Guerra del acero, Temer en guardia 

Por Darío Pignotti

   
(ANSA) - BRASILIA, 9 MAR - El presidente brasileño, Michel Temer, analiza qué estrategia seguir ante el aumento del arancel al acero anunciado por Donald Trump, mientras ordenó negociar un acuerdo con Canadá y defendió el "libre comercio".
    
El canciller Aloysio Nunes Ferreira y el ministro de Industria, Marcos Jorge de Lima, participaron hoy en una reunión del Mercosur con Canadá, "un día después de que Estados Unidos anunció medidas que restringen las importaciones", señaló una nota oficial.
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Es estratégico el momento para el inicio de negociaciones (Mercosur con Canadá, NDR) que resaltan la determinación de Brasil a favor de una mayor apertura", dijo el ministro de Industria.
    
"Mientras algunos actores se cierran, Brasil y el Mercosur demuestran que es fundamental integrarse a las cadenas globales de valor", agregó el funcionario.
    
El apostar en un tratado con Canadá fue definido como una opción apropiada para "diversificar" las exportaciones brasileñas.
    
Se trata de una alternativa de medio plazo porque las negociaciones de este tipo son demoradas, como lo demuestran las aún inconclusas entre el Mercosur y la UE, que comenzaron en 1999.
    
De momento Brasilia no definió un curso de acción claro ante la Proclamación firmada ayer por Donald Trump incrementando en un 25 % las tasas de importación de acero alegando razones de seguridad nacional.
    
Este viernes mientras la delegación brasileña se reunía con autoridades de los países del Mercosur y Canadá en Paraguay, funcionarios del ministerio de Hacienda realizaban un balance de la situación.
    
"Evidentemente éste es un tema que está despertando la atención y preocupación de todos (porque) puede desencandenar una guerra comercial", declaró Eduardo Guardia, secretario ejecutivo de Hacienda.
    
La decisión de la Casa Blanca creó una "barrera comercial (...) que va a contramano del libre comercio que es lo que defendemos como el camino hacia el desarrollo", puntualizó el representante de Hacienda este viernes.
    
Ayer el jefe de la cartera de Hacienda, Henrique Meirelles, había calificado como "negativo" el alza de los aranceles, pero recomendó proceder con cautela.
    
"Vamos a aguardar (...), tenemos que tener cuidado para no crear una guerra de palabras, la guerra de palabras puede ser peor que la guerra de los hechos", propuso Meirelles, que realiza una visita a Estados Unidos.
    
También el embajador en Washington, Sergio Amaral, abogó por buscar una solución negociada a partir de un eventual pedido para que Trump incluya a Brasil entre los países favorecidos con excepciones a los aranceles incrementados.
    
Esta línea conciliadora manifestada por Meirelles y el embajador Amaral muestra una aparente disonancia con el tono del comunicado oficial divulgado en la noche de ayer.
    
La nota decía que se priorizarán las conversaciones bilaterales entre Brasilia y Washington, lo que no excluye una eventual denuncia ante organismos multilaterales, como podría ser la Organización Muncial del Comercio.
    
Ese comunicado enérgico, que llevó la firma de la Cancillería y el Ministerio de Industria, pareció alineado con los sectores directamente afectados, como las empresas siderúrgicas.
    
Brasil es el segundo exportador de acero a Estados Unidos y en 2017 realizó embarques por 2,6 mil millones de dólares.
    
Las empresas productoras y exportadoras de acero ayer perdieron unos 1,8 mil millones de dólares en valor de mercado como consecuencia inmediata del incremento de aranceles.
    
Para la Confederación Nacional de la Industria consideró "injustificada" a la medida de Trump, mientras el Instituto del Acero Brasil planteó la necesidad de adoptar medidas proteccionistas para cuidar el mercado local. 

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