Derechos Humanos

Egipto comete ejecuciones ilegales en plena oleada de represión: Amnistía Internacional

2018-02-21

La campaña contra la prensa ha incluido la condena de al menos quince periodistas entre...

 

El Cairo, 22 feb (EFE).- Las fuerzas de seguridad de Egipto han llevado a cabo numerosas ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzosas y torturas, en el marco de la peor oleada de represión en una década, denunció hoy Amnistía Internacional (AI).

En su informe anual, la ONG afirmó que durante el año murieron más de 120 personas en supuestos "tiroteos" con las fuerzas de seguridad, pero en decenas de esos casos, las víctimas ya estaban bajo la custodia del Estado y se sospecha que fueron ejecutadas.

Según datos de la Comisión de Derechos y Libertades de Egipto, citados por AI, entre enero y agosto las fuerzas de seguridad sometieron al menos a 165 personas a periodos de entre siete y treinta días de desaparición forzada.

Asimismo, la tortura y otros malos tratos han sido una práctica habitual en los centros oficiales de detención, que la ONG describe como "sistemáticos" en aquellos que dependen de la Agencia de Seguridad Nacional.

AI también afirmó que la represión contra la sociedad civil se ha intensificado en 2017, con casos habituales de detenciones arbitrarias y juicios injustos contra personas críticas con el gobierno o manifestantes pacíficos, además de contra periodistas y defensores de los derechos humanos.

Las autoridades egipcias han limitado "en un grado nunca visto" el trabajo de los defensores de los derechos humanos, para "silenciar todas las voces críticas".

La campaña contra la prensa ha incluido la condena de al menos quince periodistas entre enero y mayo por cargos relacionados con sus artículos, así como el bloqueo de al menos 434 sitios web, entre ellos los de diarios independientes y de varias ONG.

Las fuerzas de seguridad detuvieron al menos a 240 activistas políticos y manifestantes por cargos relacionados con publicaciones en internet.

Asimismo, cientos de personas fueron condenadas en juicios "manifiestamente injustos", algunas de ellas a muerte, y se ha remitido por lo menos a 384 civiles a tribunales militares a lo largo del año.

La oleada de represión también ha tenido como blanco a la comunidad homosexual desatada en septiembre, cuando unos jóvenes ondearon una bandera arcoíris en un concierto.

Por lo menos 76 personas han sido arrestadas desde entonces debido a su orientación sexual y a cinco de ellos se les ha practicado exámenes anales en comisaría, una práctica análoga a la tortura. 



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