Internacional - Política

Hielo en visita de Erdogan sobre temas principales con Europa

2018-02-05

Algunos de los cerca de 150 manifestantes de la sentada frente al Castillo de Sant'Angelo,...


(ANSA) - ROMA, 5 FEB - La visita a Italia del presidente Recep Tayyip Erdogan mantuvo hoy el hielo existente en las relaciones de Turquía con Europa, con reuniones al máximo nivel y la distancia en temas cruciales como derechos humanos, crisis en Siria, migración y terrorismo.
    
Los nudos principales no pudieron desatarse y posiblemente era lo esperado por todas las partes en este momento, por lo que el paso del mandatario por Roma solo subrayó las posiciones propias tanto de Italia como de Turquía.
    
Sin embargo, Erdogan dejó detrás de sí algunas polémicas políticas particularmente encendidas en plena campaña electoral local y disturbios callejeros, en una capital italiana blindada al extremo. Al menos dos manifestantes fueron arrestados durante una protesta violenta contra Erdogan, informó la policía.
    
Algunos de los cerca de 150 manifestantes de la sentada frente al Castillo de Sant'Angelo, cerca de la Basílica de San Pedro, atacaron a los agentes, aseguró un comunicado policial.
    
El presidente turco se reunió este lunes con el papa Francisco, con el presidente de la República, Sergio Mattarella, y con el primer ministro, Paolo Gentiloni, mientras desde la Unión Europea llegó un claro mensaje de cerrazón frente a Turquía.
    
Holanda anunció el retiro de su embajador en Ankara, mientras Erdogan en todos sus encuentros no retrocedió un milímetro en relación a los cuestionamientos internacionales por la situación en su país, ni sobre la intervención militar turca contra los kurdos en el norte de Siria, a los que consideró "terroristas" sin medias tintas. Igual respuesta obtuvo de sus interlocutores, pues con Mattarella la larga conversación "franca y respetuosa" reveló en el lenguaje diplomático la frialdad y el mantenimiento sin avances de las distintas posturas.
    
La posición italiana en línea con la europea fue destacada por Gentiloni en un también largo cara a cara con Erdogan, en el que afrontaron de modo "franco" temas claves para las relaciones turcas con la Unión Europea.
    
Se habló de la cuestión siria, el tema migratorio y la situación en Libia, la lucha al terrorismo y el estado de los derechos civiles, así como del trabajo de periodistas y las actividades de las ONG en suelo turco, dijeron fuentes del gobierno italiano. No se ocultaron las profundas divergencias bilaterales y tampoco es cierto que se haya evitado cualquier contacto con la prensa, agregaron.
    
La única débil señal emitida por Erdogan fue la liberación, justo en el día de su visita, de médicos arrestados en días pasados generando la indignación de la comunidad internacional.
    
Sin dudas muy poco y hasta quizás una simple coincidencia temporal. Permanecen en pie las relaciones bilaterales, pues Turquía es un país importante en el plano económico, como demostró la cena con empresarios que cerró la jornada romana de Erdogan, y por ello Italia demostró interés en mantener abierto el diálogo.
    
La importancia económica de Turquía se hace extensiva a toda la Unión Europea, que busca mantener en este aspecto los canales abiertos de la mejor manera posible.
    
Uno de los pocos temas que no generó divisiones, el estatus de Jerusalén, estuvo en el centro de la reunión del mandatario turco con el Papa, un encuentro de casi una hora en el Vaticano, tras la iniciativa unilateral del presidente estadounidense Donald Trump de reconocerla como capital de Israel.
    
Luego conversaron también de la situación en Turquía, la recepción de refugiados y el conflicto sirio. Tal vez el mensaje más elocuente, al final de un encuentro definido como "extremadamente amigable" por el entorno de Erdogan, haya sido el obsequio del Papa: un medallón que representa al ángel de la Paz estrangulando al demonio de la Guerra.
    
Con el trasfondo de la campaña electoral italiana, el líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, definió como "una vergüenza el hecho de que Italia hospede al representante de un régimen extremista sanguinario, de un país islámico en los hechos, donde la religión prevalece sobre la ley".
    
Nicola Fratoianni, de Izquierda Italiana, definió la visita como "una página triste que podía evitarse", mientras que Fabio Massimo Castaldo, del Movimiento Cinco Estrellas, consideró "inaceptable extender alfombras rojas para quien pisotea los derechos civiles y políticos de sus propios conciudadanos".


 



regina