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Ciudad de México se hunde 

2018-05-08

El estudio con pozos ultra profundos comenzó en 2011 para demostrar la tesis del...


(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 8 MAY - Los pozos ultra profundos que comenzaron a ser perforados en la capital mexicana son una opción prometedora para saciar la demanda creciente de agua de los habitantes de la urbe y eliminar el riesgo de una escasez en el futuro.
   
Sin embargo, especialistas tienen sus dudas y alertan sobre el peligro de que se acentúe el acelerado hundimiento, calculado en 10 centímetros por año en promedio, de una metrópoli fundada sobre un antiguo lago, que es 10 metros más baja que hace un siglo.
    
Ramón Aguirre, Director del Sistema de Aguas de la Ciudad (Sacmex), argumentó que la extracción de agua a través de pozos ultra profundos en la Capital es segura y que, en caso de comprobarse la existencia de un acuífero subterráneo, su "explotación será sustentable".
    
Así respondió el funcionario a los especialistas que alertaron sobre el riesgo ambiental de la perforación experimental que iniciaron las autoridades de pozos de 1,000 a 2,000 metros de profundidad en busca de un gigantesco acuífero que parece existir bajo el lecho lacustre de la urbe.
    
Según las hipótesis, sería ajeno al superficial que se ha venido explotando en el último siglo, y al que se atribuye en parte el veloz hundimiento de la antigua capital del imperio azteca, llamada Tenochtitlan, que tras la conquista española, fue cubierta de piedra, tierra y concreto para fundar la Nueva España.
    
"No estamos nosotros perforando sin tomar en cuenta las posibles consecuencias de lo que representa la explotación del acuífero", dijo Aguirre, quien señaló que por el tamaño del valle y los estudios, "se requiere mucho tiempo para su maduración y confirmación". "Ahora, de lo que no hay duda es que el agua que se extrae de esos pozos tiene un efecto mínimo, sino es que nulo en la ciudad", señaló.
    
El estudio con pozos ultra profundos comenzó en 2011 para demostrar la tesis del geólogo Federico Mosser sobre la presencia del segundo acuífero.
    
En el proyecto participan especialistas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), los Institutos de Geología y de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otros organismos gubernamentales.
   
Según los cálculos de los expertos de Conagua y Sacmex, el acuífero que se estima tiene 14.00 millones de años, podría abastecer hasta 5,000 litros por segundo a los 20 millones de habitantes de la capital y sus alrededores.
    
Las primeras pruebas mostraron que el agua está mezclada con hierro y manganeso que se pueden filtrar fácilmente.
    
Pero hay un grupo de especialistas escépticos que piensa diferente y se opone a ese proyecto, que permitió excavar hasta ahora cinco pozos ultra profundos, al señalar que la capital podría hundirse todavía más.
    
"Es una barbaridad hacer estos pozos profundos", dijo Luis Zambrano, investigador del Instituto de Biología de la UNAM, quien reprocha al gobierno no haber aprendido "la lección de los hundimientos y las consecuencias producidas por la sobreexplotación".
    
Elena Burns, especialista del Centro de Estudios Incalli Ixcahuipoca, señaló que "no hay ninguna garantía de que tomar agua de ese segundo acuífero que llaman, no vaya a provocar más hundimientos".
    
Pedro Moctezuma Barragán, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), estima que el agua hallada a grandes profundidades podría no ser un manto acuífero sino ríos subterráneos, por lo que estimó que "hay mucho enigmas" en torno a estos pozos.
    
La excesiva extracción para abastecer agua mediante 1.680 pozos superficiales alteró el comportamiento del subsuelo y vulneró la cimentación de edificaciones, lo que fue palpable tras el sismo de 7,2 grados del 19 de septiembre pasado que arrojó 369 muertos y derribó 40 edificios.
    
Los hundimientos acentuaron la apertura de grietas y rompieron tuberías de agua pura, señaló la especialista Loreta Castro Reguera, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.
 



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