Cultura

Un documental de la Fundación Dalí recorre los paisajes que forjaron al genio

2018-04-12

En concreto, los ejes son tres: la casa-taller de Portlligat, el Castillo de Púbol que...


Madrid, 12 abr (EFE).- Los paisajes y arquitecturas que forjaron la personalidad artística de Salvador Dalí están en el corazón del documental "En busca de la inmortalidad", producido por la Fundación Gala-Salvador Dalí y que pretende explicar su obra "a través de sus geografías".

En concreto, los ejes son tres: la casa-taller de Portlligat, el Castillo de Púbol que regaló a Gala y en el que se recluyó después de su muerte, y el Teatro-Museo de Figueres, "su gran obra maestra", explicó hoy la directora de la fundación, Montse Aguer, que es además una de las guionistas y protagonistas del documental.

Los tres espacios se integran en un recorrido vital que tiene como trasfondo el ansia de inmortalidad y trascendencia del artista, según Aguer.

El documental arranca en 1929, año crucial en su trayectoria y en su vida, cuando ingresó en el grupo surrealista y conoció a Gala, por entonces casada con el poeta Paul Eluard.

Cadaqués (noreste), el pueblo "ideal y soñador" de su infancia y en el que pasó veranos pintando, se convirtió tras su salto a París en lugar de acogida de nuevos amigos y, sobre todo, en nido de su amor con Gala.

Lo que hoy es la casa-museo de Portlligat, en el término municipal de Cadaqués, era al principio una barraca de 22 metros cuadrados que el joven Dalí compró a una pescadora del pueblo y que con los años fue ampliando y diseñando a medida con la ayuda del constructor Emili Puignau.

A la vez que detalla cómo va tomando forma la casa, la película narra las vicisitudes de su vida. Cuando terminaron la primera obra, en 1936, estalló la guerra y no llegaron a estrenarla hasta doce años después, cuando regresó de Estados Unidos ya convertido en un artista muy conocido.

Portlligat se convirtió entonces en lugar de peregrinación de admiradores y sede de "happenings" y "performances" multitudinarias, de las que se aportan testimonios gráficos.

Aguer y David Pujol, director y coguionista, consideran que el modo en que se entrelazan las pequeñas barracas, mediante escaleras y pasadizos laberínticos que crecen como una estructura molecular, refleja cómo evoluciona la relación sentimental de Gala y Dalí a lo largo de 50 años.

Para volver a tener un poco de intimidad y en cumplimiento de una vieja promesa, Dalí le regaló a Gala el Castillo de Púbol, que esta admitió a condición de que el pintor solo pudiera visitarla mediante invitación por escrito, un juego que enardeció la imaginación y el deseo de ambos.

Las disputas familiares, el miedo atávico a la muerte que siempre atenazó a Dalí, especialmente tras el fallecimiento de su padre, y el carácter misterioso de Gala, que nunca concedió entrevistas, son abordadas también a lo largo del metraje.

Por último, el Teatro-Museo de Figueras y la Torre Galatea anexa fueron el lugar donde Dalí pasó sus últimos días. La muerte de Gala en 1982 le había sumido en una depresión de la que le costó salir y de la que habla su amigo el también pintor y exdirector de la fundación Antoni Pitxot.

Al incendiarse el castillo, Dalí decidió instalarse, después de salir del hospital, en la torre Galatea. Cuenta Aguer que su pasión por la ciencia fue de las pocas cosas que le daban tranquilidad en sus últimos días, en los que pedía que le leyeran la revista Scientific American o la "Breve historia del tiempo" de Stephen Hawking.


 



yoselin

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