Derechos Humanos

Amnistía Internacional denuncia una "implacable" represión de la disidencia en Turquía

2018-02-21

El documento recuerda que la disidencia turca "quedó fundamentalmente confinada a los...

 

Estambul, 22 feb (EFE).- El estado de emergencia vigente en Turquía desde hace año y medio ha formado durante 2017 el "telón de fondo" de una "implacable" represión de la disidencia, denunció hoy Amnistía Internacional (AI).

Esta represión se dirige sobre todo contra periodistas, activistas políticos y defensores de los derechos humanos y ha hecho desaparecer "en gran medida las críticas al Gobierno en los medios de comunicación audiovisuales e impresos", subrayó AI en su informe anual.

El documento recuerda que la disidencia turca "quedó fundamentalmente confinada a los medios de comunicación online", aunque también éstos han sufrido bloqueos administrativos y desde abril pasado está censurado el acceso a Wikipedia.

Entre los encarcelados por su trabajo político, AI destaca a nueve diputados del opositor Partido Democrático de los Pueblos (HDP), izquierdista y prokurdo, y unos 60 alcaldes de una formación hermana.

Además, resalta que más de 50,000 personas han estado todo el año en prisión preventiva por supuesta pertenencia a la "Organización Terrorista Fethullah Gülen (FETÖ)", como Ankara define a la cofradía del predicador islamista turco Gülen, exiliado en EU, y a la que achaca el fallido golpe de julio de 2016.

Pero "solo una pequeña minoría" de estas personas han sido acusadas de participar realmente en la asonada, mientras que a las demás solo se les atribuyen vínculos con la cofradía, a menudo por disponer supuestamente de una aplicación en el teléfono móvil que utilizaban los seguidores de Gülen.

Entre los "más de cien periodistas y trabajadores de medios de comunicación que se encontraban en prisión preventiva al finalizar el año", AI destaca a tres del periódico laico Cumhuriyet, si bien otros ocho del mismo diario fueron puestos en libertad durante el año.

También continuaban entre rejas Ahmet Altan, del diario clausurado Taraf, su hermano Mehmet Altan o la periodista kurda Zehra Dogan, mientras el propio presidente de AI en Turquía, Taner Kiliç, lleva en prisión desde junio de 2017, acusado asimismo de vínculos con la cofradía gülenista.

Por tercer año consecutivo, las autoridades turcas prohibieron la marcha del Orgullo LGBT en Estambul, "alegando motivos espurios de seguridad", constata el informe.

En el lado positivo, la organización señala que las denuncias por torturas en comisaría se han reducido claramente respecto a los primeros meses después del golpe de 2016 y no ha habido atentados masivos contra población civil después del ocurrido el 1 de enero de 2017 en Estambul, atribuido al grupo terrorista Estado Islámico (EI).

Sin embargo, no se ha solucionado el problema de las 500,000 personas que fueron desplazadas de sus hogares en el sureste de Anatolia por los enfrentamientos con el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda.

Aunque hubo iniciativas para mejorar la vida de los 3,3 millones de sirios refugiados en Turquía, la ONG defensora de los derechos humanas denuncia casos de devoluciones colectivas, que habrían afectado a unos 200 iraquíes y 300 sirios.



yoselin
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