Internacional - Economía

Estados Unidos podría moderar medidas proteccionistas sobre acero y aluminio

2018-03-08

Estados Unidos había dejado claro más temprano que mantiene su plan de adoptar esta...

Toni CERDÀ | AFP


Washington dejó entender el miércoles que podría eximir de manera temporal a México y Canadá de las tasas sobre el acero y el aluminio que el presidente Donald Trump pretende imponer a sus socios, sin descartar el peligro de una guerra comercial con la Unión Europea.

"Hay derogaciones posibles para México, Canadá (...) y potencialmente para otros países", dijo la portavoz presidencial Sarah Sanders, evocando una evaluación "país por país" en base a criterios de "seguridad nacional".

"Pensamos que el presidente firmará algo de aquí al fin de semana", afirmó. Según el New York Times, Trump podría promulgar estas tasas el jueves.

En la tarde, el Washington Post afirmó en tanto, citando a altos funcionarios del gobierno, que México y Canadá serían eximidos por 30 días de las medidas proteccionistas.

Esta medida podría ser prorrogada si se registran avances en las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que abarca a los tres países y que Trump aspira a reformar, agregó el periódico estadounidense.

Estados Unidos había dejado claro más temprano que mantiene su plan de adoptar esta semana aranceles de hasta 25% al acero y hasta 10% el aluminio, en clara ruta de colisión con la Unión Europea, cuyos dirigentes advirtieron sobre los riesgos de una guerra comercial y ya alistaron sus medidas de represalia.

Este miércoles, el bloque europeo presentó un detallado plan que incluye aranceles a productos emblemáticos de Estados Unidos, la adopción de medidas de salvaguardia y una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, dijo tener la esperanza de que se pueda evitar una escalada de tensiones comerciales que "perjudicaría a las relaciones transatlánticas", pero desplegó el abanico de opciones para responder a Washington.

En tanto, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, apuntó que las "guerras comerciales son malas y fáciles de perder", en una referencia directa al presidente Donald Trump, quien el viernes había afirmado que esas disputas son "buenas y fáciles de ganar".

Incluso en Estados Unidos, un centenar de diputados republicanos dirigieron una carta a Trump en la que le piden que no se impongan tasas uniformes y manifiestan su "profunda preocupación" por las consecuencias que la medida podría acarrear para las empresas estadounidenses.

El secretario de Comercio, Wilbur Ross, justificó sin embargo este miércoles la adopción de los aranceles alegando que Estados Unidos desea aumentar su producción de acero. "No buscamos una guerra comercial", matizó.

Por su parte, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo a la cadena Fox Business que los aranceles al acero y el aluminio deberían ser aplicados "muy rápidamente".

Con relación a la enérgica reacción de la Unión Europea, Mnuchin apenas comentó que es tarea del gobierno "estar del lado de las empresas estadounidenses y de los trabajadores estadounidenses".

"Por eso debemos hacer todo de una forma prudente y que sea benéfica a nuestra economía", agregó.

- Productos emblemáticos -

La estrategia de la Comisión Europea pasa por tres tipos de respuestas: imponer fuertes aranceles a las exportaciones de productos emblemáticos de Estados Unidos, adoptar medidas de salvaguardia y una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Respecto a la "lista provisional" de productos estadounidenses Malmström mencionó "algunos tipos de bourbon (...), así como artículos como mantequilla de maní, arándanos y jugo de naranja".

Pantalones vaqueros, algunos tipos de acero, maquillaje, vehículos como motocicletas o yates, pilas, baterías, arroz y maíz, así como puros y cigarrillos, formarían igualmente parte de la lista de la UE, que pudo consultar la AFP.

El objetivo de estas medidas de "reequilibrio", adoptadas según la UE en base a las reglas de la OMC, es también maximizar el impacto político en Estados Unidos, al apuntar a productos procedentes de los territorios que más apoyan a Trump, minimizando también sus efectos en los consumidores europeos.

A preguntas de un periodista sobre las medidas de represalia de la UE, el presidente estadounidense amenazó con imponer "una gran tasa del 25%" sobre los autos europeos.

Además de complicar el acceso de la industria siderúrgica europea al mercado estadounidense, los aranceles de Trump podrían implicar el desvío a Europa de la producción de otros países que ya no encontrarían beneficios en Estados Unidos, por ello la UE prevé también medidas de salvaguardia.

Estas medidas, cuya entrada en vigor tardaría varias semanas al igual que la lista de productos, limitarían temporalmente las importaciones de acero y aluminio a Europa para preservar estos sectores de sus competidores extranjeros, como autoriza la OMC.

Finalmente, Bruselas podría presentar una demanda, quizás junto al resto de países afectados, ante la OMC, un procedimiento que suele tomar dos años.

Pese a todo, Malmström consideró, sin citar al primer productor mundial, China, que el problema del acero se debe a la "sobrecapacidad mundial" causada por "las subvenciones públicas masivas".
 



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