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Rusia-Occidente: un face-off a lo británico

2018-03-23

Sin embargo, no pararon hasta eliminar al líder libio Muammar El Khadafi, quien se...

Por Antonio Rondón García | Prensa Latina

Por fin queda claro el propósito de Occidente con el cada vez más parecido a un simulacro de envenenamiento del doble agente Serguei Skripal: aislar al presidente Vladimir Putin y su país, boicotear el mundial de futbol en Rusia, y justificar gastos militares.

Si, efectivamente, la lista de los propósitos se amplía en la medida que avanza el 'face-off' en el caso de Skripal, ahora con menos posibilidades de ser verdad. Pero ¿acaso eso impidió acciones como la invasión a Iraq o la agresión al Líbano?

La prensa occidental se encargó de lavar cerebros de su audiencia, entretenerla con nuevos escándalos, objetivos o conflictos en el mundo, para dejar en el olvido lo que ocurrió realmente hace 15 años atrás en Iraq o hace siete en Libia.

El propósito anunciado por Washington y Londres, de buscar armas de destrucción masiva en manos de Saddam Hussein, quedó olvidado casi a la semana de iniciarse la agresión para hablar de otro objetivo: era necesario eliminar una dictadura.

Lo ocurrido en Libia fue similar. Hace siete años (19 de marzo de 2011), las potencias occidentales manipularon una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para bombardear ese país con el supuesto objetivo de proteger a su población.

Sin embargo, no pararon hasta eliminar al líder libio Muammar El Khadafi, quien se atrevió a declarar en público que financió la campaña del entonces presidente francés, Nicolás Sarkazy.

Ahora que Sarkozy fue arrestado, salen a relucir datos en la prensa británica de que Ghadafi fue eliminado por comandos infiltrados entre los extremistas por orden del exmandatario galo, afirma el especialista ruso Dmitri Egorchenkov.

Con el caso de Skripal puede suceder algo parecido. El motivo inicial sería el ataque químico, pero esa misión quedaría olvidada con el paso del tiempo y solo se hablaría de como contrarrestar a una amenazante Rusia con Putin a la cabeza.

En medio del llamado de la Unión Europea (UE) a retirar a sus diplomáticos de Rusia, bajo el pretexto del caso de Skripal, parecen caer la máscara, como el filme Face-off, para dejar claro el verdadero objetivo de las acusaciones de Londres a Moscú.

De hecho, también se habla de boicotear el Mundial de Fútbol, como afirmamos en otros escritos, de limitar las acciones del canal de televisión Russia Today, entre las pocas alternativas informativas de los británicos, y de castigar a empresarios rusos.

Egorchenkov, director del Instituto de Estudios y Pronósticos Estratégicos de la Universidad de Amistad con los Pueblos, llama la atención sobre la fecha del incidente, el pasado día 4.

Al menos tres días después, el gobierno británico publica en su página web un llamado a la discusión del programa para modernizar las Fuerzas Armadas que concluiría a finales de abril próximo.

Por las limitaciones del presupuesto, dado el proceso de Brexit (salida de la UE), se recortarían los gastos de Defensa, recordó.

Sin embargo, desde inicios de este año, el titular británico de Defensa, Gavin Williamson, de 41 años, aboga por aumentar los gastos militares.

Para ello, habló de un plan de Moscú para cortar los cables submarinos de comunicación del Reino Unido o de como el ejército ruso va a matar a 'miles, miles y miles de británicos'. Pero ello surte poco efecto.

Finalmente, aparece el caso de Skripal y ya el ministerio británico de Defensa habla de un programa de lucha contra amenazas de terrorismo y otras, con un financiamiento de 48 millones de libras esterlinas (unos 52 millones de dólares), destacó.

Además, la dependencia militar británica comienza a recibir contratos como el de la modernización de los tanques del Ejército, previsto para agosto próximo, señala el especialista.

De esa manera, el caso de Skripal, a quien reiteramos nadie ha visto desde el incidente, sirve de pretexto para una lista mucho más amplia de acciones, tanto en el orden interno del Reino Unido como en los objetivos de Occidente contra Rusia.

Por cierto, aparecen nuevas evidencias de la implicación de los servicios secretos británicos en el hecho.

El diputado ruso y exfuncionario de los servicios de protección del estado Andrei Lugovoi denunció que tras un ataque con un químico militar, como se presenta el caso por Londres, la persona muere de inmediato.

Por ello, si Skripal y su hija Julia continúan con vida, significa que tan pronto fueron hallados inconscientes se les inyectó un antídoto contra la sustancia química utilizada y para ello era necesario saber cuál era con anticipación, destacó.

Si, las dudas en torno al caso, donde toma fuerza la teoría de simulación con el fin de fabricar motivos para una cruzada de Occidente, aumentan con el paso de los días, mientras la máscara para ocultar ese propósito parece desvirtuarse cada vez más.



regina