Nacional - Política

Futuro aeropuerto de la Ciudad de México, en vilo 

2018-03-23

De acuerdo con informes oficiales, el 63% de la inversión ya está comprometido, con...

Por Marcos Romero


(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 23 MAR - El futuro del proyecto del nuevo aeropuerto en la Ciudad de México, cuyo costo se estima en unos 13 mil millones de dólares, se encuentra en vilo al calor de la fuerte confrontación política previa a las presidenciales del 1 de julio.
    
La estación aérea, que se prevé comience a operar en 2020, quedó sumido en la incertidumbre luego que el favorito para suceder al presidente Enrique Peña, Andrés López Obrador, prometió anular los contratos.
    
López Obrador, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena, izquierda), apoyado por el minoritario Partido del Trabajo (PT, izquierda) y del Partido Encuentro Social (derecha evangélica) anunció ayer que analiza promover amparos para que el gobierno no siga asignando más obras en los tres meses previos a la elección.
    
La edificación del aeropuerto es la "joya de la corona" de las obras de infraestructura iniciadas en la actual gestión de Peña Nieto, iniciada en 2012, quien marcó el regreso al gobierno del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), tras una pausa de 12 años, y tras monopolizar el poder desde 1929. Según una encuesta difundida esta semana por el diario El Financiero, López Obrador, ex jefe de gobierno de la capital, acapara el 42% de las intenciones del voto, 4 puntos más que el sondeo anterior, levantado en febrero, contra 24% del oficialista José Antonio Meade y 23% del conservador Ricardo Anaya. De acuerdo a los planes gubernamentales, se tiene programado que la nueva terminal aérea comience a operar el 20 de octubre de 2020, cuando se realice la primera operación de aterrizaje-despegue en sus dos pistas (una más que el actual).
    
De acuerdo con informes oficiales, el 63% de la inversión ya está comprometido, con la participación de 750 empresarios nacionales y extranjeros.
    
López Obrador, a quien sus adversarios acusan de "populista" y lo comparan con el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez o con su sucesor Nicolás Maduro, pero también con el actual jefe de la Casa Blanca Donald Trump, asegura que si gana las votaciones anulará el proyecto.
    
En cambio, dijo que bastará con ampliar la actual base aérea militar de Santa Lucía, ubicada en el municipio de Zumpango, a unos 70 kilómetros al norte de la capital. El director internacional Bernardo Lisker Centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados para la Aviación de la Corporación Mitre señaló que cambiar la terminal a Santa Lucía, es "un proyecto de buena fe, pero aeronáuticamente inviable".
    
Como sea, el favorito de los sondeos a una semana de que inicien las campañas formales, López Obrador dio a conocer que Javier Jiménez Espriú, a quien plantea designar como ministro de Comunicaciones y Transportes, y Olga Sánchez, quien encabezaría el ministerio de Gobernación, tramitarán recursos judiciales para evitar que se sigan firmando contratos.
    
La idea es que "no se sigan entregando estos contratos a mediano y largo plazo comprometiendo el presupuesto del gobierno federal" por los próximos años, afirmó.
    
Ayer, Juan Pablo Castañón, líder del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), demandó a López Obrador respetar los compromisos suscritos entre el gobierno e inversionistas del Aeropuerto. Pero el aspirante a suceder a Enrique Peña Nieto dijo que "yo no puedo ser tolerante ni cómplice de la corrupción" y "prefiero que haya incertidumbre".
    
Analistas políticos han advertido que el aviso del hombre que avanza a pasos acelerados hacia Los Pinos sobre la cancelación del aeropuerto "ha despertado alarma entre los inversionistas" y mantiene "francamente asustados a los hombres del dinero".
    
Ante ello desde hace varias semanas, los funcionarios encargados de echar a andar la estrategia "trabajan a marchas forzadas para ponerle a López Obrador una camisa de fuerza que le impida cambiar de sede la terminal aérea", reveló el comentarista Carlos Loret.
    
El proyecto fue diseñado por el famoso arquitecto británico Norman Foster asociado con su colega mexicano Fernando Romero, yerno del magnate Carlos Slim.



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