Ecología y Contaminación

El valor de la naturaleza: mucho más que sus productos

2018-01-18

Pero para cuidar y conservar los ecosistemas es necesario conocer todas sus contribuciones, no solo...

Elena Camacho

Madrid, 18 ene (EFE).- Desde siempre, la naturaleza nos ha aportado alimentos, agua limpia y aire puro pero, muchas veces, lejos de ver los beneficios intangibles de los recursos naturales, el ser humano se ha limitado a ver los ecosistemas como fuente de productos de bienes y servicios, es decir, como una mercancía.

Lamentablemente, esta visión simplista y sesgada de la naturaleza ha sido la base de la mayoría de las políticas y decisiones que hasta el momento han marcado la gestión y el uso de los recursos naturales en gran parte del mundo.

Pero para cuidar y conservar los ecosistemas es necesario conocer todas sus contribuciones, no solo desde el punto de económico o científico, sino también desde una perspectiva social, cultural o antropológica.

Así lo advierte hoy un artículo publicado en Science y firmado por una treintena de expertos del IPBES, la Plataforma Intergubernamental de Naciones Unidas sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas, y que ha sido liderado por el investigador senior Unai Pascual, del Ikerbasque de BC3 (Basque Centre for Climate Change) y la profesora de la Universidad Nacional de Córdoba y CONICET (Argentina) Sandra Díaz.

Integrado por 128 países de todo el mundo, el IPBES es un organismo independiente que proporciona informes periódicos, métodos y herramientas para promover el uso sostenible de la biodiversidad y los ecosistemas del planeta y ayudar a su protección.

"Nuestra labor es similar a la que realiza el Panel de Expertos del Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas pero centrada en la protección de la biodiversidad", explicó Unai Pascual a Efe.

La creación de este organismo internacional surgió de la necesidad de vincular la naturaleza con la calidad de vida de las personas, aunque el precursor del IPBES fue un informe publicado en 2005 que daba cuenta del estado mundial de los ecosistemas.

"Ese año, auspiciados por Naciones Unidas, un equipo interdisciplinar de miles de científicos publicó la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, en el que daban su visión sobre el estado mundial de los ecosistemas: su evolución, degradación y las consecuencias para el ser humano", relata Pascual.

El informe supuso un punto de inflexión para la llamada ciencia de la sostenibilidad y "de él nació una idea innovadora: analizar los servicios ecosistémicos, es decir, todo lo que el ser humano recibe de los ecosistemas", detalla el investigador.

Detallar los servicios o el valor de los ecosistemas puede ayudar a los gestores públicos y privados a mejorar las políticas e iniciativas sobre el uso y la protección del medio ambiente.

Y es que, "durante más de una década, las políticas sobre la naturaleza han estado dominadas por el conocimiento de las ciencias naturales y la economía", señala Sandra Díaz.

Sin embargo, "ahora procuramos incorporar mucho más los aportes de las ciencias sociales y también de otros sistemas de conocimiento, como los de las comunidades locales y pueblos indígenas", puntualiza Díaz a Efe.

Para el presidente del IPBES, Robert Watson, es importante que "la gente entienda mejor el valor total de la naturaleza para asegurar su protección y uso sostenible".

Y es que "la naturaleza ofrece una abundancia de bienes y servicios esenciales, como alimentos, protección contra las inundaciones y muchos más, pero también tiene un rico significado social, cultural, espiritual y religioso, que también debe ser valorado en la formulación de políticas".

Tanto las próximas evaluaciones regionales del IPBES sobre la biodiversidad y los ecosistemas y su impacto sobre la calidad de vida, que serán aprobados en marzo, como el siguiente informe mundial del IPBES, previsto para 2019, incluirán por primera vez esta nueva perspectiva pluralista de las contribuciones de la naturaleza a las personas. 



regina