Internacional - Economía

Arabia Saudita confía en que reformas atraigan flujos de fondos extranjeros el año próximo

2018-04-19

Una reversión de la tendencia cambiaría el panorama para una economía que se...

Por Andrew Torchia


DUBÁI (Reuters) - La inclusión de Arabia Saudita en los índices de acciones globales y la planeada privatización de la compañía petrolera Aramco atraerán probablemente grandes flujos de capital al reino desde el exterior el próximo año.

Eso debería ayudar a Riad a reconstruir sus reservas financieras y financiar sus planes de inversión tras el desplome en 2014 de los precios del petróleo, que redujeron las ganancias en las exportaciones y privaron de fondos al sistema bancario.

Una reversión de la tendencia cambiaría el panorama para una economía que se encogió el año pasado por vez primera en casi una década.

Los mercados de swaps de tasas de interés (IRS, por sus siglas en inglés), usados por los banqueros para coberturas frente a fluctuaciones futuras en los flujos monetarios, han empezado a reflejar esas expectativas en las últimas semanas.

El IRS en riyal a un año se ha hundido por debajo del IRS en dólares a un año por primera vez desde la crisis financiera global de principios de la década, una apuesta a que el mercado del dinero saudita se verá inundado de fondos en un plazo de 12 meses.

“Es todo un cambio. Antes, el asunto era la falta de liquidez. Ahora nos enfrentamos a una situación en la que estamos a punto de tener demasiada liquidez”, dijo Hans-Peter Huber, presidente de inversiones de Riyad Capital, un destacado banco de inversión saudí. “Se esperan flujos masivos en los dos próximos años”, agregó.

El diferencial del IRS a un año era de 12 puntos básicos negativos el jueves. Antes del hundimiento del precio del crudo, rondaba en torno a los 60 puntos positivos y trepó hasta un pico de 203 puntos en 2016, durante la crisis de liquidez saudí.

Es probable que los flujos entrantes impulsen las reservas extranjeras. Los activos netos foráneos del banco central cayeron hasta los 480,000 millones de dólares desde un máximo de 737,000 millones de dólares en agosto de 2014, aumentando la preocupación sobre la capacidad de Riad de respaldar su moneda a largo plazo.

Ehsan Khoman, jefe de análisis regional del Bank of Tokyo-Mitsubishi UFJ, dijo que podrían repuntar en 30,000-40,000 millones de dólares antes de fines de 2019.

Los flujos entrantes de capital podrían proveer de dinero suficiente en el sistema para respaldar un aumento de la inversión privada y una recuperación económica gradual en los próximos años.

“Lo peor probablemente quedó atrás en términos de actividad económica”, comentó Garbis Iradian, economista jefe para Oriente Medio del Institute of International Finance, una asociación global de la industria de las finanzas.

ARAMCO

Funcionarios vaticinan que la venta de una participación del 5 por ciento en Saudi Aramco generará 100,000 millones de dólares. Estaba prevista para fines de 2018, pero tras retrasos en los preparativos, los banqueros creen ahora que será a comienzos de 2019.

Asimismo, se espera que MSCI decida sumar a Arabia Saudita a su índice de mercados emergentes en junio, una decisión que entrará en vigor en fases a partir del próximo año. FTSE Russell decidió el mes pasado actualizar el estatus de Riad a mercado emergente.

Esto atraerá fondos de carteras. Arabia Saudita podría tener flujos entrantes de carteras por entre 30,000 y 45,000 millones de dólares en los dos próximos años si alcanza el mismo nivel de propiedad extranjera en los mercados bursátiles que Emiratos Árabes Unidos y Qatar, según el banco de inversión EFG Hermes.

Este mes, Riad dio otro paso en favor de un aumento de los flujos entrantes de fondos al sacar a bolsa bonos gubernamentales en moneda local por valor de 54,500 millones de dólares. Esto facilitará a los inversores foráneos su compra y comercio.

Además de Aramco, Riad tiene contemplada la privatización de decenas de empresas y activos en los próximos años, con la esperanza de recaudar 200,000 millones de dólares. La burocracia y las incertidumbres legales estancaron el programa, pero podría empezar a avanzar más tarde en el año.

Khoman estimó que otras privatizaciones aparte de la de Aramco podrían crear un total de entre 30,000 y 35,000 millones de dólares de flujos entrantes de capital en los cinco próximos años, asumiendo que se harán cambios legales necesarios como la subida de los topes de propiedad en entidades que no cotizan.

La inversión extranjera directa en industrias que Riad está recién empezando a desarrollar, como turismo, tecnología, logística e infraestructura, podría volverse significativa también. Khoman indicó que la inversión extranjera directa, de 7,400 millones de dólares en 2016, podría duplicarse como poco en los próximos años.

RIESGOS

No obstante, el panorama enfrenta riesgos. Las previsiones más recientes para la economía saudí asumen que el crudo Brent, a 74 dólares el barril en la actualidad, promediará al menos 60 dólares este año. Si cae mucho por debajo de ese nivel, el gobierno podría tener que volver a recurrir a sus reservas extranjeras para pagar sus cuentas.

Esto podría asustar algo a la inversión extranjera y, tal vez, obligar a Riad a aplazar aún más la venta de Aramco.

Muchos analistas ven más probable que Aramco recaude entre 50,000 y 75,000 millones de dólares, mucho menos que la estimación gubernamental de 100,000 millones de dólares.

Se espera que la mayor participación sea adquirida por inversores foráneos, pero no está claro cuánto de su dinero será sumado a las reservas extranjeras. Más de la mitad podría ser destinada al Public Investment Fund, el principal fondo soberano de Riad, para reinvertirlo en el exterior, dijo Iradian.

Un comodín es el dinero que los ciudadanos privados saudíes transfieren al extranjero. Si aumenta por la inestabilidad política o económica, podría contrarrestar gran parte de los flujos entrantes. Datos del Banco de Pagos Internacionales mostraron que los depósitos privados saudíes en bancos en el exterior repuntaron en 18,000 millones de dólares en 2017.

“La ofensiva de noviembre de 2017 contra la supuesta corrupción entre la élite del reino podría haber acelerado el ritmo de salidas de capital”, dijo Iradian.

Sin embargo, Huber predijo que el principal reto en política del banco central para el próximo año será absorber el exceso de fondos del sistema bancario, para impedir que desestabilicen los mercados.

“Cuando los precios del crudo estaban altos antes de 2014, las autoridades se centraron en controlar el exceso de liquidez. Ahora volverán a hacer lo mismo”, señaló. 



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