Nacional - Seguridad y Justicia

Niños, eslabón más frágil en cadena de violencia en México

2018-02-12

Las organizaciones de defensa de los derechos de la infancia y los expertos coinciden en que...

Por Marcos Romero

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 12 FEB - Los niños se han convertido en México en el eslabón más débil de la cadena de la violencia y al menos tres mueren cada día en medio del torbellino sangriento que envuelve a este país desde hace 11 años tras estallar la llamada "guerra contra el crimen".
    
Las organizaciones de defensa de los derechos de la infancia y los expertos coinciden en que dejaron de ser víctimas del "fuego cruzado" de los enfrentamientos para volverse blanco de los ataques directos. En qué momento ocurrió este salto no se sabe con precisión, pero se sospecha que fue en 2001 cuando los empresas criminales se dieron cuenta que infundir terror era un ingrediente indispensable para lograr sus objetivos.
    
"Para que una mafia local logre cobrar derecho de piso (cuota extorsiva) o cualquier tipo de amenaza, se requiere generar terror y una frontera que han cruzado para hacerlo es asesinando a niños", señaló Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim).
    
"También son presa de mafias que los utilizan para trabajar", señaló Pérez, al indicar que entre 2001 y 2004 se registraron 2 muertes diarias de niños en promedio, de acuerdo con cifras oficiales, pero la cifra se elevó a 2,7 entre 2007 6 2010 y a 3 entre 2013 y 2016.
    
Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) México se ubica en el quinto lugar en el ranking mundial en asesinatos de niños, después de Nigeria, Brasil, India y República Democrática del Congo".
    
El activista lamentó que mientras los grupos delictivos cuentan con "alto poder de fuego" y actúan "con mucha ferocidad", las instituciones de seguridad y justicia son "totalmente ineficaces, no investigan y mucho menos castigan".
    
El Instituto de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) reportó entre 2001 y 2004 unos 3.392 niños asesinados, mientras que entre 2007 y 2010 pasó a 4.018 y entre 2013 y 2016 a 4.509.
    
Las causas de muerte que contabiliza este organismo público son diversas y van desde traumatismo y abuso sexual, hasta heridas de armas de fuego o ataques con instrumentos punzocortantes.
    
El Redim calcula que unos 30,000 niños cooperaban en "actividades como extorsión, tráfico de personas, piratería (producción y venta de artículos de imitación) y narcotráfico".
    
Una de las actividades más comunes asignadas a niños sobre todo en las zonas más golpeadas por la violencia es el de "halcón" o vigilante de los movimientos de bandas enemigas o de las fuerzas de seguridad.
    
Las organizaciones criminales pagan a menores de edad para que les reporten en tiempo real cualquier presencia de elementos de seguridad para lo cual les ponen a su disposición radios y teléfonos móviles.
    
Lo más preocupante es que los niños, empeñados en ascender rápido en el escalafón del crimen, de pronto pasan de meros vigías a "sicarios" o matones a sueldo, que actúan en forma sanguinaria para demostrar ante sus superiores que son capaces de ganarse este puesto.
    
"Jóvenes sicarios. La generación desechable: vivir rápido y morir joven", tituló un artículo reciente la revista "Ciencia UANL" de la Universidad Nacional Autónoma de Nuevo León, en el estado norteño del mismo nombre.
    
El texto señala que en los últimos cinco años las bandas criminales han intensificado el reclutamiento de adolescentes en las principales ciudades del país, para usarlos como "carne de cañón".
    
Martín Pérez reprochó al gobierno haber hecho caso omiso a las recomendaciones internacionales para "cambiar de estrategia contra la delincuencia y fortalecer instituciones de impartición de justicia".
    
De un promedio de 10 denuncias ante la fiscalía sólo llegan a alcanzar sentencia 3, según el estudio de Redim.
    
Otro activista de la organización civil, Carlos Cruz, presidente de Cauce Ciudadano, se mostró también alarmado por el fenómeno del "asesinato de jóvenes por otros jóvenes".

    "Creemos que éste es un momento muy delicado para el país. Lo que se está construyendo es un andamiaje de la naturalización del homicidio", expresó.



JMRS
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