Internacional - Política

El destino del Líbano, pendiente de las tensiones entre Arabia Saudí e Irán

2018-05-02

Estos comicios son los primeros que se celebran en el país desde junio de 2009,...

Kathy Seleme


Beirut, 3 may (EFE).- Las elecciones parlamentarias que celebra el Líbano el próximo domingo pretenden fomentar la estabilidad y salir de la turbulenta política libanesa, agitada por el conflicto en la vecina Siria y por las tiranteces entre las potencias de la región, Irán y Arabia Saudí.

Estos comicios son los primeros que se celebran en el país desde junio de 2009, después de que el Parlamento prorrogara tres veces su mandato y pospusiera las elecciones debido a la inestabilidad.

La celebración de los comicios se ha hecho posible al superar a finales de 2016 la crisis del vacío del sillón presidencial, que duró más de dos años y se resolvió con el nombramiento de Michel Aoun y la formación de un gobierno de unidad.

Asimismo, la convocatoria a las urnas dependía del éxito de las negociaciones para reformar la ley electoral, que fructificó casi a última hora y se convirtió en un acuerdo de mínimos que ha conllevado modificaciones superficiales en las reglas de votación y han mantenido la cuestionada división religiosa del electorado.

La política libanesa trata todavía de reponerse de su última crisis: la rocambolesca dimisión sorpresa del primer ministro, Saad Hariri, el pasado noviembre, como ingrediente en un rifirrafe entre Arabia Saudí e Irán, y que acabó siendo revocada semanas después.

Hariri, prosaudí y prooccidental, presentó su renuncia en una inusitada declaración pronunciada desde Riad en la que vertió duras críticas contra el grupo chií Hizbulá y contra Irán.

Su larga permanencia en Arabia Saudí, que se extendió dos semanas sin mediar explicaciones, llevaron a las autoridades libanesas a acusar a Riad de mantener a Hariri retenido contra su voluntad; una situación que solo se pudo desbloquear con la intermediación de Francia.

La solidaridad que mostraron los libaneses en el punto álgido de la crisis ha vuelto a disiparse y las rivalidades se han vuelto a exacerbar a la sombra de las tensiones regionales, en especial a tenor de la participación de Hizbulá en la guerra de Siria.

La situación económica, complicada por la guerra en el país vecino y por el aluvión de refugiados sirios que ha se ha instalado al otro lado de la frontera, tampoco contribuye a tranquilizar las aguas de la política.

El número de refugiados sirios, un millón y medio según las autoridades libaneses -un millón para ACNUR-, ha llevado a las infraestructuras del país a su límite y a depender de ayuda internacional.

Por ello, desde Beirut se está intentando fomentar el regreso de los refugiados a Siria, a pesar de las reticencias de la comunidad internacional, que todavía no cree que la situación sea segura.

A estos, se suman unos 175,000 refugiados palestinos que residen en el Líbano según un censo oficial, pero estos se sienten discriminados porque no tienen derecho a solicitar la nacionalidad libanesa, poseer propiedades o acceder a ciertos trabajos, lo que fomenta frecuentes episodios de violencia.

La crisis económica ha contribuido a la multiplicación de las huelgas en todos los sectores, para pedir subidas salariales y en protesta por las promesas no cumplidas relacionadas a problemas como la corrupción, la mejoría de los servicios públicos o de las infraestructuras.

A 28 años del final de la guerra civil (1975-1990), la electricidad sigue racionada, el agua escasea, no se ha encontrado solución al problema de los residuos, de la vivienda y al desempleo, que lleva a la juventud a emigrar.

El Banco Mundial (BM), en su último informe, calcula que el crecimiento este año en el Líbano será inferior al 2,2 %, cerca de un punto inferior al de la región de Oriente Medio y Norte de África.

"Las perspectivas económicas a medio plazo continúan morosas y el país está sometido a importantes riesgos a nivel macrofinanciero", afirma el informe, que señala a la crisis por la dimisión abortada de Hariri, como uno de los factores de inestabilidad.



Jamileth