Internacional - Política

Tres días de elecciones para elegir a presidente en Egipto

2018-03-26

Para desafiar, aunque suena como una hipérbole, a Al Sisi este año hay un...


(ANSA) - EL CAIRO, 25 MAR - Egipto concurrirá mañana a las urnas para elegir al "faraón" que por otros cuatro años más liderará el estado árabe más poblado, piedra angular de Medio Oriente, en unas elecciones en las que el actual mandatario, Abdel Fatah al Sisi, se presenta para su reelección.

Estas elecciones se contraponen a Al Sisi con un rival tan débil que parece más un plebiscito de ratificación en el cargo que una competencia de candidatos.

La votación se prolongará durante tres días con el claro propósito de favorecer la participación en las urnas, único motivo de interés de estas presidenciales: deberán en práctica probar cuánto queda de la popularidad del mandatario que había aumentado al 97% (en comparación con un 47% de los votantes) en el período parcial de sesiones de 2014. Esa elección selló la revolución militar-popular encabezada el año anterior por el entonces general Al Sisi para evitar que Egipto se convirtiera en una gran Gaza bajo los Hermanos Musulmanes, de donde nació Hamas.

Para desafiar, aunque suena como una hipérbole, a Al Sisi este año hay un líder de partido poco conocido, Moussa Mostafa: presentó su candidatura "dos minutos" (es crónica, no metáfora) antes del cierre de las puertas de la Comisión electoral y se ha visto poco en la campaña electoral.

Logró captar la atención después de haber dicho que "no soy un títere" en declaraciones a The Guardian, el cual notó la ausencia de sus pancartas electorales incluso frente a la sede de su propio partido. El rostro de Al Sisi está en cambio casi omnipresente.

Dos militares que habían probado postularse -reflejo, según el diario New York Times, de una guerra interna a los aparatos egipcios como en los tiempos de los mamelucos- fueron arrestados. Otros tres potenciales candidatos se retiraron lamentando presiones e intimidaciones: Mohamad Anwar Sadat, sobrino del histórico presidente Anwar Sadat (1970-1981) sostuvo no haber ni siquiera encontrado imprentas dispuestas a prepararle el material de propaganda.

El gobierno replicó que los arrestos son legítimos y los retiros fruto de la desorganización. El diario Financial Times vio en Egipto una aplicación del método usado por el presidente ruso, Vladimir Putin, para liberarse de los adversarios políticos.

Organizaciones para la defensa de los derechos humanos y civiles denunciaron miles de arrestos de opositores, islámicos pero también laicos, y el oscurecimiento de 400 portales de medios y ONG observados por la ONU hace difícil seguir la suerte o controlar las desmentidas del gobierno que considera los casos de tortura solo episodios.

Al Sisi, en la campaña electoral hecha de discursos sentado en su sillón en la inauguración de grandes obras, se centró sobre la estabilidad restituida a un país de 100 millones de habitantes.

El otro punto sobre el cual insistió el presidente es el de la economía, que mejora siguiendo las recetas del FMI (Fondo Monetario Internacional) que prestó 12 mil millones de dólares pero que exigió una liberalización del cambio, que empobreció a la clase media, y recortes sobre las subvenciones, que alivian la pobreza en la que vive más de un cuarto de la población.

Cerca de 30 mil policía vigilarán las urnas en un país amenazado por el terrorismo islámico (el pasado jueves el jefe de la seguridad de Alejandría escapó a un coche-bomba). Pero Al Sisi prometió que la sangrienta campaña anti-terrorismo comenzada el 9 de febrero pasado llevará pronto a una victoria sobre el grupo yihadista Estado Islámico, anidado en el ángulo noreste del Sinaí.

Tras casi cinco años en el poder, uno como líder militar golpista y cuatro como presidente electo, el mandatario de Egipto se presentará para su reelección además en medio de un boicot convocado por la mayoría de la oposición y denuncias de las principales organizaciones de derechos humanos del mundo.
 



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