Internacional - Seguridad y Justicia

Decisión de Trump sobre Irán recuerda a pasos previos a guerra de Irak

2018-05-10

"Lo básico ahora es un uso de la inteligencia altamente tendencioso y seleccionado, del...

Por Warren Strobel

WASHINGTON, 10 mayo (Reuters) - Quince años después de invadir Irak en busca de unas armas de destrucción masiva y unos lazos con al Qaeda que acabaron siendo inexistentes, Estados Unidos se encamina de nuevo hacia una posible confrontación con una potencia de Oriente Medio por sus supuestos planes con armas nucleares y apoyo al terrorismo.

En cierta forma, la política iraní del presidente Donald Trump resulta muy familiar a exfuncionarios estadounidenses que fueron testigos de las etapas previas a la invasión de Irak en marzo de 2003, donde sigue habiendo fracturas sectarias y étnicas y 5,000 soldados de Estados Unidos.

Más de 4,400 soldados estadounidenses y cientos de miles de iraquíes murieron en el conflicto, calificado por muchos analistas como una de las mayores debacles en política exterior de Estados Unidos en los tiempos modernos.

“Hay similitudes inquietantes y espeluznantes” en el uso erróneo de inteligencia entonces y ahora, dijo Paul Pillar, máximo analista de inteligencia de Estados Unidos para Oriente Medio de 2001 a 2005.

“Lo básico ahora es un uso de la inteligencia altamente tendencioso y seleccionado, del estilo ‘sabemos cuál es la conclusión’”, agregó.

Trump retiró el martes a Estados Unidos de un acuerdo global que limita los trabajos nucleares iraníes a cambio de un alivio a las sanciones económicas.

Trump no mencionó las evaluaciones de la comunidad de la inteligencia estadounidense ni del Organismo Internacional de Energía Atómica, que tiene inspectores nucleares en Irán, que indicaron que Teherán está cumpliendo el acuerdo de 2015.

En su lugar, se refirió a una serie de documentos iraníes hechos públicos por Israel el 30 de abril que, según dijo, demuestran que Teherán mintió cuando negó haber tenido nunca un proyecto de armas nucleares.

Si bien la autenticidad de los documentos no fue cuestionada por los gobiernos occidentales y expertos en inteligencia, los críticos dijeron que agregaron poco a los análisis anteriores que concluyeron que Irán ocultó su iniciativa para desarrollar armas nucleares en 2003. Irán calificó las acusaciones de Israel como “infantiles y ridículas”.

Poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, el presidente George W. Bush y sus principales asesores construyeron el caso para invadir Irak citando información de inteligencia que aseguraba que el presidente Saddam Hussein tenía vínculos con al Qaeda y estaba desarrollando en secreto armas nucleares, químicas y biológicas.

Ambos reclamos resultaron ser falsos. Bush y sus asesores exageraron los datos de inteligencia disponibles, se basaron en recuentos dudosos de exiliados iraquíes e ignoraron información contradictoria. En algunos puntos, la CIA y sus agencias de inteligencia hermanas estaban simplemente equivocados.

POR QUÉ IRÁN NO ES IRAK

Funcionarios estadounidenses, así como analistas en Washington y Oriente Medio, advirtieron que hay diferencias clave entre la política de Bush sobre Irak y el acercamiento de Trump a Irán.

Mientras que la decisión de Trump aumentó las tensiones regionales y abrió una grieta con los aliados de Estados Unidos en Europa, nadie prevé una invasión estadounidense de Irán.

“La pregunta es si enfrentamos el mismo escenario que sucedió en Irak con respecto a las armas de destrucción masiva, y si será la región arrastrada a una guerra”, dijo Faysal Abdul Sater, un analista libanés cercano al grupo Hezbollah, respaldado por Irán.

“En mi opinión, la situación es diferente, incluso aunque el grado de hostilidad haya aumentado” entre los países del Golfo Pérsico e Israel por un lado e Irán por el otro, dijo Sater. “Es poco probable un ataque directo sobre Irán, porque llevaría por necesidad a una guerra integral que ninguna de las partes podría soportar”, señaló.

Mark Dubowitz, presidente ejecutivo de la Fundación para la Defensa de las Democracias, dijo que la guerra en Irak ocurrió en parte por la percepción de que las sanciones económicas impuestas a Saddam tras su invasión a Kuwait en 1990 estaban perdiendo rápidamente eficacia.

“Creo que ahora es todo lo contrario”, dijo Dubowitz, quien indicó que Trump parece estar a favor de una presión económica más dura sobre Irán y no de una acción militar.

Pese a las diferentes herramientas, dos funcionarios conocedores de la política con Irán dijeron creer que el objetivo final de Trump con Irán es similar al de Bush en Irak: reemplazar un gobierno antiestadounidense por uno más amistoso.

No obstante, uno de los funcionarios dijo que si la creencia del gobierno de Bush de que los iraquíes agradecidos recibirían a las tropas invasoras con flores fue descabellada, resulta “al menos igualmente ingenuo” creer que “la democracia echará raíces en Irán” si la República Islámica se derrumba.

Ni Trump ni su nuevo asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, considerado un “halcón”, han pedido de forma pública en los últimos días la caída de la teocracia en Irán.

Dos funcionarios actuales y uno anterior dijeron que las agencias de inteligencia estadounidenses no están siendo presionadas para proporcionar pruebas que apoyen la política de la Casa Blanca, sino que estaban siendo ignoradas.

El general retirado Michael Hayden, exdirector tanto de la CIA como de la Agencia de Seguridad Nacional, calificó como “llamativo” que Trump no mencionara las evaluaciones de la inteligencia estadounidense en el discurso en que anunció la retirada del acuerdo con Irán.

El director de inteligencia nacional de Trump, Dan Coats, dijo al Congreso en febrero que el acuerdo con Irán amplió la cantidad de tiempo necesario para producir material fisible para un arma nuclear y aumentó la transparencia de las actividades nucleares iraníes. 


 



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