Internacional - Política

Sarkozy responde por segundo día bajo arresto sobre sus relaciones con Gadafi

2018-03-21

A falta de informaciones sobre el contenido de sus declaraciones, el abogado del exministro de...

Ángel Calvo

París, 21 mar (EFE).- El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy tuvo que responder hoy, por segundo día consecutivo en condición de detenido, a la batería de preguntas de los investigadores sobre sus relaciones con Muamar Gadafi para determinar si el derrocado y fallecido líder libio financió la campaña de 2007 en la que fue elegido.

Los agentes de la división anticorrupción (OCLCIFF) que lo interrogan en la Policía Judicial de Nanterre, en el extrarradio de París, prolongaron la comparecencia después de haberle permitido ir a dormir a su casa.

Esta medida poco frecuente fue interpretada por muchos como un trato de favor en dirección del primer exjefe de Estado que ha sido puesto bajo arresto en Francia.

Aunque también permite a los investigadores sacar más partido de la comparecencia, ya que como máximo lo pueden retener durante 48 horas en total.

Una vez agotado ese plazo, las posibilidades son tres: presentarlo ante el juez con vistas a su inculpación si se considera que hay suficientes elementos acusatorios; dejarlo libre sin cargos; o una opción híbrida, bajo el estatuto de testigo asistido, con vistas a comparecencias posteriores.

A falta de informaciones sobre el contenido de sus declaraciones, el abogado del exministro de Interior y brazo derecho de Sarkozy durante muchos años, Brice Hortefeux, -que la víspera pasó quince horas ante los mismos policías de la OCLCIFF- ofreció hoy alguna pista.

El letrado Jean-Yves Dupeux contó al canal "BFMTV" que los agentes habían bombardeado con al menos 200 preguntas a su cliente, que negó rotundamente que Sarkozy se hubiera beneficiado de una financiación libia.

Hortefeux señaló en su cuenta de Twitter que "las precisiones aportadas deben permitir poner fin a una sucesión de errores y de mentiras".

Esa posición, que incluye una queja de instrumentalización de la justicia, es la que ha mantenido cuando se le ha preguntado por este asunto al propio Sarkozy, que se ha esforzado por descalificar al que aparece como uno de los principales testimonios en su contra, el del marchante de armas e intermediario Ziad Takieddine.

Este turbio personaje, francolibanés, es uno de los tres inculpados por ahora en este sumario abierto en enero de 2013 por cargos de corrupción, tráfico de influencia y malversación.

Como pruebas existe por ahora el documento publicado en abril de 2012 por el sitio de información "Médiapart": una nota de diciembre de 2006 de Musa Kusa, el que era jefe de los servicios secretos de Gadafi, sobre la concesión de una partida de 50 millones de euros para la campaña de Sarkozy.

A falta de identificar formalmente giros bancarios directos desde Libia a las cuentas del candidato Sarkozy, los investigadores han constatado que los responsables de los preparativos electorales manejaban mucho dinero en efectivo.

Su explicación es que habían recibido fondos de donantes anónimos. Pero enfrente está el relato de Takieddine, quien, después de haber dado diferentes versiones, en diciembre de 2016 acabó confesando que él mismo se encargó, entre finales de 2006 y comienzos de 2007, del transporte entre Trípoli y París de cinco millones de euros que entregó en mano al exministro Claude Guéant y al propio Sarkozy.

Guéant, que fue el director de campaña en 2007 y que durante la presidencia que comenzó en mayo de ese año se encargó de muchas de las misiones francesas ante el régimen de Gadafi, es otro de los imputados en este sumario.

El tercero es el magnate saudí Khalid Bushan, al que se atribuye un giro en favor de Guéant de un millón de euros. 



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