Derechos Humanos

La dificultad de acceso a la ayuda humanitaria en Siria empeoró en 2017

2017-12-21

Egeland compareció ante la prensa tras reunirse con un grupo de países que tienen...

 

 

Ginebra, 21 dic (EFE).- Las trabas para el acceso a la ayuda humanitaria fueron mayores en 2017 que el pasado año, superando los peores pronósticos y revelando el desinterés de los países que deberían influir en el Gobierno de Damasco sobre esta cuestión, reconoció hoy un alto responsable de Naciones Unidas.

El responsable en la ONU de la ayuda humanitaria a las localidades asediadas en Siria, Jan Egeland, recordó que en 2016 pensaban que la situación no podía empeorar, "pero estábamos equivocados, porque en muchos aspectos este año ha sido todavía peor", admitió.

Egeland compareció ante la prensa tras reunirse con un grupo de países que tienen influencia en el conflicto sirio y a los que describió un panorama "muy sombrío", que incluye el caso de localidades asediadas donde los niños están raquíticos por la falta de alimentos que las fuerzas gubernamentales no permiten entregar.

A lo largo de este año, los civiles sirios se vieron forzados a dejar sus hogares por la violencia unas 2,6 millones de veces, frente a los 2 millones que se contabilizaron en 2016

El peor periodo corresponde al de octubre-noviembre, coincidiendo con las operaciones militares para expulsar al movimiento yihadista Estado Islámica de Raqa y Deir el Zur, los últimos centros urbanos que controlaba en Siria.

Egeland expresó su frustración porque durante buena parte de este año la ONU sólo pudo llegar con ayuda del 10 al 20 % de civiles en zonas asediadas, donde vive cerca de medio millón de personas con unas necesidades urgentes de asistencia.

Este mes, la ONU no ha obtenido ningún permiso de Damasco para entrar a zonas asediadas.

Además, en Siria "los equipos médicos, el material quirúrgico y las medicinas han sido removidas total o parcialmente de todos los convoyes de ayuda de la ONU en 2017, como ocurría antes", explicó.

Sobre el rol de los países influyentes en este conflicto, particularmente Rusia -que a lo largo del año prometió varias veces a la ONU que intercedería ante el Gobierno sirio para abrir las rutas humanitarias- Egeland aseguró que "pueden y deben hacer más".

La evolución del conflicto armado también hizo que muchos sirios refugiados o desplazados internos se plantearan retornar a sus viviendas, lo que hicieron 720.00 personas.

De ellos, 450,000 retornaron a Alepo, donde hace un año el Ejército sirio ganó la batalla contra los grupos rebeldes que controlaban la ciudad.

"Muchas familias están deliberando actualmente si retornan o no", dijo el representante de la ONU, quien aseguró una cuarta parte de ellos ha decidido volver, mientras que el resto quiere integrarse en el lugar donde se encuentran. 



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