Internacional - Política

Los hilos corruptores de Odebrecht y los líderes latinoamericanos caídos

2018-03-22

Jorge Glas, fue condenado en primera instancia en diciembre a seis años de cárcel por...

 

Newsweek | La gigante brasileña Odebrecht con tentáculos en 26 países, donde provee energía y agua, construye carreteras, aeropuertos y estadios y hasta fabrica submarinos, se convirtió en una de las compañías más populares a nivel mundial, principalmente por la exportación de su modelo de corrupción que popularizó su nombre en gran parte de América Latina.

El primer presidente caído

El caso más emblemático, hasta ahora, es el de Perú donde la constructora brasileña afirma haber aportado millones de dólares para todas las campañas electorales entre 2006 y 2011, desde Alejandro Toledo (2001-2006) hasta Pedro Pablo Kuczynski, quien se convirtió en el primer presidente derribado por sus supuestos vínculos con la compañía.  

Tras meses en la cuerda floja por sus vínculos con la brasileña Odebrecht, el empresario y exbanquero de Wall Street de 79 años, que había asumido hace 20 meses, arrojó la toalla este miércoles en vísperas de la Cumbre de las Américas, que reunirá el 13 y 14 de abril en Lima a una treintena de mandatarios, entre ellos el estadounidense Donald Trump

Los directivos de Odebrecht en Perú admitieron que la compañía aportó dinero a las campañas de Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016). Humala está detenido desde hace más de ocho meses y Perú se apresta a solicitar la extradición del exmandatario Alejandro Toledo, que vive en Estados Unidos, por su presunta implicación en el caso.

Vicepresidente destituido en Ecuador

La fiscalía había solicitado la pena máxima y la Corte Suprema la siguió: el vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas fue condenado a mediados de diciembre a seis años de prisión por haber recibido 13.5 millones de dólares en sobornos de Odebrecht.

Jorge Glas, fue condenado en primera instancia en diciembre a seis años de cárcel por el delito de asociación ilícita. Foto: AFP

Vicepresidente desde 2013 y en prisión preventiva desde octubre, Glas es el líder político en ejercicio de más alto rango en haber sido condenado por este caso en América Latina.

Su sentencia “marca una ruptura con el ocultamiento de la corrupción que hubo durante el gobierno de Rafael Correa” (2007-2017), comentó recientemente Simón Pachano, politólogo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) de Quito. Glas fue despojado de sus funciones en enero.

Brasil, la cuna del escándalo

En el país de origen de Odebrecht es donde el caso se ha cobrado más víctimas, incluso si se trata solo de un capítulo de la gran investigación “Lava Jato” que se enfoca en las licitaciones del gigante petrolero Petrobras.

Según investigadores brasileños, Odebrecht tenía un departamento llamado “sector de operaciones estructuradas”, que rápidamente fue rebautizado por la policía como “departamento de sobornos”.

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) está acusado de estar involucrado en este caso. La justicia investiga posibles donaciones realizadas al mandatario en especies (terrenos, un apartamento…) por parte de la constructora.

Lula, condenado a 12 años y un mes de prisión por corrupción y lavado de dinero, será informado el lunes del dictamen sobre su última apelación, en el tribunal de segunda instancia de Porto Alegre (TRF4).

El Supremo Tribunal Federal (STF) debe pronunciarse sobre un habeas corpus preventivo presentado por la defensa de Lula para evitar que el expresidente sea encarcelado. Foto: AFP

Los próximos días y semanas podrían dar lugar a varios escenarios posibles, que van desde su encarcelamiento hasta una elección presidencial en 2018, para la que es gran favorito, a pesar de su condena.

“La posible caída del presidente peruano probablemente sea utilizada en las elecciones brasileñas para criticar a los gobiernos del Partido de los Trabajadores” (PT, izquierda) de Lula, estimó hace poco el analista político Mauricio Santoro, de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro.

El director ejecutivo del grupo, Marcelo Odebrecht, fue sentenciado a 19 años de prisión. A fines de 2017, abandonó la cárcel para pasar a arresto domiciliario, como recompensa por su colaboración con la justicia.

Sus declaraciones han permitido investigar a ocho ministros del actual presidente, el conservador Michel Temer, a un tercio del Senado y unos cuarenta diputados.

Un senador en Colombia

Un influyente senador oficialista colombiano fue condenado en febrero pasado a seis años y ocho meses de prisión por su participación en el escándalo de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht en Colombia.

Bernardo Miguel Elías fue condenado por los delitos de cohecho y tráfico de influencias, que aceptó, indicó la Corte Suprema de Justicia, encargada de investigar y juzgar a los congresistas.

Conocido como “Ñoño” Elías, el congresista del oficialista Partido Social de Unidad Nacional, del que hace parte el presidente Juan Manuel Santos, es considerado uno de los barones electorales de Colombia. El congresista fue hallado culpable de haber sido beneficiario del pago de sobornos de la firma brasileña para adjudicarse obras públicas en el país.

Maduro es señalado

A pesar de que el presidente Nicolás Maduro y el líder opositor Henrique Capriles han sido señalados, en Venezuela no hay procesos judiciales.

La Fiscalía descartó investigar a Maduro y en febrero pasado ordenó congelar las cuentas y activos de la empresa en ese país, que según Marcelo Odebrecht es la segunda nación latinoamericana -después de Brasil- en la que la constructora pagó más sobornos (98 millones de dólares).

México sin implicados

El escándalo de corrupción de Odebrecht solo ha implicado en México al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, quien habría recibido al menos 10 millones de dólares en sobornos para favorecer a la empresa en licitaciones de obras públicas, según el testimonio de un exejecutivo de la constructora ante la justicia brasileña.

Lozoya, quien dirigió Pemex entre 2012 y 2016, también es acusado de haber recibido dinero para la campaña del actual presidente mexicano Enrique Peña Nieto, en la cual se desempeñaba como coordinador internacional.

El gobierno mexicano inhabilitó en 2017 a la constructora por cuatro años para realizar contratos con dependencias gubernamentales, pero Lozoya sigue libre. Recientemente, una jueza federal prohibió a la Procuraduría General de República (PGR) por tiempo indefinido solicitar una orden de aprehensión en contra Lozoya a quien se investiga por enriquecimiento ilícito y cohecho.



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