Salud

Si comes mucho chocolate te salen granos: ¿leyenda o realidad?

2018-02-19

Pero el estudio al que se refiere nuestro experto -que tuvo como sujeto un grupo de 25 varones con...

 

El País | Es más que posible que en la adolescencia -y normalmente cuando te pillaban con las manos en la tableta- hayas oído alguna vez eso de “no comas chocolate, que te van a salir granos”. Una frase que últimamente hemos dejado de oír, en parte porque ya no vamos con la Super Pop bajo el brazo, en parte porque algunos estudios no encontraron que la relación entre ambas cosas fuera concluyente. Desde un estudio de diseño cruzado realizado en una prisión en 1969 a un grupo de 65 personas, a otro de 2014 realizado por el Doctor José Luis Estebaranz, de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, en el que concluían que el empeoramiento de las lesiones estaba relacionado con el aumento de la ingesta calórica, no en el chocolate per se.

Pero su retirada del banquillo de los acusados ha sido corta: los últimos estudios vuelven a ponerlo en el punto de mira. Una buena noticia para la juventud: el segundo factor al que históricamente se ha acusado de favorecer los granos, el onanismo, está limpio de toda sospecha. El tercero -el chorizo- se consume en una zona tan concreta que no hay estudios al respecto, así que puedes seguir dándole al ibérico (con moderación).

Empecemos por aclarar que el acné es una enfermedad que afecta a los poros de la piel, produciendo una alteración de su funcionamiento. Es un proceso relativamente frecuente que, además de producir molestias, afecta a la imagen y la autoestima: suele darse en adolescentes y personas jóvenes, aunque en ocasiones mucho menos frecuentes puede también darse en adultos e incluso en recién nacidos. Sus lesiones suelen aparecer en la cara, pero pueden extenderse al cuello, escote y espalda. Preguntamos al Dr. Alejandro Martín-Gorgojo, dermátologo en Clínica Dermatológica Internacional y autor de un blog especializado en el tema, por la relación -o no- entre el chocolate y estas lesiones. “Los resultados de los estudios son dispares”, matiza, “pero parece que los últimos vinculan el consumo de chocolate -negro o con leche- con el empeoramiento del acné de algunas personas”.

El matiz sobre el chocolate negro no es casual, ya que sería fácil pensar que, en el caso de usar otro tipo de chocolate con más grasas o azúcares, estos fueran los culpables del empeoramiento. Pero el estudio al que se refiere nuestro experto -que tuvo como sujeto un grupo de 25 varones con tendencia a acné a los que se dio 25 gramos diarios de chocolate durante un período de cuatro semanas- consumió chocolate con un 99% de cacao, y observó un agravamiento del acné al finalizar este período.

Pero sigue existiendo controversia sobre cuál es el componente que más afecta del chocolate. “Dado que se ha achacado el empeoramiento con el consumo de lácteos -sobre todo desnatados- y alimentos con alto índice glucémico, muchos estudios han intentado elegir el chocolate negro más puro posible para intentar eliminar estos posibles factores de confusión”, matiza el Doctor Martín-Gorgojo. “Hace unos años habríamos pensado que el exceso de azúcar o las proteínas presentes en los lácteos pero, gracias a ellos -y a estudios como el anteriormente referenciado-, actualmente pensamos que posiblemente los flavonoides tengan un papel más importante, al contribuir a un aumento de inflamación y empeoramiento del acné”. ¿Y qué son los flavonoides? Pues unos compuestos de las plantas que, al consumirlos, tienen diversos efectos sobre las personas: la mayoría, muy buenos -como protegernos de la oxidación, ser cardiotónicos o proteger la mucosa gástrica- y algunos, no tanto.

Nuestro nutricionista de cabecera, Juan Revenga, también apunta a datos que relacionan de manera bastante convincente que la relación entre los estilos de vida y el acné existen, en especial cuando se considera que la prevalencia del acné es notablemente inferior en poblaciones no occidentalizadas. "Además de los factores genéticos es posible que haya elementos propios del estilo de vida moderno que favorezcan su aparición o cuando menos su agravamiento (el estrés parece ser también un elemento a tener en cuenta). Sin embargo, aun no se ha dado con la clave de esta relación de manera concluyente".

El Doctor Martín-Gorgojo nos facilita otro estudio respecto al consumo de chocolate que resulta particularmente curioso (y aclaratorio). Fue publicado en la revista de la Academia Americana de Dermatología en julio de 2016 y el grupo de estudio fueron 50 estudiantes de universidad voluntarios, a los que dieron 15 Jelly Beans o una barra de chocolate con leche y, tras dejar un período de 48 horas, contaron el número de lesiones de acné. Tras cuatro semanas de descanso, repitieron las observaciones asignando la opción contraria a la que inicialmente les había tocado, y pudieron constatar que el chocolate aumentaba significativamente las lesiones de acné, mientras que las Jelly Beans -con carga de azúcar similar a la barra de chocolate- no produjeron un aumento tan importante.

¿Significa eso que podemos lanzarnos de cabeza a comer KitKats como si no hubiera un mañana? Evidentemente, no: el Doctor Martín-Gorgojo cree que “un chocolate con menos procesado es probablemente más sano para nuestro organismo; tomado, por supuesto, con moderación”. ¿Significan los estudios anteriores que cualquiera que coma chocolate tendrá acné o, si lo tiene, le empeorará? Tampoco: este empeoramiento con el chocolate y determinados alimentos se da en algunas personas, pero no en todas. “Ya hay algunos trabajos que apuntan a marcadores en sangre que podrían contribuir a identificar quiénes pueden tener más problema, como este realizado en Korea”.

Así que, de nuevo, todo apunta al chocolate como potencial empeorador del acné. A pesar de eso nuestro experto no cree que deban establecerse restricciones alimentarias, “ni prohibirse determinados alimentos si no existe una contraindicación clara para su consumo (por ejemplo, por alergia o si su consumo excesivo implica un evidente empeoramiento de un problema cutáneo)”. Por ello, no existen unos consejos de hábitos alimentarios rígidos ni puede proponerse un listado de alimentos estándar, pero pone de manifiesto “la importancia de una dieta equilibrada y evitar el exceso de alimentos procesados y comida basura para tener menos acné. Lo óptimo en cualquier persona -incluidas aquellas con acné- es llevar unos hábitos de vida saludables que, por supuesto, incluyen una dieta equilibrada”. Revenga coincide en que "los efectos del consumo esporádico de chocolate (o de miel, dulces, etc.) con respecto al acné pasarían más o menos inadvertidos siempre y cuando se consumiera en el marco de una ingesta con índice glucémico más bajo".

Entonces, ¿tampoco hay alimentos que nos vayan a dejar la piel como la flor de la Toja y nos ayuden a lucir eternamente jóvenes y tersos? La respuesta que no hay ninguno en concreto, pero sí un tipo de alimentación: la dieta dermosaludable coincide con la dieta saludable. El mejor elixir de belleza para tu piel pasa por comer mucha verdura y fruta fresca, hidratos complejos de combustión lenta, proteínas de buena calidad y grasas saludables: así de fácil.



yoselin