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La clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno marca un nuevo duelo entre EU y Corea del Norte

2018-02-22

Sin embargo, el ministro de Unificación surcoreano, Myoung-gyon, matizó que su...

JAVIER ESPINOSA | El Mundo


La clausura de los Juegos Olímpicos de PyeongChang, que se celebrará este próximo fin de semana, se verá dominada una vez más por el duelo mediático que se anticipa entre la delegación estadounidense liderada por Ivanka Trump y la de altos funcionarios norcoreanos, comandados por el vicepresidente del Partido de los Trabajadores de Corea, Kim Yong-Chol, y el responsable de asuntos intercoreanos, Ri Son-gwon.

Tras la ausencia de contactos entre el vicepresidente Mike Pence y la hermana de Kim Jong Un, Kim Yo Jong, y el presidente nominal de Corea del Norte, Kim Yong Nam, durante las jornadas iniciales de PyeongChang -algo que la Casa Blanca aduce ahora fue culpa de Pyongyang-, los medios locales surcoreanos han comenzado a elucubrar sobre las opciones de que esta reunión deportiva pueda servir como escenario para un encuentro al margen entre ambas comitivas, algo que de momento ni siquiera se ha sugerido.

"No hay ningún plan, ni habrá oportunidad, para un encuentro entre Corea del Norte y EU durante su visita a Corea del Sur", puntualizó un portavoz del presidente surcoreano Moon Jae In citado por la agencia Yonhap.

Sin embargo, el ministro de Unificación surcoreano, Myoung-gyon, matizó que su país realizará "esfuerzos" que desemboquen "en un diálogo abierto entre EU y Corea del Norte".

La reciente afirmación de Washington sobre la disposición de Pence a reunirse con Kim Yo Jong -algo que contradice su ausencia de la foto de familia o de la cena oficial donde debía sentarse a metros de Kim Yong Nam- ha sido acogida con notable suspicacia por varios expertos que como Lee Sung-Yoon, de la Universidad Tufts, citado por el diario New York Times, opinaron que se trata de un esfuerzo "torpe" por "controlar los daños ante el pobre desempeño de Pen en el capítulo de relaciones públicas en Corea del Sur".

"PyeongChang será recordado como los mejores Juegos Olímpicos de la historia, para Pyongyang", añadió Lee.

La actitud de Pence, que ni siquiera se levantó al paso de la selección coreana unificada, generó multitud de señalamientos en las redes sociales surcoreanas que le criticaron por su falta de educación.

Aunque Seúl ya se ha apresurado a aceptar la llegada del grupo de funcionarios norcoreanos, la inclusión de Kim Yong-Chol supondrá un nuevo quebradero de cabeza para los expertos gubernamentales ya que su nombre figura en la lista de personajes del régimen bajo sanciones de Corea del Sur y además los servicios secretos locales siempre le han relacionado con los dos graves altercados que se produjeron en 2010, cuando Corea del Norte bombardeó la isla de Yeonpyeong y la patrullera surcoreana Cheonan fue hundida.

Los asesores de Moon Jae in han indicado que el mandatario se reunirá tanto con la delegación norcoreana y como con Ivanka Trump, aunque por separado.

Para Cheong Seong-chang, un experto del Instituto Sejong citado por la página NK News, la comitiva norcoreana podría reiterar la invitación de Kim Jong Un al Jae In para que visite Corea del Norte, algo que ya le comunicó Kim Yo Jong durante la inauguración de los Juegos.

"Es previsible que traigan una propuesta detallada sobre el (posible) calendario de conversaciones militares e intercambios civiles, incluida la reunión de familias separadas", agregó Cheong en referencia a los asuntos que Seúl había requerido que se convirtieran en el siguiente paso de este proceso de aproximación, tras el deshielo generado por la cita deportiva.

Tras puntualizar que la situación actual no es proclive todavía para que se produzca un encuentro entre los dirigentes de ambos países, Jae In si parece estar considerando la posibilidad de enviar un emisario a Pyongyang, según han filtrado los medios surcoreanos.

Sus asesores insisten en que la distensión que ha generado PyeongChang, tan sólo debería ser la antesala de la reactivación de las conversaciones de calado entre las dos naciones, pero ese plan se enfrenta a varios desafíos de talla: Seúl insiste en el que el objetivo final tiene que ser el desmantelamiento del arsenal nuclear norcoreano, algo que Corea del Norte rechaza de plano, y nadie se atreve a predecir cual será la reacción de Pyongyang si el ejército surcoreano reanuda las maniobras con EU en abril.

El cambio de actitud de Corea del Norte, cuyo líder Kim Jong Un prometió hace días que insistirá en esta nueva política, ha propiciado también una efecto colateral: una creciente suspicacia en EU respecto a la actitud conciliadora de Moon Jae In pese a que públicamente los dos lados no cesan de repetir que la alianza es "más sólida de una roca", como insistió el mismo Jae In en una entrevista que se publicó este jueves.


 



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