Internacional - Política

Macri saca adelante la reforma de las pensiones ante una Argentina en pie de guerra

2017-12-19

En el frente político ocurre algo similar. La ley de reforma de las pensiones ha salido...

CÉSAR G. CALERO | El Mundo

Con un país indignado, miles de personas protestando en las calles, una huelga general en marcha y cientos de policías disparando balas de goma y gases lacrimógenos a diestro y siniestro, el Congreso de los Diputados ha aprobado a primera hora de este martes el millonario recorte al sistema de pensiones que reducirá los ingresos de millones de jubilados el año que viene. El presidente conservador Mauricio Macri saca así adelante su reforma con un alto coste político y un rechazo social que ha supuesto el regreso de las caceroladas a las principales ciudades de una Argentina en pie de guerra.

El recorte de las pensiones supone un ahorro para las arcas del Estado de unos 100,000 millones de pesos (unos 5,000 millones de euros). Para Macri, se trata de la piedra angular de su plan de ajustes para 2018 que prevé reducir el abultado déficit público del país. Para más de siete millones de jubilados y otros tantos millones de personas que reciben subsidios, el ajuste les reducirá su poder adquisitivo el año que viene al modificarse la fórmula que calcula los aumentos de esas prestaciones.

La aprobación de la ley, que ha salido adelante con 128 votos a favor y 116 en contra, ha generado las mayores protestas en el país desde la denominada crisis del campo en 2008, cuando los productores agrícolas y ganaderos paralizaron el país durante varias semanas en protesta por la subida de las retenciones a las exportaciones agrícolas decretada por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. En esa ocasión, un amplio sector de la clase media se sumó a la protesta y volvió a sacar a la calle las célebres cacerolas que habían sonado en 2001. La medida de Kirchner fue finalmente rechazada en el Parlamento.

Anoche ocurrió algo similar en las calles. A las protestas masivas de los movimientos sociales, reventadas por algunos grupos violentos que se enfrentaron a la policía y convirtieron Buenos Aires en un campo de batalla, se sumaron las caceroladas de vecinos que salieron de madrugada a la calle de manera espontánea al grito de "¡Con los viejos, no!". Las caceroladas comenzaron en barrios de clase media de Buenos Aires, zonas en las que la coalición conservadora Cambiemos arrasó en las recientes elecciones legislativas.

Las protestas del jueves pasado y de ayer han dejado decenas de manifestantes y policías heridos y más de cien detenidos. La Central General del Trabajo (CGT), convocó ayer una huelga general de 24 horas que no fue refrendada por todos los gremios que conforman la principal central sindical del país. Mientras los aviones, trenes y metro están paralizados, los autobuses funcionan con normalidad. Una muestra de la fractura que vive el peronismo sindical entre aquellos dirigentes que se oponen frontalmente a la política económica de Macri y los que prefieren mantener canales de diálogo con la Casa Rosada.

En el frente político ocurre algo similar. La ley de reforma de las pensiones ha salido adelante con los votos del oficialismo y de un puñado de diputados peronistas de provincias. Macri había atado un acuerdo con varios gobernadores para que apoyaran su reforma. Los dirigentes regionales se jugaban mucho. La Casa Rosada maneja la caja presupuestaria con la que las provincias se proveen de fondos para pagar sus salarios y servicios públicos. El jueves pasado hubo un conato de rebelión parte de algunos de esos diputados y la sesión tuvo que suspenderse sin el quórum necesario para el debate. Hubo empujones, insultos y algún intento de agresión. Macri estuvo a punto de firmar un decreto urgente y sortear así al Congreso. Finalmente dio marcha atrás ante el fuerte rechazo social que habría generado una decisión de esa naturaleza. Durante el fin de semana el Gobierno volvió a reunirse con los gobernadores peronistas y alcanzó un acuerdo que incluía el pago de un bono a los jubilados por una única vez. "Son migajas", respondieron desde la oposición. Ese bono le costará al Gobierno sólo el 5% del ajuste de las pensiones.

Pese a las masivas movilizaciones y a las caceroladas, la sesión parlamentaria de ayer continuó durante toda la noche y se ha aprobado a primera hora de la mañana. Con una ciudad sitiada por la policía y destrozada por los violentos disturbios, Macri gana finalmente la batalla política en el Congreso. Queda por ver a qué precio.



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