Internacional - Política

El silencioso resurgir demócrata un año después de Trump

2018-01-21

Aprobar en el Congreso una reforma fiscal de gran calado ha sido la gran victoria legislativa del...

Raquel Godos

Washington, 20 ene (EFE).- Tras un año de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y la sonada derrota electoral de Hillary Clinton, el Partido Demócrata no cuenta todavía con un claro líder nacional, pero en estos últimos doce meses ha buscado un resurgir silencioso, escuchando de nuevo a sus bases y cosechando victorias.

Aun con el Congreso también en contra, las minorías demócratas en la Cámara Baja y en el Senado han bloqueado de forma bastante efectiva las iniciativas legislativas de la agenda de Trump, especialmente en lo referido a la derogación de la Ley de Salud Asequible impulsada por su predecesor, Barack Obama.

"La estrategia demócrata de obstruir la agenda política del presidente parece haber sido parcialmente exitosa", explicó hoy a Efe el profesor de Ciencia Política de la Universidad Nothern Iowa, Christopher Larimer.

"En cuanto a la reforma tributaria, si bien el partido logró crear demoras y suscitar preocupación entre los votantes, no pudieron evitar su aprobación. El éxito de su estrategia general también dependerá en gran parte de cómo se desarrolle la crisis de cierre del Gobierno", apuntó el experto.

El futuro político de los demócratas, especialmente de cara a las elecciones legislativas de este año dependerá, en gran medida, de cómo se desarrolle la crisis del cierre del Gobierno que comenzó la pasada noche, después de que el Congreso fuera incapaz de llegar a un acuerdo presupuestario que lo impidiera.

"Si el Partido Republicano lo vende como culpa de los demócratas por no estar dispuestos a negociar, eso podría perjudicar al Partido Demócrata. Sin embargo, creo que será extremadamente difícil para el Partido Republicano convencer a los no republicanos de que es culpa de los demócratas", subrayó.

"Al menos en los cierres anteriores -sentenció el analista-, el partido que tiene la mayoría tiende a ser culpado".

Aprobar en el Congreso una reforma fiscal de gran calado ha sido la gran victoria legislativa del mandatario en este año, pero se ha estrellado en numerosas ocasiones con el Legislativo, también por desacuerdos en propia bancada.

A golpe de decretos y órdenes ejecutivas, el multimillonario ha conseguido cumplir, o al menos avanzar hacia sus promesas de campaña, pero los demócratas se han encargado de generar un movimiento mayor de sus bases, visible en los altos índices de desaprobación que registra el magnate en todas las encuestas.

"La aprobación presidencial y del partido del presidente generalmente predicen significativamente los resultados de las elecciones legislativas a mitad de mandato y, en este momento, ambos muestran datos en contra el Partido Republicano", agregó Larimer en referencia a los comicios que tendrán lugar este noviembre.

A juicio de Samara Klar, profesora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Arizona, para muchos de los seguidores del multimillonario, Trump ha tenido éxito en el intento de cumplir sus promesas electorales, como la reforma fiscal o limitar la inmigración, pero a su juicio los índices de aprobación demuestran que esto "le está dando mucha energía al Partido Demócrata".

Los demócratas, recuerda la experta, ya han visto avances electorales importantes al ganar la Gobernación en Virginia o arrebatar el escaño que dejó vacante el fiscal general, Jeff Sessions, en el muy conservador estado de Alabama, y "ciertamente pretenden mantener ese impulso en las próximas elecciones".

"Los estadounidenses están hartos en gran medida de las disputas partidistas y la división política, por lo que Trump ya está bien servido de cumplir sus promesas y debería enfocarse en el compromiso bipartidista", argumentó.

Los demócratas han delineado su estrategia apelando a las bases y a la resistencia social, dejando en manos de sus líderes del Congreso, Chuck Schumer en el Senado, y Nancy Pelosi en la Cámara de Representantes, la batallas dialécticas del día a día.

Nombres como los de las senadoras Kamala Harris o Elizabeth Warren entran en las quinielas como posibles rivales Trump en las elecciones presidenciales de 2020, y con más fuerza aún suena el del exvicepresidente Joe Biden.

Pero los demócratas, claramente, han elegido trazar su camino desde un bajo perfil, un resurgir silencioso desde su labor opositora a la agenda del magnate en vez de ensalzar a un candidato que podría desgastarse demasiado antes de llegar a 2020.



JMRS