) con los miembros de la Unión Africana (UA) en una cumbre que les reunirá el próximo 29 y 30 de noviembre en Abiyán, la capital económica de Costa de Marfil.
Ante el escándalo tras la emisión de un vídeo de la cadena estadounidense CNN en el que se mostraba a inmigrantes subsaharianos siendo subastados como esclavos en un lugar no especificado de Libia, los países de la UE, de la UA y la ONU comenzaron a reaccionar y pedir explicaciones.
Además exigieron una investigación "urgente" y el establecimiento de un marco de actuación para los afectados por situaciones de esclavitud en Libia.
El comisario europeo de Migración, Dimitris Avramópulos, aseguró el pasado día 23 en Rabat que la UE ha emprendido contactos con los países vecinos de Libia para "gestionar mejor sus fronteras", dado que la situación en ese país es "caótica e inaceptable".
La UE, según Avramópulos, tiene como prioridad en Libia "proteger la vida de esos jóvenes desesperados que sufren en manos de los criminales", pero insistió en que "la Unión Europea hace lo que debe, pero no puede hacerlo todo sola".
El responsable europeo añadió convencido que esta cuestión será uno de los principales temas en la cumbre que tiene como tema este año: "Hay que invertir en la juventud para un futuro duradero".
Debido a esta situación, el activista de Amnistía Internacional para Libia, Mehdi bin Yusef, asegura a Efe que "la situación catastrófica de los migrantes y refugiados en Libia no es nueva".
Bin Yusef pide a ambas instituciones que "la protección de los migrantes en Libia" esté en el centro de las discusiones de Abiyán, en el que se espera que asistan 83 jefes de Estado y de Gobierno, que representarán a 55 países de África y a 28 de Europa.
Por su parte, la UA, quien calificó esta trata de "actos despreciables" y "prácticas inhumanas", ha reclamado a los Gobiernos de los países cuyos ciudadanos están afectados que se comprometan a apoyar la repatriación de sus inmigrantes en Libia.
Por el momento, Costa de Marfil, Ruanda y Camerún, entre otros, han empezado a hacerlo.
Aunque para Bin Yusef, este proceso "no puede ser una solución", ya que ese regreso "no es realmente voluntario".
También insiste en que "hay demandantes de asilo que han huido de sus países por miedo a persecuciones", por lo que devolverlos provocará que "corran riesgos y estén expuestos a abusos".
Por ello, pide a la UE una "política migratoria que respete los derechos humanos", pues "acordar más fondos para Libia no resolverá la situación".
La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) no dispone de cifras de inmigrantes indocumentados vendidos, pero sí de testimonios y de información de organizaciones libias y de activistas de derechos humanos, e incluso de fotografías que muestran que "esto está ocurriendo en diferentes partes del país".
"La inacción de las autoridades (libias) y su incapacidad de encontrar a los responsables de los abusos contra los migrantes ha creado un ambiente de impunidad total. Es más bien una cuestión de voluntad política que económica", concluye Yusef.
Por otra parte, el secretario de la institución oficial marroquí Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el marroquí Dris Yazami, afirma a Efe que la UE y UA "deben evidentemente tratar este tema", y lo que hay que hacer en Libia es "conjugar los esfuerzos de los Estados, de las agencias internacionales y de la ONU para poner fin a la detención de los migrantes y, a medio plazo, combatir de manera rigurosa las redes de trata de seres humanos".
El tema de la inmigración clandestina a Europa también afecta a los otros países que se emplazan en el norte de África como Marruecos, Argelia, Níger, Túnez y Egipto.
De hecho, después de que se haya estrechado el cerco sobre el movimiento migratorio desde las costas del norte de Marruecos o las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, así como en los demás países mediterráneos, muchos inmigrantes optan por la vía marítima a través de Libia ante la falta de control y seguridad en ese país.
Según los últimos datos ofrecidos por la OIM, 161.010 personas llegaron por mar a Europa de forma irregular en 2017, mientras que 2.991 perdieron la vida en el Mediterráneo, "la frontera más mortífera del mundo".
yoselin
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