Internacional - Seguridad y Justicia

Reanudan juicio a exmilitares por masacre en El Salvador

2018-02-09

El juez Jorge Guzmán Urquilla reabrió la investigación de la matanza a...


SAN SALVADOR (AP) — Un tribunal de justicia reanudó el jueves el juicio contra los altos mandos de las fuerzas armadas de El Salvador durante la guerra civil para que respondan por la masacre de El Mozote en 1981, que dejó un registró oficial de 978 víctimas, entre ellas 553 niños.

El juez Jorge Guzmán Urquilla reabrió la investigación de la matanza a petición de organizaciones como la asociación “Tutela Legal ’Dra. María Julia Hernández?, luego de que la Corte Suprema del país derogara la Ley de Amnistía General de 1993 que impidió que los delitos de lesa humanidad y los crímenes de guerra fueran investigados.

Al inicio del juicio, Guzmán Urquilla citó a 18 exmilitares, incluidos el entonces ministro de Defensa y el antiguo jefe del Estados Mayor Conjunto de las fuerzas armadas, pero no todos comparecieron. Los que se presentaron negaron su participación en la matanza alegando que muchos archivos se perdieron durante la guerra y otros fueron destruidos.

El abogado de los afectados, David Morales, dijo a los periodistas que por primera vez “las victimas están presentado sus testimonios como sobrevivientes sin ser coaccionados como lo fueron en la época de los años 90 por el propio sistema judicial”.

Morales afirmó que en el caso de la masacre de El Mozote y lugares aledaños “la evidencia testimonial es contundente”, porque después de más de 36 años de la matanza “tenemos sobrevivientes que vieron, que oyeron, que perdieron sus familias y que ahora se constituyen como pruebas testimoniales”.

Aseguró que los sobrevivientes han probado la participación de la fuerza armada, la colaboración de la fuerza aérea, de la Brigada de Artillería e “identifican claramente que se trataba de tropas del Batallón Atlacatl, inclusive de (el coronel) Domingo Monterrosa”.

La masacre se registró entre el 11 y 13 de diciembre de 1981 a unos 120 kilómetros al este de la capital salvadoreña, durante una operación del ahora extinto batallón Atlacatl, entrenado en tácticas de contrainsurgencia en Estados Unidos. Los soldados entraron a la zona en busca de las unidades de la guerrilla, pero algunos de ellos mataron a civiles.

Muchos cuerpos de las víctimas fueron tirados en el interior de una iglesia y luego les prendieron fuego. En una de las fosas, los forenses encontraron 136 esqueletos de niñas y niños, con un promedio de edad de seis años.

Un informe de la Comisión de la Verdad de Naciones Unidas, divulgado en 1983 luego de la firma de los Acuerdos de Paz que pusieron fin a la guerra civil, responsabilizó de la masacre al coronel Monterrosa, entonces comandante del batallón Atlacatl, así como al jefe de operaciones, el coronel Azmitia y a otros seis oficiales entre capitanes y mayores que no fueron juzgados bajo el amparo de la ley de amnistía promovida por el presidente Alfredo Cristiani (1989-1994) después de divulgarse el documento de la ONU.

Monterrosa y Azmitia murieron en El Mozote el 23 de octubre de 1984, cuando un helicóptero en el que volaban explotó en el aire por una bomba colocada por la guerrilla.


 



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