Peligro de fuga de capitales por estados Unidos 

   
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 29 MAR - El Banco de México (Banxico, central) lanzó una alerta ante el peligro de un aumento abrupto de las tasas de interés en Estados Unidos, algo previsible a corto plazo. También mantiene sus radares activados por el riesgo de una "reducción significativa de los flujos de capital hacia las economías emergentes".
    
En un informe anual sobre la situación de la estabilidad del sistema financiero nacional, el Banxico afirmó que "persiste el riesgo de una reducción significativa en los flujos de capital hacia economías emergentes como la de México".
    
"Incluso, en un caso extremo" existe la posibilidad de un período de salidas de capital", afirmó la autoridad monetaria, al indicar que este riesgo "ha cobrado mayor relevancia debido a las repercusiones que la política expansiva del gobierno de Estados Unidos pudiera tener sobre la inflación en ese país".
    
Banxico advierte sobre "cambios repentinos en el ritmo que los inversionistas anticipan que la Reserva Federal estadounidense (FED, por sus siglas en inglés) vaya normalizando las condiciones monetarias" en ese país.
    
El 13 de diciembre pasado, la FED decretó el tercer aumento en un año de las tasas de interés, volviendo cada vez más atractivo para los inversionistas el traslado de capitales a Estados Unidos.
    
El análisis del banco central señala que el sistema financiero mexicano "cuenta con capital suficiente para hacer frente a la salida súbita de capitales" pero expone que "la volatilidad de los mercados afectaría a otros intermediarios financieros y a empresas privadas no financieras".
    
Según un informe oficial difundido en febrero pasado, el año pasado salieron del país 5.683 millones de dólares, cerca de 16 millones de dólares cada día, la mayor caída desde 2015, aunque sólo a través de la Bolsa de Valores. Los datos de la balanza de pagos anual, a cargo de Banco de México, indicaron que la denominada "inversión de cartera" (acciones y bonos del sector público y privado), cerró el año con un saldo de 23.989 millones de dólares, el monto más bajo en dos años.
    
La fuga se habría originado por "el clima de incertidumbre" que imperó en el mercado mexicano, con una tendencia alcista de la inflación y episodios de volatilidad cambiaria por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), de acuerdo con el especializado diario El Economista.
    
A estos elementos se añadió "el ciclo de normalización de la política monetaria en Estados Unidos" que ha hecho que México siga el mismo ritmo de alza en las tasas de interés de la FED.
    
Actualmente, la tasa promedio anual se ubica en 7,25%, una cifra que comienza a convertirse en una pesadilla para los deudores que mantienen sus obligaciones financieras a nivel variable.
    
En los bonos gubernamentales es donde se dio la mayor fuga de capitales el año pasado, con 44 millones de dólares por día.
    
En 2017, estos papeles captaron 5.785 millones de dólares en inversión, 15.666 millones menos que en 2016, según estadísticas gubernamentales, la cifra más baja desde 2008.
    
En cambio, la inversión captada por el sector privado vía el mercado bursátil aumentó en 9.983 millones de dólares respecto a 2016, cerrando 2017 con el mayor monto de inversión en cinco años, 18.230 millones de dólares. El mercado de dinero recibió el 56% de esta cifra y el restante 44% fue atraída por medio de valores emitidos en el exterior.
    
De acuerdo con el diario, "la percepción de riesgo en el mercado mexicano por parte de los inversionistas extranjeros se acentuó en el año" pasado. El actual proceso electoral con vistas a las votaciones del 1 de julio han generado preocupación entre los empresarios y banqueros ante la posible victoria del candidato de izquierda a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador.
    
López Obrador, que lidera las encuestas por un promedio de 13% respecto a su rival inmediato, el conservador Ricardo Anaya, ha prometido cancelar las obras del aeropuerto de la capital, un proyecto de 13,000 millones de dólares y revisar las reformas energética y educativa, entre otras.
 

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