Internacional - Economía

La OCDE recomienda "amplias reformas" a Brasil para reducir la desigualdad

2018-03-01

"La desigualdad permanece alta y las cuentas públicas se deterioraron sustancialmente,...

Damian WROCLAVSKY | AFP

Brasil deberá encarar reformas, entre ellas la de su sistema de jubilaciones, para garantizar un equilibrio fiscal que le permita expandir la economía y reducir la enorme desigualdad de su población, sostuvo este miércoles la OCDE.

"La desigualdad permanece alta y las cuentas públicas se deterioraron sustancialmente, exigiendo amplias reformas para mantener el progreso y el crecimiento inclusivo", afirmó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) durante la presentación en Brasilia de su último informe sobre el país.

El estudio señala los problemas fiscales de Brasil, que es candidato a sumarse al organismo, y recomienda administrar más eficientemente el gasto social como una forma de mejorar la distribución y dar sustentabilidad a la deuda pública.

"Esto exigirá decisiones políticas difíciles, principalmente en relación a la previsión social y a las transferencias sociales", según el texto.

Brasil cerró 2017 con un déficit fiscal de 110.583 millones de reales (unos 34.638 millones de dólares, al cambio promedio de ese año), bien por debajo del techo de la meta anual. Sin embargo, el resultado fue uno de los peores de la serie histórica y no escapó a los registros de la crisis económica que golpeó al país en 2015 y en 2016.

Las preocupaciones del mercado por el frente fiscal se reflejaron este año cuando la agencia Fitch degradó la nota de riesgo soberano de Brasil, a consecuencia del abandono del proyecto de reformar las jubilaciones, considerado esencial para estabilizar las cuentas. En enero, S&P Global Ratings había hecho lo mismo, invocando razones similares.

La OCDE recomendó a Brasil una agenda que incluya un recorte permanente de gastos, un aumento gradual de la edad de la jubilación, la formalización de la independencia del Banco Central, el combate a la corrupción y una mayor apertura de su economía para captar inversiones.

Y pese a reconocer los progresos que desde el 2003 permitieron sacar de la pobreza a 25 millones de personas, considera a Brasil "uno de los países más desiguales del mundo".

"Graves desigualdades continúan colocando a las mujeres, a las minorías raciales y a los jóvenes, en desventaja", apuntó el informe, detallando que la diferencia de ingresos entre hombres y mujeres supera en 10% a la media de los 35 países democráticos que integran la OCDE.

El reporte coincide con la visita a Brasilia del secretario general del organismo, Angel Gurría, quien se reunirá con el presidente Michel Temer, el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, y el presidente del Banco Central, Ilan Goldfajn.

El gobierno de Temer, que asumió tras la destitución en 2016 de la presidenta de izquierda Dilma Rousseff, presentó la candidatura de Brasil para ingresar a la OCDE, una institución con sede en París que formula recomendaciones en materia de política económica.

En América Latina, solo Chile y México forman parte de ese selecto club, en tanto que Perú, Colombia y Brasil quieren convertirse en miembros a parte entera de la organización.

"Los estados miembro adquieren cierto estatus y ganan influencia, volviéndose más audibles en los debates sobre las políticas económicas internacionales", explica Christophe Destais, director adjunto del Centre d'études prospectives et d'informations internationales (CEPII), un centro francés de investigaciones económicas.


 



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