Internacional - Seguridad y Justicia

El ELN retoma los ataques y se diluye la posibilidad de otro cese al fuego en Colombia

2018-01-10

Los ataques también sucedieron pocos días antes de la visita a Colombia del...

Nicholas Casey, The New York Times

MEDELLÍN — La frágil paz en Colombia recibió una sacudida este miércoles después de que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) atacara una base militar y un oleoducto apenas horas después de que terminara un cese al fuego bilateral con el gobierno, que duró 102 días.

No se reportaron víctimas mortales en los ataques, pero el hecho de que ocurrieran muestra los retos que todavía enfrenta el país ahora que el gobierno busca negociar con el ELN un acuerdo de paz como el que alcanzó en 2016 con las Farc, ahora convertidas en un partido político.

Los ataques también sucedieron pocos días antes de la visita a Colombia del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres; una visita que tiene como fin examinar el cumplimiento del proceso de paz.

Como respuesta a los ataques, el gobierno colombiano se retiró de la mesa de diálogo con el ELN apenas un día después de haber iniciado las conversaciones para tratar de alcanzar, probablemente, otro cese al fuego.

“Estuvimos siempre dispuestos a prorrogar el cese al fuego con el ELN”, dijo el presidente Juan Manuel Santos. “Inexplicablemente se negaron y hoy reanudaron ataques terroristas”. El mandatario dijo que le ordenó al jefe negociador Gustavo Bell que regresara de Quito, donde se realizaban las conversaciones, para “evaluar el futuro del proceso”.

En 2016, Santos fue nombrado Premio Nobel de la paz por la negociación con las Farc. Expertos en materia de seguridad afirman que el ELN es mucho menos organizado y más ideológico que las Farc y que Santos, cuyo mandato termina este año, tiene pocos caminos para alcanzar un pacto con un grupo que parece poco interesado en poner fin a sus ataques.

“El ELN está desconectado de la realidad electoral”, dijo Jairo Libreros, profesor de la Universidad Externado de Colombia que estudia al grupo guerrillero. “Creen que ante los actos de violencia la sociedad va a levantar la voz para pedir que el gobierno firme el acuerdo de paz”.

A medianoche hubo una redada en una base militar en el departamento de Arauca, al este del país; los comandos del ELN lanzaron granadas a los soldados que resguardaban un punto de control e hirieron a varios de ellos. El otro ataque fue cerca de Aguazul; el gobierno dijo que se trató de un bombazo a un oleoducto.

En un comunicado, el ELN defendió su decisión de retomar los ataques. Allí denunciaron que el propósito del cese al fuego era “mejorar la situación humanitaria de la población” y que no había sido alcanzado “por la actitud del régimen”.

“De nuestra parte cumplimos con los objetivos del cese”, dice el comunicado, donde también afirman que “los incidentes” sucedieron “en medio de la compleja situación de conflicto que sufre el país”, pero que eso no debe alterar “el curso de las conversaciones para lograr una salida política”.

El grupo pidió retomar el diálogo pero no ofreció otro alto al fuego.

Pocos en Colombia creían que el cese iba a cumplirse. Fue anunciado a finales de agosto, antes de la visita del papa Francisco al país, y fue visto como temporal porque se consideraba una concesión al pontífice.

Libreros señaló que el cese fue violado en dos ocasiones por lo menos, incluida una masacre a finales del año pasado en la que murieron más de doce personas, entre ellas un líder indígena, en la zona de Tumaco.

El poderío del ELN, fundado en 1964, ha caído en Colombia en los últimos años debido a deserciones y al combate por parte de las autoridades. Algunos analistas estiman que no hay más de mil personas en las filas de la guerrilla.

No obstante, esta se convirtió en el mayor grupo rebelde de Colombia tras el acuerdo de paz con las Farc e intentó asumir el liderazgo de la lucha marxista en el país.

La insistencia del ELN en seguir luchando reduce la esperanza de que se logre un acuerdo de paz, incluso si se reanuda el diálogo, advirtió Camilo González Posso, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).

“En el gobierno hay sectores que creen que es un desperdicio porque no llevará a nada”, dijo González. “Y en el ELN creen que el gobierno no va a cumplir y que con el cese al fuego están perdiendo terreno”.



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