Internacional - Política

Las reservas de los alemanes ante el modelo de Gobierno en minoría

2017-12-18

El argumento de que en muchas otras partes del mundo, el ejemplo más cercano es el de los...

Rodrigo Zuleta


Berlín, 17 dic (EFE).- La idea de crear un Gobierno de minoría es algo que suscita reservas en Alemania -en parte por razones históricas y en parte por motivos prácticos- y esto ha vuelto a verse con claridad tras el último resultado electoral y las dificultades para formar un nuevo ejecutivo.

Tras el fracaso de las negociaciones para formar una alianza tripartita entre cristianodemócratas (CDU), verdes y liberales (FDP) y las reservas de parte del Partido Socialdemócrata (SPD) de reeditar la gran coalición con los conservadores, la posibilidad de un Gobierno en minoría ha vuelto a discutirse.

No obstante, la canciller alemana, Angela Merkel, ha dejado claro que es escéptica ante esa variante, lo mismo que muchos otros representantes de la CDU, puesto que considera que no garantiza estabilidad.

El argumento de que en muchas otras partes del mundo, el ejemplo más cercano es el de los países escandinavos, funcionen sin contratiempos gobiernos minoritarios no parece encontrar mucha acogida entre los escépticos.

En al ADN político alemán hay un profundo temor a la inestabilidad, como una herencia de los vaivenes de la República de Weimar (1918-1933), que terminó conduciendo a la destrucción de la experiencia democrática tras la I Guerra Mundial y al ascenso del nazismo.

"La inestabilidad política de la República de Weimar se asocia a los gobiernos de minoría", explicó el politólogo Martin Pfaffenrot en una entrevista con la revista "Vorwarts", tradicional órgano de difusión del SPD.

De los 19 gobiernos que hubo en Alemania durante los 25 años de la República de Weimar, 12 fueron minoritarios, en parte por la incapacidad de los partidos democráticos de lograr compromisos para formar alianzas entre ellos.

Ese recuerdo ha elevado prácticamente a la categoría de dogma en la política alemana la idea de que los partidos democráticos han de ser capaces de formar coaliciones amplias para garantizar la gobernabilidad.

En la historia de Alemania, a nivel federal ha habido cuatro episodios en los que durante unas pocas semanas se han mantenido Gobiernos de minoría en etapas de transición.

La última vez fue en 1982, cuando el socialdemócrata Helmut Schmidt presidió durante 14 días un Gobierno de minoría después de que se rompiera la coalición con el Partido Liberal (FDP) que luego se alió con los cristianodemócratas para elegir canciller a Helmut Kohl.

A nivel regional ha habido más casos, aunque la mayoría de ellos han sido también en fases de transición.

Una excepción notable se dio en Sajonia-Anhalt (este de Alemania) donde el socialdemócrata Reinhard Höppner gobernó en minoría entre 1994 y 2002, primero aliado con Los Verdes y luego en solitario, con el apoyo tácito en el parlamento del postcomunista Partido del Socialismo Democrático (PDS).

El modelo de tolerancia o modelo de Magdeburgo, como se conoce ese caso en alusión a la capital de Sajonia-Anhalt, ha vuelto a ser considerado entre los sectores del SPD como una posible salida a la situación actual.

Con ello, el SPD apoyaría puntualmente un Gobierno de Merkel sin entrar en una coalición.

Merkel, sin embargo, no es partidaria de negociar proyecto legislativo por proyecto legislativo sino que quiere una alianza clara, guiada por la repulsa instintiva a los Gobiernos de minoría y también por algunas consideraciones prácticas.

En primer lugar, dicen quienes rechazan el modelo del Gobierno en minoría, en Alemania el ejecutivo ya tiene suficiente trabajo en buscar compromisos con los estados federados, para tener mayoría en la cámara alta (Bundesrat), donde están representados los 16 Gobiernos regionales.

Agregarle a ello dificultades en la cámara baja (Bundestag) podría generar una permanente situación de bloqueo legislativo.

Además, entre muchos miembros de la CDU, según declaraciones recogidas por la revista "Manager", se teme que los compromisos a los que se vería forzado permanentemente un Gobierno en minoría le salgan muy caros al fisco alemán. 



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