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Israel e Irán: un choque desigual

2018-05-11

Israel ha dejado claro que no permitirá que en Siria se consolide una "base...

LLUÍS MIQUEL HURTADO | El Mundo

 

El concepto de guerra asimétrica se acuñó en los 80 para definir un fenómeno creciente: enfrentamientos armados no entre dos ejércitos convencionales con similares potencias de fuego, sino choques en los que, dada la diferencia cuantitativa y cualitativa de los recursos militares entre los contendientes, se buscan tácticas de confrontación alternativas. Emboscadas contra tanques, atentados contra bombardeos, virus informáticos contra amenazas bélicas. El último episodio en el Golán responde a esta dinámica.

Tras cuatro oleadas de ataques israelíes, en las últimas semanas, contra posiciones militares iraníes en Siria -el último, según el 'New York Times', fue en la noche de autos contra un pueblo del Golán sirio- paramilitares de la fuerza iraní Quds, según Israel, lanzaron al menos 20 proyectiles contra el lado del Golán ocupado por los israelíes desde 1967. El arma resultó ser un Fajr-5, un cohete de artillería lanzado desde baterías terrestres. Cuatro de ellos fueron interceptados por la Cúpula de Hierro hebrea; ninguno, según Israel, provocó víctimas.

Minutos después, según fuentes de Defensa, 28 cazas israelíes lanzaron 60 misiles, y se dispararon diez misiles tierra-tierra Spike NLOS, contra bases en Siria vinculadas al despliegue iraní en ese país. Murieron 23 personas, 18 de ellas extranjeras, según el Observatorio Sirio para los DDHH. "Toda la infraestructura iraní en Siria" ha sido golpeada, celebró ayer por la mañana el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman. Así, la guerra a la sombra, que Irán e Israel llevan meses disputando en Siria, se hizo carne.

Israel ha dejado claro que no permitirá que en Siria se consolide una "base avanzada" de Irán contra su país. Este es el principal motivo por el que, desde el inicio de la guerra siria, ha lanzado más de cien ataques contra bases y arsenales vinculados a Irán. Pese a ello, no ha podido evitar que, al calor del permiso del Gobierno sirio para intervenir, a cambio de apoyo en la lucha contra sus enemigos, Irán haya pergeñado una suerte de infraestructura militar útil como cojín defensivo de su propio territorio y eventual plataforma de hostigación.

"El objetivo de Teherán se limitaba a mantener el régimen de Asad en el poder y asegurarse un pasillo terrestre desde Teherán hasta el Líbano", explica al periódico 'The Guardian' el investigador del Atlantic Council Ali Alfoneh. "Sin embargo, dado que todos estos roles se han logrado, la República Islámica se está planteando cómo mantener un conflicto de baja intensidad con Israel, con ánimo de mantener a Israel ocupado e incrementando el coste de un potencial ataque israelí directo contra Irán en el futuro".

El centro de este despliegue, según 'The Guardian', es la base T-4. Se halla en una remota área desértica de la provincia central de Homs. Israel asegura que drones iraníes, como el que sus fuerzas derribaron sobre el Golán el pasado febrero, operan desde esta base. Las naves aéreas no tripuladas son el único elemento aéreo que, se tiene constancia, ha desplegado en Siria la República Islámica, que niega que haya hecho de la T-4 una de sus bases fuertes y que tampoco reconoció el derribo del aparato en febrero.

Teherán ha asegurado que su misión en Siria consiste en enviar asesores militares de la Guardia Revolucionaria. Extraoficialmente, Irán ha sido lugar de entierro de combatientes alistados en milicias chiítas, particularmente de refugiados afganos. Del mismo modo, se conoce la existencia de brigadas iraquíes patrocinadas por Irán, aparte de la infantería del partido chiíta libanés Hizbulá. Aunque es difícil conocer las cifras exactas, se sabe que decenas de milicianos esponsorizados por Irán han muerto en Siria.

Siete miembros de la Guardia Revolucionaria murieron en un ataque "preventivo" del ejército israelí a la T-4, el pasado nueve de abril, en un golpe que supuso un punto de inflexión para Irán. Hizbulá tildó el bombardeo de "error histórico". Y aunque diversos estamentos de la nomenclatura militar iraní han advertido durante las últimas semanas, tras los reiterados envites de Israel contra sus posiciones en Siria, que habría represalias, los últimos hechos, aunque alarmantes, no se enmarcan en un choque de tú a tú.

"Israel ha demostrado una y otra vez que su ventaja tecnológica y su potencia aérea sobre Irán son excelentes. El equilibrio de poder entre Irán e Israel se inclina del lado de Israel tan profundamente que no hay mucho que Irán pueda hacer para dañar a Israel", opina Joshua Landis, analista del conflicto sirio asociado a la Universidad de Oklahoma. Aunque matiza: "Sobre el terreno sirio, Irán es mucho más poderoso que Israel. Es poco lo que EU o Israel pueden hacer para retroceder a Irán en Siria".

 



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