Internacional - Política

Flynn confiesa, Trump más vulnerable 

2017-12-01

El Rusiagate hace temblar al presidente estadounidense Donald Trump: a casi un año de haber...

   
(ANSA) - NUEVA YORK, 1 DIC - El Rusiagate hace temblar al presidente estadounidense Donald Trump: a casi un año de haber llegado a la Casa Blanca lo abruma y mueve los cimientos de su poder.
    
En estas horas el mandatario es descrito como un león enjaulado, frustrado y furioso, incontenible en sus raptos de ira, contenido por sus estrechos colaboradores quienes temen "salidas" poco ortodoxas en Twitter o con periodistas que asedian la West Wing. El vuelco en las investigaciones se esperaba desde hace días: Michael Flynn decidió patear el tablero y frente al juez se declaró culpable y admitió haber mentido al FBI sobre dos encuentros mantenidos con el ex embajador ruso en Washington, Sergeri Kisylak, en diciembre pasado.

Pero lo que más preocupa a la Casa Blanca es que el ex consejero para la Seguridad Nacional se habría manifestado dispuesto a declarar en contra del presidente. Y, según dejaron trascender algunas fuentes, ya le habría explicado a los investigadores que la orden de contratar al diplomático ruso la recibió directamente de algunos responsables del equipo de Trump durante el período de transición de la presidencia de Barack Obama a la del republicano.

De repente, el ex general Flynn -quien podría ser condenado a cinco años de cárcel pero prometió su máxima colaboración con los investigadores- pasó de ser uno de los hombres más fieles de Trump a su peor pesadilla. Es la cuarta persona en ser acusada por el caso del Rusiagate, pero la primera que tuvo un rol de máxima importancia en la Casa Blanca. Y detrás de su cabeza podrían caer otras del círculo íntimo de Trump: la primera, la de su yerno, Jared Kushner, investigado desde hace tiempo.

También, la de Donald Junior. Tanto el esposo de Ivanka como el hijo mayor del presidente están también involucrados en las reuniones que mantuvo Flynn con el embajador Kislyak. Son dos los episodios sobre los que Flynn admitió haber mentido al FBI en enero pasado. En el primer encuentro con el diplomático ruso, el ex consejero para la Seguridad Nacional habría presionado para que Moscú ayudase a Estados Unidos e Israel a "asesinar" en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que condenaba los asentamientos israelíes en territorio palestino. Habría sido el premier israelí, Benyamin Netanyahu, quien le habría pedido a Trump que hiciera lobby en el Kremlin. En la segunda conversación, que terminó en la mira del fiscal especial Robert Mueller, Flynn habría discutido con Kislyak las sanciones estadounidenses a Moscú.

En especial, habría solicitado evitar una escalada en las relaciones con Washington tras las medidas anunciadas por el gobierno de Obama, destinadas a castigar a Rusia por sus interferencias en las elecciones presidenciales estadounidenses. La Casa Blanca parece tirar agua al fuego: "el caso Flynn involucra solo a él y a ninguna otra persona", aseguró un portavoz.
    
Pero en los pasillos se respira tensión. A tal punto que quedó en segundo plano el esperado almuerzo del presidente con el secretario de Estado Rex Tillerson, cuya posición parece cada vez más en el aire. El temor de contragolpes a la presidencia de Trump es tal, que tras la declaración de culpabilidad de Flynn, los mercados acusaron el impacto, con Wall Street a la cabeza, que tras días de récord fue protagonista de un estruendo: en pocos minutos el índice Dow Jones perdió más de 300 puntos.

Solamente el anuncio de que la reforma de impuestos estaría por llegar provocó algo de confianza en los inversores. Pero lo que debía ser una fiesta para Trump se transformó, de hecho, en una de las jornadas más negras de su mandato.



regina
Utilidades Para Usted de El Periódico de México