Internacional - Política

Johnson pide "pasar página" a las injerencias rusas en Occidente

2017-12-22

Lo cortés no quita lo valiente. Johnson denunció que "hay muchas pruebas de la...

Ignacio Ortega


Moscú, 22 dic (EFE).- El ministro de Exteriores del Reino Unido, Boris Johnson, denunció hoy las injerencias rusas en los procesos electorales en Occidente, pero acto seguido pidió "pasar página" por el bien del mundo.

"Serguéi, temo por su reputación. Creo que es muy importante que usted reconozca los intentos rusos de interferir en nuestro referéndum (sobre el "brexit") y elecciones", dijo Johnson en una rueda de prensa a su colega ruso, Serguéi Lavrov.

Lo cortés no quita lo valiente. Johnson denunció que "hay muchas pruebas de la injerencia de Rusia en las elecciones en Alemania, Dinamarca, Francia y Estados Unidos", pero consideró que ha llegado el momento de "pasar página".

"Dichos intentos (de injerencia) deben quedar atrás. La gente quiere que las elecciones sean libres y democráticas y transcurran sin interferencia exterior. Estoy seguro de que Lavrov también apoyaría tales comicios", señaló.

En cuanto a su país, matizó que "no hay ninguna prueba de una exitosa injerencia rusa en las elecciones en el Reino Unido".

"Sea como fuese, no tuvieron éxito. Puede estar seguro de que eso es muy importante. Considero que si esos intentos hubieran tenido éxito, las cosas serían completamente diferentes", indicó.

Mientras Johnson no dejaba de bromear, Lavrov puso al mal tiempo buena cara e insistió en que ni el Reino Unido ni EU ni ningún otro país ha podido aportar pruebas sobre la interferencia rusa en sus elecciones.

"Sigo queriendo recibir pruebas de que nosotros interferimos, pero en vano. Sin pruebas es muy difícil hablar. Considero que ustedes inventaron todo eso (...) y ahora son rehenes de ese tema", dijo.

Recordó que decenas de personas han sido interrogadas en EU, pero nadie ha aportado "pruebas concretas" y recalcó que Rusia no ha cometido ningún acto de agresión contra el Reino Unido.

"En cambio, hemos escuchado acusaciones, algunas incluso bastante ofensivas, de que apoyamos un régimen criminal en Siria, que somos agresores, que somos ocupantes, que anexionamos territorios ajenos", recalcó.

Johnson, que había cancelado en dos ocasiones sendas visitas a este país, en uno de los casos por el agravamiento de la situación en Siria, es el primer jefe de la diplomacia británica que viene a Rusia en cinco años.

Pese a las sanciones de Occidente pasaron por Rusia los ministros de Exteriores de los principales países occidentales -EU, Francia, Alemania, España y la Unión Europea-, pero la primera ministra británica, Theresa May, no parecía dispuesta a dar su brazo a torcer.

Con todo, Johnson derrochó hoy buen humor y, pese a que tampoco ha ahorrado críticas contra Rusia desde que asumiera el cargo en julio 2016, aseguró incluso que es un "rusófilo" que tiene ancestros en muchos países, incluida Rusia.

"Estoy seguro de que soy el primer secretario de Exteriores británico que se llama Boris", comentó, lo que despertó las risas de los presentes.

A su vez, aseguró hoy que, pese a las grandes diferencias en asuntos como Siria, Ucrania, las actividades rusas en el ciberespacio y las violaciones de los derechos humanos en Chechenia, desea mejorar las relaciones bilaterales con Rusia, cuyo estado calificó de "lamentable".

"No hay duda alguna de que quiero mejorar las relaciones entre nuestros pueblos. Pero eso no significa que debamos obviar las dificultades que encaramos en estos momentos. Es una tragedia que las cosas no vayan bien. Es una triste verdad", insistió.

Reconoció que el hecho de que no viniera hasta ahora a Moscú se debe a que las relaciones entre Moscú y Londres atraviesan "momentos difíciles", que comenzaron con el asesinato en 2006 en Londres del antiguo agente del KGB Alexandr Litvinenko.

"Tenía muchas razones para venir. No tiene sentido sentarse en una esquina y quejarse permanentemente del otro. Debemos hablar", afirmó.

Aludió a que, aunque no coinciden en todo en la crisis de Corea, ambos no quieren que Pyongyang disponga de misiles intercontinentales, y lo mismo pasa con Siria, donde ambos países apoyan "la paz y el progreso" del país árabe.

Recordó que en 1943 al entonces primer ministro británico, Winston Churchill, y el dirigente soviético, Iosif Stalin, también estaban enfrentados, pero fueron capaces de sentarse en la misma mesa de negociaciones en Teherán durante la Segunda Guerra Mundial.

Lavrov criticó a Londres por suspender toda cooperación antiterrorista con Moscú después del caso Litvinenko, del que Londres responsabilizó indirectamente al jefe del Kremlin, Vladímir Putin.

En respuesta, Johnson mostró una libreta con el logo del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), con el que los servicios de seguridad británicos reanudaron hoy la cooperación con vistas al Mundial de fútbol de Rusia 2018.

"Lo ven. Esto demuestra que estamos hablando", dijo y subrayó: "Hay muchas cosas en las que podemos hablar" y "todas las razones del mundo para incrementar la confianza" entre ambos países. 



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