Migración

La Unión Europea se debate entre la solidaridad y terminar con las cuotas de refugiados 

2017-12-14

Tusk pretendía lanzar una discusión sobre la futura reforma del Sistema Europeo...


Bruselas, 14 dic (EFE).- Los líderes de la Unión Europea (UE) evidenciaron hoy en una cumbre sus diferencias entre quienes piden eliminar en el futuro las cuotas obligatorias para reubicar a refugiados y quienes apuestan por mantener la solidaridad entre países.

En un debate de más de dos horas que según fuentes comunitarias fue "sobrio" y "franco", los países "no aportaron nuevos elementos" sobre sus posiciones, "ya claras", y mostraron su voluntad de llegar a un acuerdo para la reforma del sistema de asilo de aquí a junio de 2018.

La cumbre viene precedida por el enfrentamiento entre el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que cuestionó este martes el mantenimiento de cuotas obligatorias para reubicar refugiados, y la Comisión Europea (CE), que defiende este sistema.

El político polaco, según matizaron hoy fuentes comunitarias, al calificar las cuotas de ineficientes se refería a que el sistema de reubicación "no ha hecho nada para reducir el número de inmigrantes ilegales que llegan a Europa".

En ese sentido, las fuentes explicaron que desde septiembre de 2015 han sido reubicadas en Estados miembros 32,000 personas y, en ese mismo periodo, más de dos millones de personas han solicitado asilo en la UE.

Tusk pretendía lanzar una discusión sobre la futura reforma del Sistema Europeo Común de Asilo y no que sirviera como "excusa para que los países no implementen sus obligaciones legales existentes", añadieron.

A su llegada a la cumbre, la canciller alemana, Angela Merkel, reclamó la solidaridad entre los países de la UE en materia migratoria no sólo en "el ordenamiento y gestión" de los flujos migratorios, sino también entre los Estados del bloque.

También apostó por la solidaridad entre los socios comunitarios el presidente francés, Emmanuel Macron, quien declaró que se deben respetar los cuotas ya aprobadas para reubicar refugiados, y afirmó que no se puede caer "en un bloqueo excesivo", en referencia a la negativa de los países del Este a acoger refugiados.

Más crítico se mostró el canciller de Austria, Christian Kern, quien rechazó categóricamente que la reubicación de refugiados mediante cuotas sea ineficaz y divida a los socios.

"Es incomprensible para nosotros, pues la Unión Europea consiste en que aprovechamos juntos las ventajas y nos repartamos la carga. No puede ser que uno no colabore cuando no le gusta la carga, la cooperación conjunta no puede funcionar así", dijo.

Por el contrario, los países de Visegrado (Hungría, Eslovaquia, Chequia y Polonia) dijeron alinearse con la propuesta de Tusk, tras una reunión con el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni.

"Rechazamos absolutamente la idea de las cuotas porque creemos que no funcionan, son ineficaces", aseguró el primer ministro eslovaco, Robert Fico, convencido de que han dividido a la Unión Europea.

Añadió que no existe "un derecho humano para viajar a la UE" y que en este momento no hay consenso entre los socios comunitarios para reformar el sistema de asilo.

Tusk abogó por el "consenso" entre los países para encontrar un nuevo sistema migratorio.

El presidente del Parlamento Europeo (PE), Antonio Tajani, consideró la posibilidad de que la reforma se adopte por "una mayoría amplia" sin "pretender la unanimidad".

Juncker, al término de la reunión de hoy, declaró que los países tienen que "examinar las propuestas" de la CE "que están en la mesa" y, en caso de no llegar a un acuerdo "por consenso, no se excluye" aprobar la reforma por mayoría.

En septiembre de 2015, los Veintiocho se comprometieron a reubicar a 160,000 solicitantes de asilo desde Grecia e Italia en 24 meses, siguiendo un esquema de cuotas de reparto por países que nunca ha contado con el favor de los países del Este, como Polonia, Hungría y la República Checa.

En su última reunión del año, los líderes también dieron la bienvenida a la puesta en marcha oficial el pasado lunes de la nueva cooperación estructurada permanente (PESCO) a la que se han adherido 25 Estados miembros (entre ellos, España) para poder cooperar de forma más ambiciosa en el ámbito militar.

En materia internacional, se acordó de forma unánime prolongar otros seis meses las sanciones económicas a Rusia por su papel en la crisis en el este de Ucrania, introducidas inicialmente en julio de 2014, y se reafirmó el compromiso europeo con la solución de dos Estados para el conflicto entre Israel y Palestina. 



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