Mujeres

Melania Trump, la dama triste 

2018-01-18

Un figura que se mueve inquieta por las habitaciones del departamento presidencial y por los...

   
(ANSA) - NUEVA YORK, 18 ENE - En la caótica Casa Blanca de Donald Trump hay un rostro triste, el de la ex modelo y primera dama Melania Knvas, a lado de un presidente que está en el ojo de la tormenta constantemente.
    
Un figura que se mueve inquieta por las habitaciones del departamento presidencial y por los pasillos de la West Wing, donde el clima es cada vez más más sombrío y pesado.
    
Según cuentan los bien informados, incómoda con un marido de carácter brusco e imposible de manejar.
    
Melania es bien distinta de la radiante Michelle, llena de energía y enamorada que fue la protagonista absoluta de los ocho años de mandato de Barack Obama. Ni siquiera la creciente popularidad y la proximidad a Jacqueline Kennedy como ícono de estilo parecen devolver a Melania la sonrisa perdida.
    
Hace un año, cuando para la familia Trump comenzó la aventura en Washington, corrieron las voces de una Melania "prima donna" reacia, además de la mujer maltratada e infeliz, remisa a dejar Nueva York.
    
"Una mujer trofeo", como la describiría el magnate en privado, al menos según cuenta Michael Wolff en el libro "Fire and Fury (Fuego y Furia)".
    
Y las presuntas historias extramatrimoniales de Trump, que reaparecieron en estos días, no hacen otra cosa que empeorar el cuadro.
    
La mirada fea que le dirigió hace un año al marido durante la ceremonia del día de asunción pareció confirmar la tesis de una pareja "despareja", mantenida unida solo por el inesperado triunfo del magnate.
    
Una tesis reforzada en el curso de los doce meses por mil episodios, leídos como la espía de una relación cada vez más fría y objetada.
    
El último de ellos es de hace pocos días, cuando las cámaras de televisión inmortalizaron al millonario inmobiliario subir corriendo la escalera del Air Force One, poniéndose al reparo bajo un gran paraguas, indiferente de la mujer y el hijo Barron, que detrás de él, caminaban bajo la lluvia.
    
Desde hace meses en las redes sociales circula el hashtag #FreeMelania, con solidaridad por la primera dama que en el tiempo se transformó en un creciente y motor de simpatía.
    
Y si "The Donald" es el presidente menos amado de la historia estadounidense, los sondeos dicen hoy que Melania es hoy la figura más popular de la Casa Blanca, con una aprobación que supera el 54%. Incluso más que Ivanka, la hija predilecta del magnate de la cual la primera dama debe constantemente cuidarse la espalda para defender su rol.
    
Un rol que algunos quisieran tener al margen, con Melania que en los 12 meses dejó una marca más por su vestimenta y el chisme que por sus escasas intervenciones.
    
Todos dispuestos a evaluar en los mínimos detalles cada mirada, cada gesto entre ella y su marido. Y a debatir sobre la decisión de la ex modelo nacida en Eslovenia de hacerse vestir por estilistas europeos como Dolce & Gabbana, Valentino, Dior, sin olvidar los infaltables tacos aguja de Louboutin.
    
A muchos les gusta ver en esa decisión como un pequeño desafío al magnate, a su mantra del América Primero. Pero hay que recordar que tantos estilistas estadounidenses desde el comienzo se negaron a vestir a la primera dama, temiendo quedar envueltos en la enorme impopularidad de Trump.
    
Entre los comentaristas hay quien cree que Melania tiene los papeles en regla para poder, tarde o temprano, remontar vuelo.
    
Pero a cambio de que decida ser más osada, aún a riesgo de ir contra la corriente. Muchas mujeres, en plena tormenta sobre las molestias sexuales, la están esperando.


 



regina
Utilidades Para Usted de El Periódico de México