Internacional - Política

La coalición de Merkel promete cohesión tras un difícil arranque

2018-03-14

"El SPD ha tenido que luchar mucho consigo mismo hasta dar el sí a otra gran...

Gemma Casadevall

Berlín, 14 mar (EFE).- El nuevo Gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, empezó a funcionar hoy con promesas de cohesión, tras los casi seis meses que ha tardado en materializarse y pese a que en la votación de investidura hubo numerosos votos disidentes.

"El SPD ha tenido que luchar mucho consigo mismo hasta dar el sí a otra gran coalición. Estoy segura de que están tan determinados como nosotros a llevar esta gran coalición al éxito", apuntó a Efe, en un aparte de la sesión, Julia Klöckner, vicepresidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y titular de Agricultura.

Klöckner se estrenará como ministra en esta gran coalición, en la que solo hay una titular que repite en la misma posición que en la anterior legislatura -Ursula von der Leyen en Defensa-, mientras que el resto o bien cambiaron de cartera o son rostros nuevos.

"Nos han fallado unos cuantos votos. Pero no creo que eso tenga mayor relevancia. Algo parecido ocurrió en la anterior elección y no afectó a la legislatura", sostuvo Andreas Scheuert, de la Unión Socialcristiana (CSU) bávara y también nuevo en el Ejecutivo, en su caso en Transportes.

Entre la CDU, su hermanada CSU de Baviera y el Partido Socialdemócrata (SPD) suman 399 diputados, pero la canciller obtuvo el apoyo de 364, en votación secreta.

En la anterior sesión de investidura de Merkel se registraron 39 votos disidentes en las filas de la gran coalición, que sumaba entonces 504 diputados del total de 631 escaños que tuvo el Bundestag (cámara baja) en esa legislatura.

"Por supuesto habríamos deseado una coalición con un signo claro hacia el futuro", comentó a Efe Annalena Baerbock, líder de los Verdes, en relación al propósito inicial de Merkel de formar una alianza inédita, a escala federal, con esta formación ecopacifista y los liberales.

Ese intento fracasó tras cinco semanas de negociación, al dar el Partido Liberal (FDP) por inviable esa constelación, tras lo que se abrieron las negociaciones entre el bloque conservador y el SPD, "una fórmula desgastada que no resolverá los problemas reales de Alemania", en opinión de Baerbock.

"La gran coalición aguantará toda la legislatura. El SPD teme demasiado a las urnas como para romperla", opinó por su parte el líder del FDP, Christian Lindner, quien no se considera "culpable" del fracaso de una alianza alternativa, ya que "habría sido un mal Gobierno".

Tanto Baerbock como Lindner coincidieron en que la tarea ahora consistirá en una "oposición decidida", no solo contra la gran coalición, sino frente a la ultraderecha.

"Alemania no puede absorber el peso de la inmigración ilegal a la que Merkel abrió las puertas. La gran coalición ni se plantea luchar contra los abusos de quienes acuden aquí para aprovecharse de nuestro sistema social", sostuvo la líder parlamentaria de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel.

La AfD se convirtió en las pasadas elecciones en la primera formación de ese espectro que accedió al Bundestag desde los años 50 y, con la gran coalición, liderará la oposición parlamentaria.

"En esos seis meses de Gobierno en funciones hemos marcado ya unas cuantas pautas. Ahora que teóricamente gobernará de verdad, o lo que Merkel entiende por eso, cumpliremos nuestra promesa de practicar la oposición frontal", aseguró Weidel.

También a la oposición frontal, pero desde las antípodas a la AfD, se comprometió asimismo La Izquierda, para cuya líder, Katja Kipping, es importante "no olvidar quién es el enemigo común de las fuerzas democráticas": la ultraderecha.



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