Internacional - Política

La ola de denuncias de asalto sexual se vuelve contra Donald Trump

2017-12-11

La controversia ha escalado un poco más después de que varias de las 13 mujeres que...

PABLO PARDO | El Mundo

"Soy consciente de la ironía del hecho de que yo me estoy yendo mientras la persona que alardeó en una grabación de su historial de asaltos sexuales se cuenta en el Despacho Oval de la Casa Blanca". El jueves de la semana pasada, el senador de la izquierda demócrata Al Franken se despidió con esas palabras de su cargo, después de haber sido acusado por varias mujeres de haberlas tocado sin su consentimiento antes de entrar en política, cuando era cómico.

Fue una carga de profundidad hacia el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha escapado hasta la fecha indemne de la epidemia de acusaciones de acoso sexual contra estrellas de Hollywood, políticos y periodistas, y que se ha cobrado la cabeza profesional de, entre otros, el productor más importante de Hollywood, Harvey Weistein, Franken, y tres miembros de la Cámara de Representantes pertenecientes al Partido Republicano.

Tras las declaraciones de Franken, las acusaciones contra Trump han cobrado ímpetu. Tres senadores demócratas han pedido la apertura de un proceso de destitución contra el presidente, como consecuencia de la famosa grabación en la que éste decía que a las mujeres había que "agarrarlas por el c..." y que "cuando eres famosos, te dejan hacerles todo". En su día, Trump se disculpó por sus palabras, que calificó como "una conversación entre hombres", pero en las últimas semanas ha afirmado que la grabación es falsa, algo que no tiene ninguna credibilidad. Incluso la persona que estaba con él cuando pronunció esas palabras, el presentador de televisión Billy Bush - primo y sobrino de los dos presidentes Bush - ha explicado en un artículo a The New York Times que la grabación es verídica.

La controversia ha escalado un poco más después de que varias de las 13 mujeres que han acusado a Trump de acosarlas sexualmente en el pasado hayan dado este lunes una rueda de prensa. Sus testimonios no aportaron nada nuevo al debate, pero sí han servido para poner en primera página el pasado del presidente. Después de la rueda de prensa, la senadora demócrata Kirsten Gillibrand, que ha liderado la campaña para forzar la dimisión de su correligionario Franken y es, además, una clara candidata a la presidencia en 2020, se sumó a las peticiones de que Trump dimita.

Los demócratas están encantados de poder atacar a Trump por la cuestión del acosos sexual, que hasta la fecha se ha cebado con ellos y con los sectores que les apoyan, como Hollywood y los medios de comunicación. Pero sus posibilidades de lograr la renuncia de Trump son menos que cero. El presidente no va a dimitir, y los republicanos, que controlan ambas cámaras del Congreso, no van a llevar a cabo ninguna iniciativa para destituirle. La percepción de los dos partidos del acosos sexual es muy diferente, como revela el hecho de que el candidato republicano Roy Moore sea el favorito a ganar hoy las elecciones a un escaño del Senado en Alabama, a pesar de numerosas evidencias de que mantuvo relaciones - eso sí, consensuadas - con menores de edad. Trump y el Partido Republicano respaldan a Moore, no porque las acusaciones en su contra sean falsas - eso es algo que nadie cree - sino por una cuestión puramente partidista.



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