Derechos Humanos

La situación de Oxfam es "muy seria"

2018-02-15

 La situación generada por el escándalo sexual protagonizado por miembros de Oxfam en...

Por Catalina Guerrero

Madrid, 15 feb (EFE).- La situación generada por el escándalo sexual protagonizado por miembros de Oxfam en Haití "es compleja", "muy seria, nos preocupa y necesita una reacción rápida", dijo en una entrevista con Efe la directora general de Ayuda Humanitaria y Protección Civil (ECHO) de la Comisión Europea (CE), Monique Pariat.

En su primer viaje a Madrid desde que asumió el cargo hace dos años y medio -enmarcado en una ronda por capitales europeas-, Pariat se centró en exponer a las autoridades españolas la propuesta de Bruselas de un sistema europeo de lucha contra catástrofes (rescUE).

"Oxfam es uno de nuestros grandes socios, forma parte de las organizaciones humanitarias con las que trabajamos en varios países. Tenemos una serie de proyectos que financiamos con Oxfam, por tanto sí, Oxfam es un socio importante para nosotros", reconoció la responsable de ECHO.

No obstante, la Comisión Europea tiene "tolerancia cero" ante comportamientos que no se adecúen a sus "muy exigentes" códigos de conducta, advirtió la francesa Pariat, cuya oficina gestiona unos 1,000 millones de euros anuales en ayuda humanitaria.

El escándalo de Oxfam ha sacudido al sector humanitario tras conocerse que miembros de esta oenegé en Reino Unido contrataron a prostitutas en Haití tras el devastador terremoto de 2010.

La CE examina "qué medidas se han adoptado desde entonces" por Oxfam y si la ayuda humanitaria europea "ha podido verse afectada por esos comportamientos o utilizada en ese contexto", precisó Pariat.

"No puedo avanzar qué medidas vamos a adoptar, pero disponemos de una panoplia que va desde la suspensión de pagos hasta la anulación del convenio de colaboración", detalló, y a renglón seguido apostilló: "pero Oxfam es un socio importante y eso también hay que tenerlo en cuenta".

"Tenemos -añadió la directora de ECHO- contratos de colaboración con Oxfam en diferentes países, no solo en el Reino Unido, también en España, en Holanda o en Bélgica. Esta situación es compleja, pero es muy seria, nos preocupa y necesita una reacción rápida".

Bruselas sigue el caso "muy de cerca" y "si es necesario adoptará las medidas oportunas", aunque por el momento trata de "tener la visión más clara posible de la amplitud del problema, ya sea en el caso de Oxfam o de otras organizaciones", señaló, en alusión también a Médicos sin Fronteras, que reconoció este miércoles 24 casos de abuso o acoso sexual entre sus trabajadores en 2017.

"Un abuso sexual es algo inaceptable, sean cuales sean las circunstancias o la organización, y vemos que ninguna se salva de este fenómeno, pero es aún más perjudicial en una organización humanitaria porque esperamos que proteja a la gente vulnerable, por tanto es aún más inaceptable y más escandaloso", denunció Pariat.

En cuanto a su otra cartera, la protección civil, el principal objetivo ahora de Pariat es conseguir que los miembros de la UE den su visto bueno "antes de final de año" a RescUE, un ambicioso plan para "dotarnos de una auténtica respuesta europea" ante catástrofes como incendios, inundaciones, seísmos o epidemias o ataques bacteriológicos, químicos o nucleares, detalló.

Se trata de crear una "capacidad suplementaria" al actual mecanismo de protección civil europeo, que desde su creación en 2001 ha asistido en más de 400 catástrofes dentro y fuera de la UE, pero cuyas "limitaciones", según Pariat, quedaron patentes durante los incendios forestales del pasado verano en Europa.

Según concretó, la propuesta de la Comisión contempla un plan de prevención y una reserva de capacidades a nivel europeo con aviones de lucha contra incendios, sistemas de bombeo de agua, material de salvamento, hospitales de campaña o equipos médicos de urgencia.

Al contrario que el mecanismo europeo de protección civil, que puede ser activado en cualquier parte del mundo, RescUE estaría limitado a los miembros de la UE y a los países terceros que participan en este mecanismo: Islandia, Noruega, la antigua república yugoslava de Macedonia, Montenegro, Serbia y Turquía.

Solo en 2017, más de 200 personas murieron en catástrofes naturales en Europa y más de un millón de hectáreas de bosque resultaron destruidas por las llamas. 



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